II. DISPOSICIONES GENERALES SOBRE LA LABOR DEL 2015
Nuestro país, el mayor país en vías de desarrollo del mundo, aún se halla y permanecerá largo tiempo en la etapa primaria del socialismo. El desarrollo es lo que cuenta y constituye la base y la clave para la resolución de todos los problemas. La neutralización de los diversos tipos de contradicciones y riesgos, el saltar por encima de la "trampa de la renta media" y la materialización de la modernización dependen fundamentalmente del desarrollo, el cual debe mantener un ritmo de crecimiento razonable. Por otra parte, nuestro desarrollo económico ha entrado en una nueva normalidad y se encuentra en el momento crítico de subir cuestas y pasar baches; los males de los regímenes y mecanismos, así como las contradicciones estructurales constituyen obstáculos en el camino de nuestro avance; de ahí que, si no profundizamos las reformas ni reajustamos la estructura económica, nos resultará muy difícil hacer realidad un desarrollo sano y sin altibajos. Debemos persistir invariablemente en asumir la construcción económica como centro y encargarnos efectiva y apropiadamente del desarrollo, tarea esta primordial para ejercer el gobierno y revigorizar el país. Hemos de apoyarnos persistentemente en la reforma para promover el desarrollo científico, acelerar el cambio de modalidad del desarrollo económico y lograr un desarrollo de calidad, rentable y sostenible.
La economía mundial está viéndose sometida a un profundo reajuste; la fuerza motriz necesaria para su recuperación es insuficiente; la influencia de la geopolítica se acrecienta; los factores de incertidumbre aumentan; y el impulso del crecimiento, el incremento del empleo y el reajuste de las estructuras se han convertido en un punto de convergencia de la comunidad internacional. En el caso de nuestro país, la presión del crecimiento descendente de la economía sigue agrandándose y las contradicciones subyacentes al desarrollo son prominentes, resultando pues probable que este año topemos con mayores dificultades que en el anterior. Por otra parte, nuestro desarrollo, dado que se encuentra aún en un importante periodo coyuntural estratégico que nos ofrece la oportunidad de acometer grandes empresas, cuenta con una fuerza potencial, una tenacidad y unos márgenes de maniobra enormes. Promovemos con constancia el nuevo modelo de industrialización, informatización, urbanización y modernización agrícola; poseemos una base para el desarrollo cada día más sólida; los dividendos de la reforma se están liberando; y hemos acumulado ricas experiencias en el macrocontrol. Tenemos que aumentar nuestra concienciación sobre las posibles adversidades, afianzar nuestra confianza en la seguridad del triunfo y llevar con firmeza la iniciativa en el desenvolvimiento.
Este año es el año clave de la profundización integral de la reforma; el año del inicio del impulso integral de la gobernación del país según la ley; y es también un año importante para la estabilización del crecimiento y el reajuste estructural. Las exigencias generales para los trabajos del Gobierno son las siguientes. Enarbolando la gran bandera del socialismo con peculiaridades chinas, guiándonos por la teoría de Deng Xiaoping, el importante pensamiento de la triple representatividad y la concepción científica del desarrollo, aplicando cabalmente el espíritu del XVIII Congreso Nacional del Partido y de la III y la IV Sesión Plenaria de su XVIII Comité Central, plasmando en nuestro quehacer el espíritu de los importantes discursos del secretario general Xi Jinping y de acuerdo con la disposición estratégica de las "cuatro integralidades" [la consumación de la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada, la profundización integral de la reforma, la gobernación integral del país según la ley y el disciplinamiento integral y riguroso del Partido], hemos de adaptarnos por iniciativa propia a la nueva normalidad del desarrollo económico y guiarla; persistir en la tónica general del trabajo consistente en pugnar por progresar sobre la base de la estabilidad; mantener el funcionamiento económico dentro de unos límites razonables; redoblar los esfuerzos por mejorar la calidad y la rentabilidad del desarrollo económico; situar el cambio de la modalidad de desarrollo de la economía y el reajuste de su estructura en una posición más importante; dedicar todos nuestros esfuerzos al "asalto de las plazas fuertes" en la reforma; recalcar el papel impulsor de la innovación; potenciar la prevención y el control de los riesgos; reforzar la garantización de las condiciones de vida del pueblo; y tratar adecuadamente las relaciones entre la reforma, el desarrollo y la estabilidad, con el fin de llevar adelante integralmente la construcción socialista de la economía, la política, la cultura, la sociedad y la civilización ecológica, promoviendo de este modo un desarrollo económico sano y sin altibajos, así como la armonía y la estabilidad sociales.
Debemos ceñirnos a las exigencias generales, fijar la mirada en el "doble objetivo" -mantener el crecimiento en un ritmo medio superior y ascender a la gama media superior-; perseverar en la "doble combinación" entre, por un lado, la estabilización de las políticas y de las expectativas, y, por otro, la promoción de la reforma y el reajuste estructural; y forjar un "doble motor" -el despliegue por parte de las masas de actividades emprendedoras e innovadoras, y el aumento de los productos y servicios públicos-, a fin de impulsar tanto el reajuste del ritmo de crecimiento en el desarrollo sin moderar su tendencia al alza como el aumento de su volumen y una acentuada mejora de su calidad, y de materializar la elevación de la calidad de la economía china, el incremento de su rentabilidad y su actualización.
Las principales expectativas sobre el desarrollo económico y social de este año son: aumentar el PIB en alrededor de un 7%; mantener el alza del IPC en torno al 3%; crear más de 10 millones de puestos de trabajo en las zonas urbanas; mantener la tasa del desempleo urbano registrado por debajo del 4,5%; incrementar el volumen de las importaciones y exportaciones en alrededor del 6%; equilibrar básicamente la balanza de pagos; y sincronizar el aumento de los ingresos de la población con el desarrollo económico. La intensidad del consumo de energía se reducirá en más de un 3,1% y las emisiones de los principales contaminantes seguirán disminuyendo.
La propuesta de un 7% como meta aproximada del crecimiento económico responde a nuestra consideración tanto de las necesidades como de las posibilidades, está vinculada con el objetivo de consumar la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada, se corresponde con el aumento del volumen global de la economía y se adapta a la exigencia de actualizar su estructura, por lo que se aviene con las leyes del desarrollo y con la realidad objetiva. Si mantenemos un desarrollo a tal ritmo durante un periodo relativamente largo, las bases materiales para materializar la modernización serán más sólidas. Asimismo, la estabilización del crecimiento tiene como objetivo garantizar el empleo, ya que, con la elevación del peso específico del sector servicios, con el aumento de las pequeñas empresas y las microempresas, y con el incremento del volumen global de la economía, un ritmo de alrededor del 7% puede permitirnos alcanzar, hasta cierto punto, el pleno empleo. En un esfuerzo por lograr mejores resultados, las autoridades locales deben partir de sus respectivas realidades, superarse dinámicamente y poner en juego sus potencialidades.