Imagen del 7 de septiembre de 2017 de una familia enterrando a su patriarca, quien enfermó de Insuficiencia Renal Crónica (IRC) hace cuatro años y sus riñones no lo pudieron soportar, en Chichigalpa, Nicaragua. La familia no pudo enterrar su cuerpo en el cementerio municipal con otros parientes debido a que está lleno desde principios del año 2003, cuando las muertes incrementaron a cinco por día. El alcalde fue forzado a inaugurar un nuevo cementerio, aunque no falta mucho tiempo para que este lleno otra vez. En Nicaragua y El Salvador, la tasa de mortalidad de enfermedades del riñón está entre las más altas del mundo. Se estima que al menos 20,000 personas han muerto de Insuficiencia Renal Crónica (IRC) en centroamérica solamente en los últimos 20 años y muchos son trabajadores de caña de azúcar a lo largo de la costa del Pacífico. En la municipalidad de Chichigalpa, la enfermedad es causante de casí la mitad de las muertes masculinas en la última década. (Xinhua/Alvaro Fuente/NurPhoto/zReportage/ZUMAPRESS)