CHICHIGALPA, mayo 15, 2018 (Xinhua) -- Imagen del 7 de septiembre de 2017 de José Douglas Toruno, de 42 años, mostrando donde se filtra su sangre, en Chichigalpa, Nicaragua. La gasa en el cuello es una señal de que es uno de los pacientes de Insuficiencia Renal Crónica (IRC). El fue diagnosticado con la enfermedad en 2001, después de 13 temporadas cortando caña de azúcar. El atribuye su enfermedad a los fertilizantes, el calor y condiciones de trabajo no seguras entre aguas sucias infectadas con químicos. El tiene que procurar, junto con sus colegas, su transporte a Managua tres veces a la semana para recibir hemodiálisis, que ellos mismo pagan. En Nicaragua y El Salvador, la tasa de mortalidad de enfermedades del riñón está entre las más altas del mundo. Se estima que al menos 20,000 personas han muerto de Insuficiencia Renal Crónica (IRC) en centroamérica solamente en los últimos 20 años y muchos son trabajadores de caña de azúcar a lo largo de la costa del Pacífico. En la municipalidad de Chichigalpa, la enfermedad es causante de casí la mitad de las muertes masculinas en la última década. (Xinhua/Alvaro Fuente/NurPhoto/zReportage/ZUMAPRESS)