Obstinado arbitraje sobre Mar Meridional de China derrite los pilares del orden internacional

Actualizado 2016-06-30 20:22:02 | Spanish. xinhuanet. com

Por Wang Xiaopeng, redactor de Xinhua

BEIJING, 30 jun (Xinhua) -- China defiende, en su lucha contra la obstinación mostrada en el arbitraje sobre el Mar Meridional de China, no sólo su soberanía territorial, sino también la paz y la estabilidad en el mundo.

El Tribunal de Arbitraje sobre el Mar Meridional de China, constituido por solicitud unilateral de la República de Filipinas, anunció el miércoles que emitiría su "fallo" definitivo el 12 de julio.

Desde que el 22 de enero de 2013 Filipinas inició unilateralmente el arbitraje respecto a sus disputas con China en el Mar Meridional de China, el gobierno chino ha reiterado repetidamente que no aceptará ni participará en el proceso.

En una muestra de terquedad, el tribunal de arbitraje de La Haya se arriesga a abrir una caja de Pandora del mar, con consecuencias peligrosas.

Desde el principio, el tribunal, constituido sobre la base de la ilegal conducta y pretensiones de Filipinas, no ha tenido competencia sobre los asuntos pertinentes.

El tribunal no respeta el hecho de que China y Filipinas acordaron resolver sus disputas sobre la cuestión del Mar Meridional de China a través de la negociación bilateral. El procedimiento de arbitraje que prevé la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, según sus siglas en inglés) no es de aplicación a las disputas entre China y Filipinas en el citado mar.

Pese a que la esencia de las reclamaciones de Filipinas versan sobre cuestiones de soberanía territorial y demarcación marítima, el tribunal hace oídos sordos a la declaración hecha por China en 2006 respecto a las excepciones opcionales de acuerdo con la UNCLOS, que excluye del arbitraje y otros procedimientos de resolución obligatoria de conflictos las disputas sobre demarcación marítima, entre otras. Unas 30 naciones han realizado declaraciones similares.

El tribunal ha violado la UNCLOS, por lo tanto, y se ha extralimitado y abusado de su poder a voluntad al admitir a trámite los casos y asumir la competencia. Sean cuales sean los resultados de su actividad, estos serán ilegales, nulos e inválidos.

Al ceder ante la imprudente solicitud filipina, que infringe el Derecho internacional, el tribunal no solo ha empeorado las tensiones entre China y Filipinas, sino que también ha socavado la estabilidad regional y el orden marítimo internacional.

También es preciso tener en cuenta que la postura china de no participar ni aceptar los resultados del arbitraje no quiere decir que el país desobedezca el Derecho internacional. Lo que demuestra, en realidad, es el compromiso de China con la defensa de sus derechos en el orden internacional.

La función de las convenciones internacionales en la defensa el orden internacional no debe ser subestimada en ningún caso. A lo largo de las décadas que siguieron al fin de la II Guerra Mundial, las convenciones han contribuido a que las relaciones internacionales sean relativamente estables a pesar de los cambios en los equilibrios del poder de las naciones. La comunidad internacional ha aprobado cientos de tratados internacionales que regulan el comportamiento de las naciones.

Sin estas reglas, el orden internacional actual estará amenazado y la ley de la selva volverá a dominar el mundo.

Es cierto que el papel desempeñado por algunos ajenos al arbitraje es sospechoso. Hay una potencia, que aunque no es una parte en la disputa, con frecuencia alza la voz para destacar la importancia del imperio de la ley en la comunidad internacional. Pero sus acciones y palabras no demuestran más que su hipocresía mientras presta su apoyo a Manila y el tribunal.

Para esa nación, las violaciones de convenciones internacionales pueden ser "denominadas" como actos de defensa, como sucede con la militarización que está desplegando en el Mar Meridional de China al aumentar la presencia de sus fuerzas en nombre de su rechazo a la militarización de la región.

China no acepta, en lo que respecta a cuestiones territoriales y disputas sobre demarcación marítima, que se le imponga ningún tipo de acuerdo o solución a instancias de terceros.

China seguirá siendo un actor y contribuyente responsable en el orden internacional establecido, defenderá el Derecho internacional y las normas básicas que regulan las relaciones internacionales, tal como consagra la Carta de las Naciones Unidas.

El país también continuará trabajando con los países directamente implicados para resolver las disputas pertinentes al Mar Meridional de China a través de la negociación y las consultas, en el marco del Derecho internacional.

Filipinas y aquellos que insistan en emitir "fallos" irresponsables están destinados a tragarse los frutos del arbitraje.

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