(Xinhua/Martín Zabala)
Por Juan Manuel
BUENOS AIRES, 25 ago (Xinhua) -- El artista plástico argentino Martín Mazía encontró su destino en la pintura y caligrafía chinas, disciplinas que cultiva por la fascinación que le causaron la primera vez que tuvo contacto con ellas, hace ya más de 20 años.
Nacido en Buenos Aires, pero con experiencias en todo el continente, el Mazía platicó con Xinhua sobre su pasión sobre estas artes chinas.
(Xinhua/Martín Zabala)
"Los caracteres chinos los conocí cuando estudiaba medicina china, hace más de 15 años. La pintura por casualidad. Un día la descubrí y me volví loco, porque me parece fascinante y me quedé estudiando todos los días", recordó.
Mazía explicó los motivos por los cuales ha hecho de estas disciplinas una forma de vida.
(Xinhua/Martín Zabala)
"Me gustan por distintas razones. La caligrafía china, porque es un símbolo muy profundo de sabiduría ancestral, y la pintura porque es como pintura instantánea, pero implica mucha sabiduría respecto de la vida y también humor", afirmó.
"Son dos disciplinas fantásticas, aquel que las practica se ve obligado a aprender muchas cosas de la vida", agregó.
(Xinhua/Martín Zabala)
El artista se desempeña como instructor de caligrafía, idioma y pintura china y ha realizado exposiciones de artes plásticas como calígrafo, pintor y muralista en los fundamentos de la tradición artística de Oriente en Argentina y en países de la región.
"Soy un ejemplo de la mezcla entre las dos culturas. Las pinturas y caligrafías que expongo están hechas con pintura argentina, con acrílicos, con tintas argentinas, con barnices", no habituales en la pintura china, señaló.
(Xinhua/Martín Zabala)
Mazía agregó que usa "materiales de color, de brillo, que serían la parte argentina de esa pintura".
El artista dijo que desde hace muchos años da clases de caligrafía y pintura chinas en los institutos Confucio de la Universidad de Buenos Aires y en el de Medellín, Colombia, donde vivió por 10 años.
(Xinhua/Martín Zabala)
"Participo en los festivales anuales de la comunidad, como el Año Nuevo Chino, el Festival de la Luna o cosas que se hacen en la ciudad", resaltó Mazía.
Al mencionar los desafíos para su quehacer, destacó el de "conseguir materiales, el hecho de que la gente no le parece muy conocido o lo ve como una cosa muy rara".
"Es más fácil ser director de cine o futbolista o cocinero, pero bueno, cada uno tiene su destino y éste es el mío", manifestó.