Imagen del 25 de julio de 2017 de pacientes registrándose en la clínica del médico mexicano Tomás Alcocer González, en la Ciudad de México, capital de México. (Xinhua/Xu Rui)
Por Edna Alcántara y Wu Hao
MEXICO, 24 ago (Xinhua) -- El interés por el idioma, el pensamiento y la cultura de China es cada vez mayor y México no es la excepción.
Ejemplo de ello es Tomás Alcocer González, un médico mexicano que lleva más de 30 años tratando a enfermos con acupuntura, rama de la medicina tradicional china que aprendió en Beijing tras graduarse y que a la fecha continúa estudiando.
Alcocer González cuenta que tuvo su primer contacto con la terapia de las agujas tras egresar en 1980 como médico cirujano de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Imagen del 25 de julio de 2017 de pacientes esperando para recibir tratamiento en la clínica del médico mexicano Tomás Alcocer González, en la Ciudad de México, capital de México. (Xinhua/Xu Rui)
Mientras cubría su servicio social en una comunidad del estado de Campeche (sureste), un anciano le enseñó una probada de acupuntura que lo dejó asombrado.
"Eso fue motivo suficiente para buscar la manera de ir a China. Acudí a la cancillería para que me ayudara y orientara y así fue como comenzó mi historia", confesó.
Alcocer González es un pionero de la acupuntura en México, un mérito que lleva años de estudio de esa práctica y la cultura en general de China. Primero se graduó del Instituto de Medicina Tradicional China en Beijing y después cursó un posgrado.
Imagen del 10 de agosto de 2017 del médico mexicano Tomás Alcocer González (d), realizando un tratamiento de acupuntura a una paciente, en la Ciudad de México, capital de México. (Xinhua/Xu Rui) (da) (ce)
Con sus conocimiento abrió desde hace dos décadas una clínica en el sur de la Ciudad de México, donde atiende con su equipo a un promedio de 100 enfermos de todas las clases sociales al mes.
Uno de sus pacientes es Sergio Domínguez, un trabajador jubilado de 66 años que desde hace mes y medio cruza prácticamente la ciudad dos veces a la semana para que el doctor Alcocer González lo atienda por hipertensión y artritis gotosa.
Enfermeros lo preparan en una de las 50 camas de la clínica para que el especialista le coloque 20 agujas finas en rodillas, codos y dedos de los pies para tratar sus dolencias.
Imagen del 25 de julio de 2017 de pacientes esperando para recibir tratamiento en la clínica del médico mexicano Tomás Alcocer González, en la Ciudad de México, capital de México.(Xinhua/Xu Rui)
Con ayuda de un aparato que estimula a través de pequeños toques eléctricos, el médico completa la sesión.
"Cuando empecé a venir ni podía hacerlo (desplazarme), pero ahora me puedo valer por mí mismo. Me devolvieron la actividad", declaró Domínguez tras su terapia.
El médico explicó que detrás de sus tratamientos también está la práctica de la disciplina que el pueblo chino ostenta desde hace siglos, la cual aprendió en sus estudios y continuas visitas al país asiático.
Imagen del 10 de agosto de 2017 de un paciente recibiendo tratamiento de acupuntura en la clínica del médico mexicano Tomás Alcocer González, en la Ciudad de México, capital de México. (Xinhua/Xu Rui)
"Desde la antigüedad, con base en esta disciplina, se lograron conocimientos muy exactos en la rama de la medicina y que ha llegado a ayudarnos a muchos y a mí, para desarrollar el sistema terapéutico como lo es la acupuntura", señaló.
Esa misma disciplina le ha permitido combinar su labor como médico con la de profesor, pues imparte clases y ofrece conferencias en reconocidos institutos de México y China.
Pero además, Alcocer González es un estudioso del complejo "Huang Di Nei Jing, el Libro del Emperador Amarillo", base de la medicina tradicional china que data de hace 3.000 años.
Imagen del 10 de agosto de 2017 del médico mexicano Tomás Alcocer González (d) impartiendo una clase de acupuntura, en la Ciudad de México, capital de México.(Xinhua/Xu Rui)
En el escritorio de su oficina y en un estudio que tiene en su casa, tradujo las más de 300 páginas del tomo X, de los 80 que tiene la obra, tarea que le tardó casi media década, el único mexicano que lo ha hecho.
"Ahora sabemos que los canales de acupuntura no son meridianos, como les llamaron los franceses creyendo que eran líneas imaginarias, realmente son paquetes neurovasculares, que van del exterior al interior de nuestro organismo. Está ya publicado este capítulo X, quedando bien especificado y descrito el recorrido de los canales, con las ilustraciones correspondientes", dijo.
"Se ha dejado también el texto original chino y se ha añadido la fonética en español", puntualizó Alcocer González al anunciar a Xinhua que este año realizará la traducción del capítulo II.
Imagen del 25 de julio de 2017 del médico mexicano Tomás Alcocer González mostrando el libro "Huang Di Nei Jing", traducido por él en su despacho, en la Ciudad de México, capital de México. (Xinhua/Xu Rui)
De acuerdo con el médico, China sigue dando importantes aportes dentro del terreno médico y además dentro de la economía.
"Es muchísima la aportación, pues ahora sigue y va en otras áreas como la tecnología e innovación", indicó.
"Las aportaciones de China se visualizan dentro de la economía china y mundial, pero para mí la aportación de conocimiento científico ha sido destacado pero no solamente eso, también el filosófico", remarcó.
La acupuntura es cada vez más utilizada en México para tratar padecimientos del sistema nervioso, como epilepsia, parálisis cerebral, facial, hemiplejias y enfermedades del aparato digestivo.
También se utiliza para tratar la gastritis, males cardiovasculares, como la angina de pecho y la arterioesclerosis.
También várices y males del aparato respiratorio, precisó Alcocer al destacar que esta técnica milenaria también sirve como mecanismo auxiliar en el tratamiento de otras enfermedades y que por ello, explica Alcocer González, "es interminable el estudio y la intención es seguir avanzando y perfeccionando".
(Xinhua/Xu Rui)
La medicina tradicional china es una de las áreas en las que también acerca a México y China.
Ejemplo de ello es el Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México, que desde 2012 formalizó con la Universidad de Medicina Tradicional China de Beijing, la creación de la "Oficina Chino-Mexicana de Cooperación en Medicina Tradicional China".
Esta oficina se encuentra en la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del IPN mexicano, institución en la que el doctor Alcocer González impartió clases.
Otro caso más reciente es el de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, que ha expresado su interés en establecer una colaboración de trabajo con algunas provincias chinas para que sus médicos reciban capacitación en acupuntura, fitoterapia y homeopatía.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen pruebas empíricas y científicas que avalan los beneficios de la acupuntura, las terapias manuales y diversas plantas medicinales en diversas afecciones crónicas o leves.
En la capital mexicana existe el Centro Especializado en Medicina Integrativa (CEMI), donde se utiliza la fitoterapia, acupuntura y homeopatía para diversas enfermedades.
De acuerdo con la titular de la CEMI, Leticia Martínez González, se han otorgado 29.440 consultas en el último año, de las cuáles 300 fueron nuevos pacientes.
El uso de la fitoterapia, homeopatía y acupuntura ha aumentado de manera considerable con pacientes que acuden para ser atendidos por diabetes, obesidad, cánceres, cardiovasculares, mentales e infecciones respiratorias, a través del modelo de Medicina Integrativa que impulsa la Secretaría de la Salud del gobierno de la Ciudad de México.
