BEIJING, 15 ago (Xinhua) -- El 15 de agosto de 1945, Japón anunció su rendición incondicional en la Segunda Guerra Mundial, el más sangriento de los conflictos de la historia de la humanidad.
Durante los últimos 70 años, las personas de todo el mundo no han cesado en reflexionar sobre la guerra, que involucró a una gran mayoría de las naciones del planeta.
Sin embargo, Japón bajo la administración del primer ministro, Shinzo Abe, nunca ha enfrentado honestamente su historia durante la guerra, algo demostrado nuevamente la víspera en el discurso del premier revisionista con motivo del 70º aniversario del final del conflicto bélico, entre sus otras palabras y actos desafiantes.
En la declaración, Abe evitó asumir la responsabilidad de Tokio por lanzar una guerra de agresión contra otros países e indicó que Japón había intentado "superar sus puntos muertos diplomáticos y económicos a través del uso de la fuerza".
Además, en lugar de ofrecer sus sinceras disculpas, intentó distraer la atención de su propia actitud hacia el pasado japonés durante la guerra diciendo que los gobiernos anteriores habían expresado remordimiento y pedido disculpas.
Ante este panorama, el mundialmente famoso novelista japonés Haruki Murakami dijo que Japón debía disculparse directamente con China, la República de Corea y los otros países que invadió en el siglo XX hasta tanto sus víctimas lo hubiesen perdonado completamente.
En lugar de enseñar a las más jóvenes generaciones japonesas a aprender de las lecciones del pasado bélico del país, Abe declaró que sería innecesario que ellos se siguieran disculpando en el futuro, lo cual expone abiertamente su negativa a enfrentar la historia y envía un mensaje muy peligroso a la juventud en Japón.
