BEIJING, 15 mar (Xinhuanet) --En el marco de la celebración de las sesiones anuales de la Asamblea Popular Nacional (APN), el máximo órgano legislativo, y de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, el máximo órgano de asesoría política, periodo conocido popularmente como las "dos sesiones", el embajador de Argentina en China Diego Guelar analizó las cuestiones actuales relativas al país asiático y tomó el pulso a las relaciones bilaterales entre ambos países en una entrevista con Xinhuanet.
(Xinhuanet/Xu Xin)
Xinhuanet:Otra de las cuestiones que también se están tratando en la Asamblea Popular Nacional, el máximo órgano legislativo del país, es un borrador de ley de supervisión diseñado para sentar las bases legales de un equipo de trabajo actualizado dedicado a la lucha contra la corrupción. ¿Qué le parece esta iniciativa?
Diego Guelar:Creo que la corrupción es como la droga. Es una plaga, una cosa muy grave que a cualquier sociedad la pone en riesgo. Es decir, el desarrollo de la corrupción, tanto pública como privada, mina las posibilidades de desarrollo de un país. No es un hecho complementario o secundario, sino que llega a la médula del sistema. Creo que el presidente Xi Jinping fue consciente del alto nivel en que estaba ocurriendo en China y decidió ponerle un límite y erradicar este fenómeno. Creo que la campaña anticorrupción que se viene llevando a cabo en China es uno de los temas que tenemos en común entre el presidente Macri y el presidente Xi Jinping.
Nosotros estamos desarrollando el eje anticorrupción de forma muy activa en Argentina. Esto ocurre no solo en mi país, sino en toda la región. El caso más notable es Brasil, que muchos definen como una crisis política, pero creo que es un salto adelante. Esta etapa de limpieza del sistema en Brasil, donde tuve el honor de ser embajador, lo veo con enorme optimismo. Forma parte de este proceso universal donde el ejemplo chino también nos dice que es posible sanear un sistema que tenía problemas de corrupción muy grandes y esos problemas de corrupción cuestan miles de millones de dólares que finalmente no pueden utilizarse ni para terminar con la pobreza ni para mejorar el medio ambiente. Nos consume recursos vitales. Creo que es uno de los ejes centrales de esta nueva agenda del siglo XXI.
(Xinhuanet/Xu Xin)
Xinhuanet:Siguiendo esta línea, ¿cuáles son los efectos positivos que la Iniciativa de la Franja y la Ruta ha traído a los dos países? ¿Y en el marco de la cooperación regional multilateral de China en la región?
Diego Guelar:Lo que pasa es que la Franja y la Ruta ha tenido una locomotora que va tan rápido. Es un ferrocarril de alta velocidad. El concepto de la Franja y la Ruta. En 2013, cuando se lanza el proyecto de la Franja y la Ruta, no era esta Franja y Ruta, era una locomotora que iba bastante despacito que tenía otro objetivo que era el desarrollo de la zona oeste de China. Esta zona está muy lejos de la costa, había todo un problema de mandar productos desde el extremo oeste. Estamos hablando de 2.000 o 3.000 kilómetros hasta los puertos, y desde ahí poder distribuirlos hacia el mundo y desarrollar canales de comunicación directos a grandes conexiones ferroviarias para comunicar con Asia Central y con Europa. Este fue el verdadero origen de la Franja y la Ruta. Esto fue creciendo, desarrollándose y ahora es una propuesta global que comparte China con el mundo y a veces se dice: “China está proponiendo a todo el mundo ser miembro de esta iniciativa”.
Esto es a veces un poco complicado, porque, ¿qué significa? En el caso de Argentina, nosotros somos socios estratégicos integrales de China, y por eso considero que somos automáticamente socios estratégicos integrales de esta propuesta de conectividad global. No tenemos nada para firmar, porque todo lo que tenemos que hacer es hacer. El hacer pasa por ejes muy concretos, que se desarrolle nuestra conectividad interna, desarrollar la conectividad del Atlántico al Pacífico y por eso contamos con el apoyo de bancos chinos, empresas chinas, de tecnología china. No hay una organización de la Franja y la Ruta que requiera una compleja decisión, lo que tengo que hacer es ponerla en práctica. Engancharnos a la locomotora y trabajar intensamente, y no generar fantasmas en términos de peligros que no existen, ni amenazas que no existen, y entender que tenemos un siglo que nos propone desafíos muy importantes que son cumplibles.
(Xinhuanet/Xu Xin)
Xinhuanet: ¿Qué opina sobre la visión del presidente Xi sobre “la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad” ?
Diego Guelar:Coincido al 100 por ciento con ella, y que por primera vez se refleja mucho en la reunión del G20, que este año preside Argentina, y con unos consensos que el mundo no tenía antes. En el mundo de los bloques se utilizaban los problemas como forma de generar un problema al otro. Los conflictos eran un hecho buscado. Se trabajaba desde un bloque para generar conflicto. Las guerras eran el lugar donde se negociaban finalmente el toma y daca de las grandes potencias. Se jugaba con la gente, moría en las guerras como un elemento de prenda, de intercambio, de canje. Esto es lo que se llamaba el sistema del balance del poder. Se desarrolló en el siglo XIX, la teoría que los poderes se coaligaban en frentes, que solían ser militares. En función de estos conflictos militares se generaba ese balance del poder, un concepto que tenía detrás sangre por todas partes y cientos de millones de muertos.
Este criterio de un desarrollo equilibrado lo estamos viendo con esta nueva agenda mundial, donde hay cuatro puntos centrales (eliminación de la pobreza, cuidado del medio ambiente, lucha contra el narcotráfico y lucha contra el terrorismo). Estos conceptos antes no existían. Antes, las potencias estimulaban la violencia terrorista en el otro para generarle un problema. Cuando pensamos en la guerra de Vietnam, entre la Unión Soviética y Estados Unidos, esa guerra le costó al pueblo vietnamita dos millones y medio de muertos, pero esto era el balance de poder. Yo juego la ficha de ocupar un lugar fuera de mi zona natural, ¿qué tenía que hacer Estados Unidos en Vietnam? Pero también, ¿qué tenía que hacer Rusia?
En esto pagaron dos millones y medio de vietnamitas que murieron. El desarrollo equilibrado y compartido, este tipo de mecanismos los deja de lado. Hoy China no está involucrada en ningún proceso de este tipo. Espero que no ocurra en el futuro y que este criterio de progreso y equilibrio y destino compartido siga siendo el gran horizonte. Que China no quede tentada en entrar en el juego del pasado y jugar aventuras del tipo imperialista o amenazante u ocupación de países. Esto es la tentación que siempre el poder genera y que es muy importante que no ocurra, porque este ejemplo de China es bueno si se mantiene en estos términos. Y se va a transformar en hecho amenazante, preocupante y de resistencia si se piensa que detrás de una propuesta pacífica hay una propuesta de otro tipo. Yo no lo veo, creo que es sincera y ha dado buenos resultados.