Embajador argentino: La economía china es la mayor locomotora en crecimiento mundial

Actualizado 2018-03-14 16:05:52 | Spanish. xinhuanet. com

BEIJING, 14 mar (Xinhuanet) --En el marco de la celebración de las sesiones anuales de la Asamblea Popular Nacional (APN), el máximo órgano legislativo, y de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, el máximo órgano de asesoría política, periodo conocido popularmente como las "dos sesiones", el embajador de Argentina en China Diego Guelar analizó las cuestiones actuales relativas al país asiático y tomó el pulso a las relaciones bilaterales entre ambos países en una entrevista con Xinhuanet.

(Xinhuanet/Xu Xin)

Xinhuanet:Estos días se están celebrando las famosas “dos reuniones” de China, una de las citas políticas más importantes del país, y es el primer año en que se implementa el espíritu del XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh). En este contexto, ¿cuáles son los temas que más le interesan en las "dos sesiones"?

Diego Guelar:Los últimos diez años han sido de una importancia clave, de un enorme dinamismo dentro de los 40 años del inicio de la reforma, pero la reforma ha tenido distintas etapas. Si bien ha tenido 40 años, ha habido un proceso de aceleración muy importante en los últimos diez años. Se ha dado un impulso extraordinario, que incluyo la rotura del aislamiento chino en relación al mundo. China pasó de una forma muy rápida a transformarse en el socio comercial más importante de 120 naciones en el mundo. Esto ocurre rápidamente. En los últimos 10 años ha habido un periodo específico que han sido los últimos cinco años. Cuando hablamos de la nueva era significa que ahora viene un nuevo periodo de cinco años que va a tener un enorme dinamismo, donde se van a consolidar reformas que ya se han hecho, un crecimiento muy importante cuando se habla de una perspectiva real de crecer a un 6,5 por ciento. Hoy estamos hablando de números que son superiores de cuando nos referíamos a un 10 u 11 por ciento de hace cinco a seis años atrás, porque se trata de un 6,5 por ciento sobre 12,2 trillones de dólares americanos de Producto Interior Bruto. China ha crecido tanto que estos porcentajes son relativos al nivel de desarrollo. Si comparamos con Estados Unidos, donde un crecimiento del 2 por ciento es un gran crecimiento, porque hay un nivel de desarrollo más grande. El propio presidente Xi, al igual que el primer ministro Li Keqiang, aseguran que China es el más importante de los países en desarrollo. Todavía tiene un ingreso por renta per cápita bajo con respecto a los países desarrollados. Tiene que cubrir dos tareas: la tarea de desarrollo interno, porque todavía de los 9.000 dólares de ingreso medio para llevarlo a 20.000 dólares de ingreso medio, como tiene Chile, hay todo un gran proceso interno de reformas que tiene que ver con la inclusión social, la globalización, la consolidación de las estructuras salariales, la consolidación de las estructuras de la previsión social, de garantizar mínimos en medicamentos y educación, aspectos que están en el informe del primer ministro que se pronunció en la sesión inaugural de la asamblea nacional. Esos programas se van a ejecutar, estos mínimos que están planteados en el programa quinquenal se van a cumplir. China es el mejor ejemplo de cómo la inclusión social puede cumplirse. En el mundo occidental no hemos sido muy eficientes en los programas de inclusión, por ejemplo los latinoamericanos, todavía no cubren los estándares que deberíamos estar alcanzando de inclusión al año. China es un ejemplo para nosotros porque muestra que es posible un programa de inclusión social activo. China nos muestra el camino de que es posible eliminar la pobreza antes de que finalice la primera mitad del siglo XXI. Lo mismo en el tema medioambiental. Lamentablemente, de momento, ha abandonado esta batalla Estados Unidos, pero es un país que necesitamos que se reincorpore pronto y vuelva al redil, en el que se encuentra buena parte del mundo, encabezados por China y la Unión Europea. Las posibilidades de mejorar las condiciones medioambientales en términos del calentamiento global son posibles. Esto también se aplica al combate en la pobreza, que es posible.

Creo que efectivamente puede ocurrir antes, pero se puede tomar como un planteamiento, no solo en términos de China, sino en términos universales. Si la humanidad logra, siguiendo el ejemplo chino, acabar con la pobreza, dar garantías de condiciones medioambientales para generaciones futuras y un modelo de crecimiento productivo que incluya el dato medioambiental en términos positivos, que el desarrollo no se opone al cuidado del medio ambiente. Si a eso le sumamos otros dos temas: eliminación de la violencia terrorista, que genera una gran preocupación y temor, y que es un problema grave, uno que es resoluble porque si logramos solucionar la pobreza y el medio ambiente, a una banda de delincuentes les podemos derrotar. Y un cuarto elemento, que es un enemigo que crece y no hemos podido amansar, es el narcotráfico. No hablo de las drogas tradicionales, sino también de las químicas, que se están desarrollando mucho en las sociedades postindustriales. China va a enfrentar este problema en cualquier momento, porque este tipo de drogas tienen la capacidad de ser elaboradas en pequeños laboratorios. En el tema del desarrollo negativo empieza a ser una amenaza cada día más peligrosa. Si podemos eliminar la pobreza y los riesgos medioambientales, que son los dos temas de mayor impacto en la actualidad, estoy seguro de que estos dos temas también los superaremos.

La gran perspectiva para las próximas generaciones es un progreso en paz. Es un dato que nunca ocurrió. Antes se decía que eran las guerras el factor del avance tecnológico o del avance de las medicinas. Casi había una justificación de la guerra como instrumento de progreso. Ahora es casi un mundo ideal. Creo que no estamos muy lejos de iniciar un nuevo periodo de progreso de la humanidad. Ahí veo a China con un papel protagonista absolutamente central y de liderazgo.

(Xinhuanet/Xu Xin)

Xinhuanet:El primer ministro chino, Li Keqiang, destacó que China continuará con una mayor apertura. ¿Qué comentarios le merece? ¿Cómo puede afectar al comercio bilateral ? ¿Y en el caso concreto de las exportaciones de vino argentino?

Diego Guelar:Creo que la apertura es la nueva regla de juego planteada por China al mundo, después de haber estado cerrada al mundo. Hoy le permite plantear la apertura como una regla de juego. China quiere vender sus productos pero ofrece claramente la apertura de su mercado. Va a haber un gran evento en noviembre en Shanghai, convocado por el gobierno chino centrado en las importaciones a China y en la facilitación de las importaciones. La realidad es que las importaciones crecen el doble que las exportaciones en China. Hay una China abierta en serio. China está planteando muy firmemente hoy la apertura de los mercados internacionales desde una propuesta de apertura de sus mercados, y eso nos ocurre. En el caso de Argentina, nuestro gran desafío es cómo vendemos más a China. Porque le compramos más a China de lo que le vendemos. ¿Esto es culpa del cierre del mercado chino? No, nosotros tenemos problemas en la generación de oferta, que tenemos que solucionar, porque el mercado chino está ansioso de productos como el vino o la carne. Acabamos de abrir el mercado de carne y tenemos abiertos el mercado de la carne enfriada, con hueso, congelada y no tenemos ninguna restricción. Para satisfacer la demanda china, todos los argentinos tendrían que tener una vaca en el balcón o en el baño. Por eso me suena discusión vieja el que todavía estemos cerrando un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea en el que se hable de cupos y cuota.

China es una economía abierta y que se abre más. Uno se podría preguntar: ¿qué pasó ese día con Argentina? Pues ese día solo teníamos un solo producto en oferta: los langostinos argentinos, que son los más queridos por parte de los chinos. El stock que teníamos disponible en la oferta se consumió desde medianoche hasta las dos de la mañana. En esas dos horas vendimos 36 millones de dólares. Si hubiéramos tenido disponibles 400 o 500 millones de dólares se hubieran vendido en el curso de ese día. Lo mismo habría pasado con la carne o el vino. El gobierno chino lo tiene muy claro en su programa de reforma económica: la cuestión central sobre la reforma económica es pivotear sobre la oferta, tras la cual viene solo el tema de la demanda. Esta misma prioridad no lo estamos sabiendo resolver en otros países. El gran desafío de la locomotora china es cómo ponernos a su altura, porque no podemos prender el vagón a ella. Esto es relevante. China nos ofrece un mercado importante que nos proporciona un compromiso para resolver el progreso argentino. Oficialmente las estadísticas indican que la pobreza en Argentina es del 30%, mientras en China es del tres por ciento. Y sin embargo, China se está planteando como objetivo muy importante eliminar ese tres por ciento. Ahora, en países en vías de desarrollo donde tenemos que esta estadística va del 25 al 50 por ciento de pobreza, sin lugar a dudas tenemos mucho que aprender de China y trabajar con ella en este asunto.

(Xinhuanet/Xu Xin)

Xinhuanet:La economía china registró el año pasado un incremento de 6,9% interanual y este año se prevé un crecimiento del 6,5%. ¿Qué comentarios le merecen esta tasa de crecimiento?

Diego Guelar:Ese crecimiento hoy es la mayor locomotora en crecimiento en términos comerciales en el mundo. El crecimiento de China representa el 30% de la expansión global de las economías del mundo. Es una aportación extraordinaria al crecimiento del mundo. Es una locomotora que anda muy rápido y es muy difícil de alcanzar. Nuestro problema es cómo estamos a la altura de esta propuesta que China le hace al mundo: un esquema de ganar-ganar, un esquema de conectividad y de desarrollo de infraestructuras, con la Iniciativa de la Franja y la Ruta. En América Latina, donde tenemos un déficit enorme de infraestructuras, no se trata de conectividad sino de desarrollar en América del Sur las redes de gas, de petróleo, ferroviarias, portuarias....Todas estas redes tienen un impacto a la hora de producir en nuestra región para China. El mayor proveedor de alimentos para China es lo que llamo el ABC: Argentina, Brasil y Chile. Somos la región número uno en la producción de alimentos para China en el exterior. China también necesita muchos minerales, también nuestra región tenemos grandes reservas que van desde el cobre, oro, potasio, litio....Tenemos que crecer en la explotación de estos productos y hay una gran complementación con China. Una tercera complementación es que China tiene una enorme tecnología para obras hidroeléctricas, nucleares, ferrocarriles unida a la capacidad financiera de sus empresas para financiar esas obras. Muchas de ellas ya están trabajando en nuestro país. China se ha convertido en el primer socio externo de toda América del Sur. Esto pone nervioso a algunos otros actores internacionales, pero esta es la realidad hoy, ya no es una perspectiva. Hoy China es el primer inversor, banquero y mercado para los productos sudamericanos. Mucha gente no es consciente de ello y han llamado a nuestra región el patio trasero de algún otro. Bueno, eso no es así, pero tampoco nos hemos transformado en el patio trasero de China. Somos un socio estratégico que está creciendo, el trato que nos da nuestro socio chino, tanto a los actores empresariales como a los gubernamentales, es de mucho respeto, no es de intromisión, ni política ni ideológica, sino que se hace en términos muy convenientes. Estoy totalmente convencido de que este nuevo esquema ganar-ganar marca a esta nueva era. Por eso digo que la nueva era no es recurso retórico, sino que es un clima que está invadiendo el siglo XXI, donde China tiene un rol de dirigencia muy importante y donde los países que más lo entiendan van a crecer mejor.

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Embajador argentino: La economía china es la mayor locomotora en crecimiento mundial

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BEIJING, 14 mar (Xinhuanet) --En el marco de la celebración de las sesiones anuales de la Asamblea Popular Nacional (APN), el máximo órgano legislativo, y de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, el máximo órgano de asesoría política, periodo conocido popularmente como las "dos sesiones", el embajador de Argentina en China Diego Guelar analizó las cuestiones actuales relativas al país asiático y tomó el pulso a las relaciones bilaterales entre ambos países en una entrevista con Xinhuanet.

(Xinhuanet/Xu Xin)

Xinhuanet:Estos días se están celebrando las famosas “dos reuniones” de China, una de las citas políticas más importantes del país, y es el primer año en que se implementa el espíritu del XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh). En este contexto, ¿cuáles son los temas que más le interesan en las "dos sesiones"?

Diego Guelar:Los últimos diez años han sido de una importancia clave, de un enorme dinamismo dentro de los 40 años del inicio de la reforma, pero la reforma ha tenido distintas etapas. Si bien ha tenido 40 años, ha habido un proceso de aceleración muy importante en los últimos diez años. Se ha dado un impulso extraordinario, que incluyo la rotura del aislamiento chino en relación al mundo. China pasó de una forma muy rápida a transformarse en el socio comercial más importante de 120 naciones en el mundo. Esto ocurre rápidamente. En los últimos 10 años ha habido un periodo específico que han sido los últimos cinco años. Cuando hablamos de la nueva era significa que ahora viene un nuevo periodo de cinco años que va a tener un enorme dinamismo, donde se van a consolidar reformas que ya se han hecho, un crecimiento muy importante cuando se habla de una perspectiva real de crecer a un 6,5 por ciento. Hoy estamos hablando de números que son superiores de cuando nos referíamos a un 10 u 11 por ciento de hace cinco a seis años atrás, porque se trata de un 6,5 por ciento sobre 12,2 trillones de dólares americanos de Producto Interior Bruto. China ha crecido tanto que estos porcentajes son relativos al nivel de desarrollo. Si comparamos con Estados Unidos, donde un crecimiento del 2 por ciento es un gran crecimiento, porque hay un nivel de desarrollo más grande. El propio presidente Xi, al igual que el primer ministro Li Keqiang, aseguran que China es el más importante de los países en desarrollo. Todavía tiene un ingreso por renta per cápita bajo con respecto a los países desarrollados. Tiene que cubrir dos tareas: la tarea de desarrollo interno, porque todavía de los 9.000 dólares de ingreso medio para llevarlo a 20.000 dólares de ingreso medio, como tiene Chile, hay todo un gran proceso interno de reformas que tiene que ver con la inclusión social, la globalización, la consolidación de las estructuras salariales, la consolidación de las estructuras de la previsión social, de garantizar mínimos en medicamentos y educación, aspectos que están en el informe del primer ministro que se pronunció en la sesión inaugural de la asamblea nacional. Esos programas se van a ejecutar, estos mínimos que están planteados en el programa quinquenal se van a cumplir. China es el mejor ejemplo de cómo la inclusión social puede cumplirse. En el mundo occidental no hemos sido muy eficientes en los programas de inclusión, por ejemplo los latinoamericanos, todavía no cubren los estándares que deberíamos estar alcanzando de inclusión al año. China es un ejemplo para nosotros porque muestra que es posible un programa de inclusión social activo. China nos muestra el camino de que es posible eliminar la pobreza antes de que finalice la primera mitad del siglo XXI. Lo mismo en el tema medioambiental. Lamentablemente, de momento, ha abandonado esta batalla Estados Unidos, pero es un país que necesitamos que se reincorpore pronto y vuelva al redil, en el que se encuentra buena parte del mundo, encabezados por China y la Unión Europea. Las posibilidades de mejorar las condiciones medioambientales en términos del calentamiento global son posibles. Esto también se aplica al combate en la pobreza, que es posible.

Creo que efectivamente puede ocurrir antes, pero se puede tomar como un planteamiento, no solo en términos de China, sino en términos universales. Si la humanidad logra, siguiendo el ejemplo chino, acabar con la pobreza, dar garantías de condiciones medioambientales para generaciones futuras y un modelo de crecimiento productivo que incluya el dato medioambiental en términos positivos, que el desarrollo no se opone al cuidado del medio ambiente. Si a eso le sumamos otros dos temas: eliminación de la violencia terrorista, que genera una gran preocupación y temor, y que es un problema grave, uno que es resoluble porque si logramos solucionar la pobreza y el medio ambiente, a una banda de delincuentes les podemos derrotar. Y un cuarto elemento, que es un enemigo que crece y no hemos podido amansar, es el narcotráfico. No hablo de las drogas tradicionales, sino también de las químicas, que se están desarrollando mucho en las sociedades postindustriales. China va a enfrentar este problema en cualquier momento, porque este tipo de drogas tienen la capacidad de ser elaboradas en pequeños laboratorios. En el tema del desarrollo negativo empieza a ser una amenaza cada día más peligrosa. Si podemos eliminar la pobreza y los riesgos medioambientales, que son los dos temas de mayor impacto en la actualidad, estoy seguro de que estos dos temas también los superaremos.

La gran perspectiva para las próximas generaciones es un progreso en paz. Es un dato que nunca ocurrió. Antes se decía que eran las guerras el factor del avance tecnológico o del avance de las medicinas. Casi había una justificación de la guerra como instrumento de progreso. Ahora es casi un mundo ideal. Creo que no estamos muy lejos de iniciar un nuevo periodo de progreso de la humanidad. Ahí veo a China con un papel protagonista absolutamente central y de liderazgo.

(Xinhuanet/Xu Xin)

Xinhuanet:El primer ministro chino, Li Keqiang, destacó que China continuará con una mayor apertura. ¿Qué comentarios le merece? ¿Cómo puede afectar al comercio bilateral ? ¿Y en el caso concreto de las exportaciones de vino argentino?

Diego Guelar:Creo que la apertura es la nueva regla de juego planteada por China al mundo, después de haber estado cerrada al mundo. Hoy le permite plantear la apertura como una regla de juego. China quiere vender sus productos pero ofrece claramente la apertura de su mercado. Va a haber un gran evento en noviembre en Shanghai, convocado por el gobierno chino centrado en las importaciones a China y en la facilitación de las importaciones. La realidad es que las importaciones crecen el doble que las exportaciones en China. Hay una China abierta en serio. China está planteando muy firmemente hoy la apertura de los mercados internacionales desde una propuesta de apertura de sus mercados, y eso nos ocurre. En el caso de Argentina, nuestro gran desafío es cómo vendemos más a China. Porque le compramos más a China de lo que le vendemos. ¿Esto es culpa del cierre del mercado chino? No, nosotros tenemos problemas en la generación de oferta, que tenemos que solucionar, porque el mercado chino está ansioso de productos como el vino o la carne. Acabamos de abrir el mercado de carne y tenemos abiertos el mercado de la carne enfriada, con hueso, congelada y no tenemos ninguna restricción. Para satisfacer la demanda china, todos los argentinos tendrían que tener una vaca en el balcón o en el baño. Por eso me suena discusión vieja el que todavía estemos cerrando un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea en el que se hable de cupos y cuota.

China es una economía abierta y que se abre más. Uno se podría preguntar: ¿qué pasó ese día con Argentina? Pues ese día solo teníamos un solo producto en oferta: los langostinos argentinos, que son los más queridos por parte de los chinos. El stock que teníamos disponible en la oferta se consumió desde medianoche hasta las dos de la mañana. En esas dos horas vendimos 36 millones de dólares. Si hubiéramos tenido disponibles 400 o 500 millones de dólares se hubieran vendido en el curso de ese día. Lo mismo habría pasado con la carne o el vino. El gobierno chino lo tiene muy claro en su programa de reforma económica: la cuestión central sobre la reforma económica es pivotear sobre la oferta, tras la cual viene solo el tema de la demanda. Esta misma prioridad no lo estamos sabiendo resolver en otros países. El gran desafío de la locomotora china es cómo ponernos a su altura, porque no podemos prender el vagón a ella. Esto es relevante. China nos ofrece un mercado importante que nos proporciona un compromiso para resolver el progreso argentino. Oficialmente las estadísticas indican que la pobreza en Argentina es del 30%, mientras en China es del tres por ciento. Y sin embargo, China se está planteando como objetivo muy importante eliminar ese tres por ciento. Ahora, en países en vías de desarrollo donde tenemos que esta estadística va del 25 al 50 por ciento de pobreza, sin lugar a dudas tenemos mucho que aprender de China y trabajar con ella en este asunto.

(Xinhuanet/Xu Xin)

Xinhuanet:La economía china registró el año pasado un incremento de 6,9% interanual y este año se prevé un crecimiento del 6,5%. ¿Qué comentarios le merecen esta tasa de crecimiento?

Diego Guelar:Ese crecimiento hoy es la mayor locomotora en crecimiento en términos comerciales en el mundo. El crecimiento de China representa el 30% de la expansión global de las economías del mundo. Es una aportación extraordinaria al crecimiento del mundo. Es una locomotora que anda muy rápido y es muy difícil de alcanzar. Nuestro problema es cómo estamos a la altura de esta propuesta que China le hace al mundo: un esquema de ganar-ganar, un esquema de conectividad y de desarrollo de infraestructuras, con la Iniciativa de la Franja y la Ruta. En América Latina, donde tenemos un déficit enorme de infraestructuras, no se trata de conectividad sino de desarrollar en América del Sur las redes de gas, de petróleo, ferroviarias, portuarias....Todas estas redes tienen un impacto a la hora de producir en nuestra región para China. El mayor proveedor de alimentos para China es lo que llamo el ABC: Argentina, Brasil y Chile. Somos la región número uno en la producción de alimentos para China en el exterior. China también necesita muchos minerales, también nuestra región tenemos grandes reservas que van desde el cobre, oro, potasio, litio....Tenemos que crecer en la explotación de estos productos y hay una gran complementación con China. Una tercera complementación es que China tiene una enorme tecnología para obras hidroeléctricas, nucleares, ferrocarriles unida a la capacidad financiera de sus empresas para financiar esas obras. Muchas de ellas ya están trabajando en nuestro país. China se ha convertido en el primer socio externo de toda América del Sur. Esto pone nervioso a algunos otros actores internacionales, pero esta es la realidad hoy, ya no es una perspectiva. Hoy China es el primer inversor, banquero y mercado para los productos sudamericanos. Mucha gente no es consciente de ello y han llamado a nuestra región el patio trasero de algún otro. Bueno, eso no es así, pero tampoco nos hemos transformado en el patio trasero de China. Somos un socio estratégico que está creciendo, el trato que nos da nuestro socio chino, tanto a los actores empresariales como a los gubernamentales, es de mucho respeto, no es de intromisión, ni política ni ideológica, sino que se hace en términos muy convenientes. Estoy totalmente convencido de que este nuevo esquema ganar-ganar marca a esta nueva era. Por eso digo que la nueva era no es recurso retórico, sino que es un clima que está invadiendo el siglo XXI, donde China tiene un rol de dirigencia muy importante y donde los países que más lo entiendan van a crecer mejor.

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