RAMADI, Irak, 15 may (Xinhua) -- Milicianos del Estado Islámico (EI) tomaron el control de un complejo gubernamental en la ciudad de Ramadi, capital de la provincia iraquí de Anbar, después de violentos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, informó hoy a Xinhua un oficial de seguridad del gobierno provincial.

Los milicianos lanzaron un importante ataque durante el día contra el complejo del gobierno en el centro de la ciudad, que incluye edificios del gobierno provincial y cuarteles de la policía, después de que las tropas y las milicias sunnitas aliadas se retiraran de sus posiciones, dijo el oficial.

Los milicianos extremistas iniciaron su ataque con ocho atentados suicidas con coche bomba y utilizaron camiones pala blindados para entrar al fortificado complejo de la ciudad que se ubica a unos 110 kilómetros al oeste de la capital Bagdad, agregó.

Los intensos enfrentamientos continúan dentro del complejo ante la resistencia de grupos de seguridad contra los milicianos, quienes se cree capturaron a varios guardias de seguridad y combatientes tribales apoyados por el gobierno y los ejecutaron, añadió.

Los milicianos del EI lanzaron una serie de ataques en Ramadi desde el jueves por la noche y lograron capturar el distrito de Jamiyah y Albu Alwan en la ciudad, lo que dejó a más de 20 agentes de seguridad muertos y unos 50 heridos, señaló.

Además, la fuente dijo que los milicianos del EI también ganaron terreno cerca del pueblo retenido por el EI de Garma, al oriente de Fallujah, a unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad, además de tomar el control del área de Jubba cerca del pueblo de Haditha, a unos 200 kilómetros al noroeste de Bagdad.

El mes pasado, los milicianos del EI que previamente capturaron áreas en el norte y el este de Ramadi, con frecuencia amenazaron con capturar el complejo del gobierno provincial.

El grupo EI capturó la mayor parte de la provincia de Anbar, la más grande de Irak, e intentó avanzar hacia Bagdad, pero varios contraataques de las fuerzas de seguridad y de milicias chiitas se los han impedido.

La situación de seguridad en Irak se ha deteriorado drásticamente desde junio pasado, cuando estallaron sangrientos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad iraquíes y milicianos del EI.