Por Noemí Galbán

CARACAS, 9 abr (Xinhua) -- Por novena ocasión los movimientos sociales del continente coinciden en la Cumbre de los Pueblos, un espacio que dejó de ser alternativo y se ha convertido en punto de encuentro de las organizaciones populares latinoamericanas y caribeñas, una plataforma para formular propuestas y exigir reivindicaciones a los respectivos gobiernos.

Más de 2.000 luchadores sociales se dan cita desde hoy y hasta el próximo 11 de abril en Panamá para debatir, analizar e intercambiar sobre sus problemáticas y realidades.

Jóvenes, mujeres, sindicalistas, voceros de los pueblos indígenas, estudiantes y otros, asisten a este encuentro que se desarrolla de forma paralela a la VII Cumbre de las Américas.

Venezuela, como en las anteriores oportunidades, estará representada por una amplia delegación conformada por alrededor de 400 hombres y mujeres de los más diversos sectores de la sociedad civil que unirán sus voces a la del presidente Nicolás Maduro para exigir al gobierno de los Estados Unidos respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.

Ese es el mensaje que difundirán en todos los espacios donde estén presentes los venezolanos, especialmente la clase obrera de esta nación suramericana que acude a Panamá con 60 dirigentes sindicales de los sectores de la construcción, ferroviario, alimentos, campesinos y pescadores.

Ellos encarnan el sentir de los más de 1,5 millones de venezolanos que integran de manera voluntaria la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores de la Ciudad, el Campo y la Pesca (CBST), aseguró a Xinhua, el vicepresidente de dicha organización, Franlin Rondón.

"Esta es la hora de la unión de los pueblos y los trabajadores en contra del imperialismo norteamericano que se cree el dueño del planeta Tierra. No respetan organismos internacionales, derechos humanos, ni la autonomía de cada país de dirimir sus propias controversias, por eso es que vamos a participar en esa actividad de gran connotación internacional y desde Panamá haremos un llamado a la clase obrera mundial para que unamos esfuerzos y pongamos fin a la explotación y al abuso", aseveró.

En este sentido Rondón reconoció que existe un despertar de los pueblos de la región que se ve reflejado en las posturas de las delegaciones que se encuentran en Panamá e incluso en la de los gobiernos, que han cerrado filas en solidaridad con Venezuela frente a las "agresiones" de la Casa Blanca.

"Y por ese otro mundo de paz, de solidaridad, crecimiento e integración vale la pena luchar y eso es lo que representa la Revolución Bolivariana. Eso es también lo que vamos a defender en cada una de nuestras intervenciones en Panamá", comentó.

En entrevista exclusiva a Xinhua, el líder sindical suramericano explicó además que los representantes de la Central Socialista participarán en las 15 mesas de discusión programas a realizarse en el marco de la cumbre de los movimientos sociales.

En estos espacios se debatirán, entre otros tópicos, sobre el neoliberalismo, la situación de los trabajadores migrantes, la seguridad social, los Tratados de Libre Comercio (TLC) y el medio ambiente, con especial énfasis en los efectos negativos de la utilización de la técnica de fracturación hidraúlica, más conocida como fracking.

Asimismo detalló que los obreros de esta nación tendrán una participación especial en la mesa número tres, cuya temática será "la ofensiva mediática contra Venezuela".

El dirigente obrero también comentó que la CBST llevará "los avances en materia laboral que hemos obtenido en estos 16 años de Revolución Bolivariana, todas las reivindicaciones en seguridad social y el reconocimiento a los derechos de los trabajadores, la legislación y nuevas normas, logros nunca antes percibidos por la clase que más ha aportado a progreso de este país".

A juicio de Rondón, esas son las mayores motivaciones de los asalariados venezolanos para asistir a la Cumbre de los Pueblos de Panamá y defender dichas conquistas.

De igual forma repudiar cualquier intento por revertir el orden democrático y constitucional vigente en Caracas, especialmente las recientes acciones del gobierno de Estados Unidos.

Dentro de ellas la firma el pasado 9 de marzo por parte del presidente Barack Obama de una orden ejecutiva donde calificó a Venezuela de una "amenaza inusual y extraordinaria" para la seguridad de Washington.

"Cuestión que repudiamos desde todo punto de vista porque somos un pueblo amante de la paz, de la democracia, de la solidaridad, siempre hemos estado al lado de los pueblos que luchan por su independencia, por su autodeterminación, por su progreso, por su desarrollo", apuntó.

Mientras recordó que el hecho de que la delegación venezolana sea tan numerosa, es la mejor prueba del respaldo de los sectores populares al presidente Nicolás Maduro y la expresión del apoyo mayoritario del pueblo a la defensa de la soberanía nacional.

"A pesar de las dificultades surgidas producto de las mismas políticas económicas inducidas por factores de la derecha, hay un pueblo que está consciente que el gobierno bolivariano busca la mayor suma de felicidad para todos. Por eso los trabajadores apoyamos a nuestra Revolución y a nuestro presidente que es además un obrero y eso nos identifica aún más con Maduro", indicó Rondón.

El pasado martes la CBST entregó los cuadernos con más de un millón 500.000 firmas de los trabajadores venezolanos en apoyo a la exigencia del gobierno nacional de derogar el decreto de Obama contra Venezuela y como parte de la campaña mundial de solidaridad con Caracas que ha recopilado hasta la fecha más de 11 millones de rúbricas.

La Central Bolivariana Socialista de Trabajadores de la Ciudad, el Campo y el Mar se fundó en noviembre de 2011, cuando voceros de los diferentes sindicatos del país se reunieron con el fallecido presidente Hugo Chávez para presentarle la idea de conformar un movimiento laboral revolucionario.

La iniciativa fue bien recibida por el entonces jefe de Estado, pues representaba no sólo el compromiso de la clase obrera con la Revolución Bolivariana, sino también la disposición de un gobierno de proteger y brindar cada vez mayores beneficios a los trabajadores del país, sin distinciones ni condicionamientos.