MEXICO, 9 abr (Xinhua) -- La VII Cumbre de las Américas se celebrará los días 10 y 11 de este mes en Panamá con el objetivo de buscar una mayor integración regional pese a las diferencias políticas o ideológicas de las naciones participantes.
Un nuevo escenario se presentará en esta cumbre con la anunciada asistencia de los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, luego de décadas de ruptura en las relaciones entre ambos países.
La participación de Cuba en esta cumbre será uno de los aspectos más destacados junto con los temas de mayor preocupación de las naciones.
El tema central de la cumbre es "Prosperidad con Equidad: El Desafío de Cooperación en las Américas", cuyo objetivo es lograr que las miradas se dirijan a la problemática de la desigualdad imperante en el desarrollo económico de los países del hemisferio.
La premisa temática de Panamá es hacer que las 35 delegaciones del más alto nivel de los países americanos reflexionen sobre el desarrollo económico desigual de los países de la región y los problemas, en todos los aspectos, que enfrentan los pueblos.
Para el gobierno panameño, que actúa de anfitrión, la intención es hacer de esta cita un encuentro pragmático y no político, del que emanen mandatos, con compromisos concretos y realizables en el tiempo, que den soluciones actuales a los eternos problemas de las naciones.
El gobierno panameño considera a la cumbre un momento clave e histórico para Panamá porque se tiene la responsabilidad y la oportunidad de servir de puente, de promover el diálogo y la unidad entre las Américas.
DOS TEMAS FUNDAMENTALES: CUBA Y VENEZUELA
Para el presidente panameño Juan Carlos Varela, su país es el escenario adecuado para una reunión entre Raúl Castro y Barack Obama.
"Sin duda alguna, que el escenario se va a prestar para esto y espero que así sea", comentó con esperanza.
Cuba ocupará un asiento, por primera vez en una Cumbre de las Américas, hecho que provoca un cambio en el sistema interamericano luego de su expulsión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en 1962.
Pese a haber contado con el apoyo latinoamericano por medio de instancias de integración como el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), quienes se han pronunciado por el fin del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos, Cuba sigue sufriendo los embates de esa medida unilateral.
Durante los oficios luctuosos de diciembre de 2013 en Johannesburgo, Sudáfrica, por el fallecimiento de Nelson Mandela, Obama y Castro estrecharon sus manos. Ahora, un encuentro entre ambos en Panamá podría significar un paso más hacia el total restablecimiento de las relaciones bilaterales.
Cuba asistirá a la cumbre con una amplia representación a los foros que se realizarán de manera paralela. Más de un centenar de representantes de la sociedad civil cubana, actores sociales, jóvenes, intelectuales, campesinos, cooperativistas, empresarios y académicos cubanos estarán presentes en las actividades paralelas.
La representación cubana llevará consigo a Panamá los mandatos y recomendaciones, recogidos en numerosas reuniones y debates efectuados en días recientes por todo el país, donde se han definido proposiciones concretas para ser presentadas en esos foros paralelos.
Venezuela, es el otro tema nodal de la cumbre.
La Orden Ejecutiva emitida el 9 de marzo por Barack Obama en contra de Venezuela por considerar a la nación sudamericana como una "amenaza inusual y extraordinaria" para la seguridad de su país será tema de conversaciones.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que llevará 10 millones de firmas a la cita hemisférica con el objetivo de exigirle a Obama la derogación del decreto. Las rúbricas van acompañadas de manifestaciones de los países de la región que se unieron a la campaña "Obama Deroga el Decreto Ya".
No obstante, asesores de la Casa Blanca indicaron el 7 de abril pasado que Venezuela no representa amenaza alguna, pero que así dice el texto del formato utilizado para elaborar las órdenes ejecutivas que permiten al presidente Obama imponer sanciones a entidades extranjeras.
Venezuela defenderá en la Cumbre de las Américas el respeto a las democracias e insistirá en mostrar el desconocimiento por parte de Estados Unidos de la realidad de América Latina.
El gobierno de Bolivia también se ha pronunciado en contra de la injerencia de Estados Unidos en los asuntos de los Estados latinoamericanos.
De acuerdo con el presidente Evo Morales, durante la cumbre Bolivia impulsará que América se convierta en el continente más pacifista del mundo y que muestra de ello es la presencia, por primera vez, de Cuba en un encuentro hemisférico.
El mandatario Morales comentó que espera la presencia de Obama en la Cumbre de las Américas para que los colegas del continente le expresen "la verdad" respecto a lo que piensan "sobre la situación y el futuro político" de la región.
América "debe ser un continente que no esté pensando en invasiones ni espías. Tal vez por culpa de algunos países América queda mal. Ahí tenemos profundas diferencias", dijo.
El diálogo, recomendó, debe ser "franco, sincero y público" con miras a perfilar acciones que den esperanza a la región para encarar la integración y respeto a las soberanías de los pueblos.
Al presidente boliviano se le atribuye la declaración de que Estados Unidos iba a tener "muchas cosas por explicar" durante la cumbre.
NUEVAS ESPERANZAS
Por primera vez desde la creación de las Cumbres de las Américas, se vislumbra la esperanza de un diálogo pragmático entre las naciones asistentes.
Para el gobierno peruano, la cumbre podría servir para lanzar un diálogo interamericano, que acerque posiciones y genere una dinámica de mayor cooperación y diálogo, que posibilite el trabajo conjunto en áreas como el combate a la pobreza, la desigualdad, la inclusión social, la promoción de la democracia y los derechos humanos.
Perú confía en que se establezca una nueva perspectiva de las relaciones interamericanas en las que todos los países trabajen decididamente en la búsqueda de un desarrollo beneficioso y con equidad.
Además de los temas regionales, los distintos gobiernos del hemisferio pondrán en la mesa de discusión los problemas que enfrenta cada país, como es el caso de la salida al mar de Bolivia, la posición argentina sobre las Islas Malvinas y el proceso de paz en Colombia.
Los temas sociales serán parte fundamental de las conversaciones y asuntos como migración, derechos humanos, salud y población, serán eje de debates, así como los tópicos económicos: crecimiento, financiamiento y comercio.
Las expectativas son amplias y las naciones están esperanzadas ante la posibilidad de abrir brecha en esta cumbre histórica.
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