Embajador de Perú señala que su país no concibe área de libre comercio sin China

El embajador de Perú en China, Juan Carlos Capuñay, señaló el martes que su país considera inconcebible un área de libre comercio en la región de Asia-Pacífico en la que no participe China, "el socio comercial más importante de la región".(Xinhua/Xu Xin)

BEIJING, 2 nov (Xinhua) -- El embajador de Perú en China, Juan Carlos Capuñay, señaló el martes que su país considera inconcebible un área de libre comercio en la región de Asia-Pacífico en la que no participe China, "el socio comercial más importante de la región".

Capuñay se refería en estos términos, durante una entrevista con Xinhua, al estado del proceso de conformación de una gran área de libre comercio en la que participen países de las dos orillas del Pacífico, una de las tareas que se espera avanzar durante la próxima reunión informal de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC 2016) que se celebrará este mes en Lima, capital de Perú.

Según el embajador, que fue director ejecutivo del APEC de 2007 a 2008, en estos momentos la región está dividida "en dos bloques", uno en torno al Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (conocido como TPP), encabezado por los países de Occidente, y otro sobre la base del Acuerdo Económico Regional Integral (cuya abreviatura en inglés es RCEP), "un grupo mucho mayor" en el que sí está China pero no EEUU.

Capuñay ha insistido, como ya comunicó durante su visita a China el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, que Perú es miembro del TPP pero que lo entiende "como un paso previo al área de libre comercio" de la que China "no puede quedar al margen" y que surgirá de "la suma del TPP y el RCEP".

El área de libre comercio podrá estar operativa, en todo caso, hacia 2025, según el embajador, debido a las "situaciones complejas de la economía regional".

El representante de la diplomacia del país andino considera que en la próxima reunión del APEC se podrá avanzar hacia la "internacionalización" de las pequeñas y medianas empresas (pymes), como forma de reforzar "la dimensión social de la globalización", toda vez que las pymes suponen "el 90% de la capacidad industrial del Asia-Pacífico" y dan empleo al "95% de la población".

En cuanto a las relaciones bilaterales entre China y Perú, que atraviesan un momento dulce en los últimos años, Capuñay expresó que el objetivo es lograr una "complementariedad económica" entre ambos países.

Recordó que China es el primer socio comercial de Perú, el primer inversor en minería y uno muy importante en los terrenos de la agricultura y la pesca, mientras que Perú es para China el segundo proveedor de uva, el primero de espárrago y plátano orgánico y, previsiblemente, pronto también el segundo de aguacate.

Partiendo de estos éxitos, Perú pretende ahora avanzar en proyectos de inversión "de una categoría superior", no solamente de explotación de los recursos, sino que también abarquen "la transformación productiva y el mejoramiento de la capacidad productiva del país", algunos de los cuales se conocerán en la cumbre de Lima, según anticipó.

Capuñay se mostró favorable a la iniciativa del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), cuya solicitud de ingreso su país ya ha efectuado y que cree que podrá ser provechoso para Perú por la importante presencia china allí.

"Tenemos el mayor número de inversiones mineras chinas, el proyecto minero más grande de China está en Perú. Tenemos intereses en la construcción de infraestructuras, de carreteras, de puertos. Tenemos, en fin, una relación económica tan cercana que podemos optar a tener acceso a esos fondos", detalló.

El embajador explicó, por otra parte, que la revisión del tratado de libre comercio entre China y Perú podrá abordar el estatus de "productos agropecuarios y agroindustriales que ya han pasado las barreras fitosanitarias y han sido aceptados por las autoridades chinas", así como la introducción de "ciertos elementos sobre cambios que ha habido en Perú respecto al tratamiento del capital extranjero, para el que ahora hay más facilidades", todo ello en el contexto de la transición de China de su papel como "fábrica del mundo" al "laboratorio del mundo".

Al hablar de la iniciativa de la Franja y la Ruta que interconecta los países de la antigua Ruta de la Seda y la amplia más allá del océano, Capuñay consideró que Perú puede tener un papel destacado en el "elemento cultural", habida cuenta de los vínculos históricos entre ambos países.

Recordó, sobre esa cuestión, que en Perú residen unos tres millones de descendientes de chinos, se publica un periódico diario en edición bilingüe en chino y español e incluso el idioma ha incorporado léxico proveniente del chino, como las palabras "chifa" para denominar a los restaurantes de cocina china o "kion" para denominar al jengibre, así como vestigios que apuntan a la presencia china en Perú hace ya 3.000 años.

Estos factores ofrecen, considera el diplomático, "las condiciones para el desarrollo del vínculo cultural", por lo que propuso que "la extensión de la Ruta de la Seda a través de la ruta marítima pueda concluir en un puerto peruano" que sirva de punto de partida de América Latina hacia Asia.