Dos niños refugiados ven la donación de alimentos, ropa, medicamentos y otros productos para los refugiados durante un evento organizado en frente del edificio del Parlamento griego en Atenas, Grecia, el 6 de marzo de 2016.(Xinhua/Lefteris Partsalis)
Anna Theologitou, de 75 años de edad, donó una pequeña parte de su pensión para ayudar a los refugiados y los necesitados.
"Los griegos son particularmente sensibles al sufrimiento de este frágil grupo porque sabemos por nuestros padres y abuelos lo que significa ser un refugiado", dijo.
"Miles de familias griegas experimentaron este dolor en el pasado. En 1923, los griegos de Asia Menor tuvieron que dejar sus casas y reubicarse en Grecia por causa de la guerra. Y más tarde, varios griegos emigraron a Alemania, América o Australia en busca de un empleo y de un futuro mejor para sus familias", explicó la mujer unas horas antes de la cumbre UE- Turquía en Bruselas que decidirá el destino de miles de refugiados y migrantes.
Grecia ha estado sometida a una creciente presión en los últimos meses para frenar la afluencia de personas procedentes de Turquía y para manejar además al otro asunto delicado: su crisis de deuda.
Un niño juega con los juguetes donados a los refugiados durante un evento organizado en frente del edificio del Parlamento griego en Atenas, Grecia, el 6 de marzo de 2016.(Xinhua/Lefteris Partsalis)
Más de 30.000 personas han estado varadas en Grecia en las últimas tres semanas, de acuerdo con cálculos oficiales del gobierno griego.
Más de 14.000 están esperando entrar a la ex República Yugoslava de Macedonia (ERYM) en el cruce fronterizo de Idomeni, 3.500 refugiados se encuentran en las terminales portuarias de El Pireo y otros 15.000 se encuentran en diversas instalaciones de recepción toda Grecia.
Por otra parte, la afluencia de personas de Turquía a las islas griegas es de cerca de 1.000 diarias, de acuerdo con los datos más recientes de la guardia costera griega.
Mientras el gobierno intensifica esfuerzos para encontrar alojamiento para los refugiados, el viceministro de Migración de Grecia, Yannis Mouzalas, predijo que el número de personas varadas en Grecia podría superar los 70.000 para abril.