CARACAS, 26 feb (Xinhua) -- Medio de transporte público o atractivo turístico, los teleféricos en Venezuela se han convertido en parte de la vida diaria de habitantes y visitantes foráneos, quienes aprecian estas maravillas de la ingeniería moderna.
En el país existen cinco sistemas de este tipo, concentrados la mayoría en la capital suramericana, los cuales se han convertido en símbolo característico de Caracas al decursar el tiempo.
El más emblemático de ellos es el Teleférico Warairarepano, bautizado así por el fallecido líder Hugo Chávez en 2007, luego de pasar a manos del Estado bolivariano tras incurrir en incumplimientos del contrato de la concesión la empresa privada a cargo del también conocido Teleférico del Ávila.
Inaugurado en septiembre de 1955 y puesto en servicio el 19 de abril de 1956, el mismo permaneció abierto hasta finales de 1970, cuando las autoridades locales decidieron cerrarlo por el deterioro de sus instalaciones.
Tres décadas más tarde el gobierno nacional entregó las instalaciones en concesión a la compañía privada Inversora Turística Caracas, responsable de emprender los trabajos de construcción y sustitución del antiguo teleférico.
En la actualidad el sistema cuenta con más de 87 cabinas con capacidad para trasladar a ocho personas cada uno en un recorrido de 3,5 kilómetros (km) de distancia, desde la estación principal hasta la cima de la montaña El Avila en el noroeste de Caracas, en un tiempo estimado de 15 minutos.
El Teleférico Warairarepano es uno de los principales atractivos turísticos de Venezuela pues une a la bulliciosa urbe con el Parque Nacional de igual nombre, considerado el pulmón de Caracas, un rescate del ecosistema que durante siglos ha sido un santuario para locales y extranjeros que buscan la naturaleza como medio de escape a la agitada vida capitalina.
Asimismo con el fin de lograr la interconexión de los tres destinos recreativos más importantes de Venezuela (playa, montaña y ciudad), a finales del 2013 se dio inicio a las obras del Sistema Teleférico Warairarepano-Macuto, ubicado este último punto en el norteño estado Vargas.
La fecha prevista para su inauguración es en julio de 2017, luego de casi 50 años de olvido, y dispondrá de 50 cabinas con capacidad para ocho personas cada una, con un tiempo de traslado de 45 minutos desde el centro de Caracas hasta Macuto.
Según declaraciones del ministro de turismo suramericano, Andrés Izarra, esta obra representará a su vez una vía alterna de conexión hacia el principal terminal aéreo del país, el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, localizado en Vargas.
"La inversión es para recuperar las instalaciones del Teleférico Warairarepano-Macuto no solamente para el turismo sino también de transporte masivo, por lo que tendrá un alcance social de atención de más de cinco millones de personas al año, generando 483 empleos directos y más de 2.898 empleos indirectos, convirtiéndose en una vitrina de promoción turística internacional ya que conectará, en tan solo 10,9 kilómetros lineales de recorrido, los principales paisajes turísticos del país sol-playa-montaña-ciudad", apuntó.
Igualmente en Caracas se encuentran dos teleféricos destinados a las comunidades más pobres de la capital venezolana, el MetroCable Mariche y el San Angustín.
Este último fue el primer sistema de ese tipo para el transporte público en la nación suramericana, inaugurado en enero del año 2000 por el desaparecido presidente Chávez, y dispone de cinco estaciones con una longitud de 1,8 km.
El sistema moviliza alrededor de 40.000 personas por día, residentes de la localidad de San Agustín, en el oeste de Caracas, considerada una de las más humildes del país.
Igual propósito, como medio de transporte colectivo para los más necesitados, cumple el MetroCable Mariche, el cual beneficia a alrededor de 90.000 habitantes de este barrio del noreste de la ciudad capital.
Las operaciones de estas instalaciones iniciaron en diciembre del 2012 con un recorrido de 4,8 km que permite unir la estación de Mariche con la línea 1 del metro de Caracas en tan sólo 17 minutos.
Por último, en el estado andino de Mérida, el Ejecutivo bolivariano concluye las obras constructivas para reactivar el Mukumbarí, considerado el Teleférico turístico de montaña más alto y largo del mundo.
Puesto en marcha en 1960, el sistema cuenta con cinco estaciones y actualmente sus servicios se encuentran interrumpidos pues enfrenta labores de mantenimiento para convertirlo, según el ministro Izarra, en "el más moderno del planeta, una obra de envergadura en la ingeniería moderna de Latinoamérica".
El Mukumbarí es un sistema de cuatro teleféricos en serie, que facilita el desplazamiento de 12,6 km para superar el desnivel existente entre la ciudad de Mérida (1.640 metros sobre el nivel del mar) y Pico Espejo (4.765 metros sobre el nivel del mar).
De acuerdo con datos oficiales, tras su apertura trasladará a más de 600.000 turistas al año, a partir del funcionamiento de ocho cabinas con capacidad para 60 personas cada una.
Enclavado en los andes venezolanos, en medio de páramos, elevaciones y un clima frío que contrasta con el resto de las regiones de esta nación suramericana, el teleférico de Mérida será inaugurado en el segundo semestre de este año, tras finalizar las labores constructivas iniciadas en 2010 y cuya inversión supera los 650 millones de dólares.
Estas cinco infraestructuras de gran impacto social y económico ponen el nombre de Venezuela en la lista de países que ostentan la dicha de poseer sistemas teleféricos modernos y de variada utilidad para el pueblo y visitantes.