BEIJING, 13 jun (Xinhuanet) -- La libertad de dibujar según las ideas locas y bonitas nacidas del cérebrito creativo de un niño, desgraciadamente, puede ser un lujo demasiado para la mayoría de los menores de China.
Pues siempre hay deberes escolares y cursos del piano o el ajedrez o el ballet que les rellenan el calendario.
A Diandian y Daidai, dos jóvenes que han llegado a los 20 años de edad pero se niegan a ser “adultas” en el sentido social de la palabra, la creatividad infantil es un tesoro de tanto valor que vale la pena defender.