Por Francisco González
MEXICO, 30 abr (Xinhua) -- La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su informe "Panorama Mundial Social y Laboral. Tendencias 2015", señala que en 2014 se registraron más de 201 millones de desempleados en todo el mundo, 31 millones de personas más sin empleo que al inicio de la crisis financiera mundial de 2008.
De acuerdo con la OIT, el año pasado el 5,9 por ciento de la fuerza laboral mundial no contaba con empleo. Lo peor es que la organización prevé un aumento de 3 millones de desempleados este año.
Los jóvenes son el sector de la población más afectado. En 2014, 74 millones de personas de entre 15 y 24 años de edad no encontraron empleo. El desempleo juvenil se ha convertido en un círculo vicioso: los jóvenes no pueden conseguir empleo por la falta de experiencia laboral y a su vez, las empresas no pueden cubrir muchas vacantes por la falta de recursos humanos con las competencias requeridas.
Las mujeres también enfrentan un panorama difícil en relación con las oportunidades laborales. Como lo indica la OCDE en su informe "Cerrando la brecha de género", las mujeres ganan menos que los hombres, tienen menos posibilidades de alcanzar puestos de alta dirección y es más probable que pasen sus últimos años en la pobreza.
Ante esta realidad, están surgiendo nuevos modelos de trabajo, implantados tanto por las empresas como por los países, que recurren a diversas estrategias para incrementar la productividad. Esto ha dado lugar a algunas de las nuevas tendencias laborales.
SILICON VALLEY
Silicon Valley, la zona de alta tecnología ubicada en el estado de California, Estados Unidos, alberga a grandes empresas tecnológicas que dominan el escenario mundial, tales como Google, Intel, Cisco, Yahoo y Facebook, entre otras.
En ese lugar, se han adoptado modalidades de trabajo novedosas enfocadas en el incremento de la productividad a través de la creatividad y de la innovación.
Uno de los lugares más solicitados para trabajar es el gigante tecnológico Google. La firma recibe cada año cerca de 2,5 millones currículums de personas que desean trabajar para ella. Con una filosofía de crear el lugar más feliz y más productivo del mundo, la firma consiente a sus empleados con zonas de juego, cafeterías, terrazas y una decoración muy original.
Google no sólo ofrece instalaciones y servicios a sus empleados para incentivarlos. La política del 20 por ciento permite que los empleados dediquen un día a la semana a proyectos personales. Algunos resultados notorios han sido Google Reader, Google Maps y Google Wave.
La necesidad de personal ampliamente capacitado ha orillado a las compañías tecnológicas de Silicon Valley a buscar talento en los lugares menos esperados. Ruth Porat, directora financiera de Morgan Stanley, está al frente de las finanzas de Google a partir de marzo de este año, con lo que se suma a personajes renombrados como Anthony Noto, quien dejó Goldman Sachs para unirse a Twitter.
TRES GENERACIONES, TRES FORMAS DISTINTAS DE TRABAJAR
En el entorno laboral es probable encontrar a trabajadores de todas las edades, que desempeñan su labor con diferentes estilos a partir de su contexto y educación.
Los baby boomers, que incluyen a las generaciones nacidas entre 1946 y 1964, aprendieron con un enfoque técnico basado en datos y evidencia. Su motivación para trabajar es la seguridad financiera y la responsabilidad. En cuanto al estilo de liderazgo, optan por el control y el pensamiento, y recurren a tácticas de administración como reclutamiento y supervisión.
Las personas nacidas entre 1965 y 1979 son parte de la generación X. Aprendieron de forma práctica, con casos de estudio. Buscan oportunidades, ascensos y planes de carrera. Creen que el liderazgo se ejerce con entrenamiento y promoción y en el trabajo optan por coordinarse en equipo.
En un entorno de internet y otros dispositivos tecnológicos se formaron los miembros de la generación Y, también conocidos como "milennials". Su aprendizaje fue multisensorial y con debates en clase. Son creativos y buscan variedad en los trabajos. Logran el liderazgo a través de consenso y siempre persiguen la innovación y son capaces de realizar tareas multimodales.
JORNADA REDUCIDA DE TRABAJO
En 2008, el gobierno de Utah, Estados Unidos, implementó una semana laboral de cuatro días para los funcionarios públicos. Los empleados utilizaban su viernes libre para tener un segundo empleo o dedicarse a sus actividades personales. Sin embargo, los residentes se quejaron de la falta de servicios públicos en viernes y los ahorros previstos no se materializaron del todo, por lo que la innovadora práctica terminó en 2011.
Durante mucho se tiempo se ha creído que largas jornadas de trabajo merman la productividad de la mano de obra. La OCDE tiene un indicador que mide el número total de horas trabajadas por año entre el número de empleados de un país. En 2015, México se ubicó en segundo sitio, sólo después de Turquía, en número de horas de trabajo. Después están la República de Corea, Grecia y Chile.
En el caso de México, la cifra de horas trabajadas significa que los mexicanos trabajan en promedio 10 horas diarias, 50 horas a la semana. El 29 por ciento de la población económicamente activa en México pasa gran parte de su tiempo trabajando. En Turquía viven esa situación 43 por ciento de los trabajadores.
En contraste, los daneses trabajan en promedio 37 horas a la semana y tienen derecho a por lo menos cinco semanas de vacaciones pagadas al año. A pesar del bajo número de horas trabajadas, la productividad danesa es alta.
Gran parte del trabajo en Dinamarca, principalmente del sector del conocimiento, se realiza desde casa. La clave del éxito danés radica en el trabajo por objetivos más que en largas jornadas y en el hecho de que cumplir con las tareas dentro de los plazos establecidos es una cuestión de estatus social.
SUBCONTRATACION (OUTSOURCING)
Desde hace algunas décadas, las compañías recurren a la subcontratación (outsourcing) de personal, es decir, a la contratación de una agencia externa para operar funciones no medulares que antes se realizaban dentro de la empresa.
Esta modalidad forma es parte de reingeniería de los negocios, consistente en la revisión y rediseño de procesos de negocio para mejorar costos, calidad de servicio y velocidad de procesos.
De acuerdo con la consultora Gran Thornton, en su informe "Subcontratación: Manejando la eficiencia y el crecimiento", los directores de empresas que han expresado su deseo de recurrir a este esquema laboral son principalmente de las regiones del sur de Europa (64 por ciento), América Latina (51 por ciento), sur de Africa (48 por ciento) y América del Norte (43 por ciento).
Una empresa recurre a la subcontratación para mejorar la eficiencia, reducir costos y tener mejor acceso a recursos humanos bien preparados. Sin embargo, este esquema perjudica a los trabajadores dado que restringe su acceso a salud, vivienda, pago de aguinaldo y primas vacacionales, entre otras prestaciones.
Como un ejemplo de las dimensiones que ha alcanzado la subcontratación, se puede mencionar el caso de Manpower. Esta compañía estadounidense, que ocupó en 2014 la posición 144 de la clasificación de Fortune 500, cuenta en México y Centroamérica con 155.000 empleados temporales y permanentes, más de un millón de candidatos registrados y una cartera de más de 2.000 clientes mensuales.
Muchas empresas a nivel mundial continúan aplicando los tradicionales modelos de trabajo verticales, mientras que otras están marcando nuevas tendencias que se adaptan a las transformaciones de la época. El futuro dirá cuáles saldrán adelante.