Por Pedro Saldaña
MEXICO, 30 abr (Xinhua) -- Durante muchos años, en México el 1 de mayo era el pretexto para que corporaciones gremiales sindicales mostraran "el músculo" frente al presidente del país y dar una imagen de control y estabilidad, afirmó el doctor en derecho, Oscar de los Reyes Heredia.
El director del Departamento de Derecho en el Tecnológico de Monterrey, Campus Sata Fe, dijo a Xinhua, en ocasión del Día del Trabajo, que en el país se recuerdan muchos desfiles de todos los gremios frente al presidente.
"Se asociaba mucho a estos eventos a Don Fidel Velázquez", el líder y político quien durante más de 40 años (1950-1997) encabezó la Confederación de Trabajadores de México, cuya fuerza política era la más sólida de cuantas existían en el país.
Indicó que hoy día el 1 de mayo, con el transcurso de los años, perdió su real significado. Por un lado el debilitamiento del corporativismo y la aparición de cada vez más de grupos antagónicos con los gremios y sindicatos institucionalizados dejó de lado esta práctica, "de la cultura política del México del siglo pasado".
Recordó que en aquellos años todas las corporaciones sindicales agradecían al presidente y establecían de manera pacífica y hasta festiva, las demandas "que no era otra cosa más que mostrar el control a través del modelo corporativo por parte del presidente y del sistema político".
El abogado constitucionalista señaló que hoy ese día para muchos jóvenes simplemente es un día de asueto, con la posibilidad de hacer puente vacacional.
Expresó que olvidan que es un homenaje a una lucha reivindicadora de los derechos laborales que influiría de una manera muy importante también, en lo que más adelante serían los derechos sociales reconocidos por la Revolución Mexicana.
"El día del trabajo dejó de ser una fiesta política porque hay voces de una sociedad civil menos proclive a sujetarse a esquemas corporativos y porque existen ya organismos disidentes, lideres independientes, y este tipo de expresiones del corporativismo no se dan incluso para muchos hasta por seguridad".
El 1 de mayo puede verse de muchas maneras, comentó. "Para muchos jóvenes especialmente es un día de asueto si tienen un empleo; para unos es menos relevante porque no lo tienen; para otros representa el recordatorio de la necesidad de mejorar condiciones de trabajo en términos de estabilidad en el empleo.
Para unos más representa la posibilidad de consolidarse fuera de los esquemas corporativos de todo el sistema político y consolidar instituciones gremiales que den la batalla frente a las condiciones en las que se está desenvolviendo el empleo y para varios más, la necesidad de incentivar esquemas de inversión para la generación de empleos.
El doctor en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) comentó que es cada vez mayor la demanda de empleos en el país.
Existe una brecha de desigualdad muy importante. Lo que demanda el trabajador, más que el empleo, es el incremento de los puestos de trabajo. Gran parte de la población, la que constituye la fuerza potencial de trabajo, lo que pide hoy en día es la seguridad en el empleo.
Y más que puestos de trabajo (que evidentemente son necesarios) tienen que ver con la necesidad de estimular la inversión en todos los sentidos, así como de incentivar al trabajador con mejores salarios y condiciones de trabajo para que se perfeccione en términos de la calidad de su trabajo no porque la fuerza laboral en México no sea de calidad, porque lo es y está probado.
Apuntó que la reciente reforma laboral abrió la posibilidad de transformar en cierto sentido las condiciones en las que se da la inversión y puedan generarse empleos.
El abogado señaló que la informalidad se da por la falta de empleo, la falta de incentivos para el desarrollo y de actividades económicas en la formalidad.
Existen esfuerzos del gobierno federal en términos de incentivar los micro y pequeñas empresas y hay esfuerzos interesantes para llamar a la formalidad.
"Y a la falta de incentivos también se agregan los gobiernos locales, los municipales o delegacionales los que tienen entre sus obligaciones facilitar los establecimientos de negocios, mercantiles y hoy en día todavía padecemos la corrupción en términos de lograr la apertura de pequeños negocios y eso puede desincentivar y alentar la informalidad", dijo.
Las reformas que implementó el gobierno no surten efectos de manera inmediata, lo que sí pueden generar es confianza en la inversión que pueda derivar en nuevos empleos, o bien, estrategias de promoción a la inversión al desarrollo de nuevos negocios.
Los resultados de las reformas estructurales las tendremos en el mediano plazo.
"Eso, si es que no afecta la percepción en algunas regiones de México por la inseguridad y la percepción permanente de la impunidad y la corrupción que son elementos que se entrelazan", explicó.
La experctativa que hay a partir de las nuevas reformas generó confianza e inversión, pero el asunto es sostener ese nivel de confianza, agregó.
En relacipón al outsourcing o la subcontratación la reciente reforma lo ha regulado de manera tal que no sea la puerta de escape para evadir obligaciones patronales y es una posibilidad de incentivo a la inversión.
"Ya hay tesis jurisprudenciales y además hoy día la propia ley ya establece que las empresas que subcontratan y las empresas de outsourcing tienen obligaciones patronales bajo determinadas condiciones", comentó.
Antes se consideraba un peligro laborar a través del outsourcing. Hoy no lo es tanto, porque existen mecanismos de defensa para poder obligar a los patrones a que cumplan con sus obligaciones patronales.
Y dijo que es lo mismo en el caso del trabajo por horas sobre todo en el sector académico que ya tiene muchos años aplicándose.
"Aquí, repito lo que siempre me he pronunciado: la necesidad de que exista voluntad política. Puede haber leyes y reformas constitucionales que sean técnicamente valiosas, que tengan un sentido de asegurar la justicia, pero si quienes operan su aplicación no obran congruentemente pues estamos frente a un retroceso", concluyó.