CUMBRE AMERICAS-ESPECIAL: Obama parece decidido a dejar un legado en su política exterior hacia América Latina

Actualizado 2015-04-11 13:17:41 | Spanish. xinhuanet. com

SANTIAGO, 10 abr (Xinhua) -- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado un conjunto de acciones hacia América Latina y el Caribe que representan los cambios de mayor envergadura desde que asumió la presidencia por primera vez en 2009 y sugieren que desea dejar un legado en su política exterior hacia la región.

Esas iniciativas son la apertura hacia Cuba, la relajación de la medida que pone a Venezuela como una "amenaza" a la seguridad de Estados Unidos, la designación de un "enviado especial" para apoyar el proceso de paz en Colombia y el anuncio de dar 1.000 millones de dólares a Centroamérica para mejorar la seguridad y su política energética, así como el cambio de la política estadounidense de migración.

Uno de los elementos que argumentó el mandatario estadounidense para comenzar la normalización de las relaciones con Cuba fue que la negativa posición de Washington hacia la isla había provocado que las naciones latinoamericanas y caribeñas siempre expresasen solidaridad hacia la isla y críticas hacia EEUU.

A ello se suma el acuerdo de Obama con los líderes de la Comunidad del Caribe (CARICOM), que incluye una cooperación energética, en momentos en que Venezuela ha reducido en un 20 por ciento el suministro de petróleo a ese grupo de países, debido a los problemas en su economía.

El asesor adjunto de seguridad nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, dijo que, a pesar de la orden ejecutiva, firmada por el mandatario, donde califica a Venezuela de "amenaza extraordinaria e inusual" a la seguridad estadounidense, Estados Unidos no considera a esa nación una "amenaza" para su seguridad.

En su primer discurso en el marco de la cumbre se evidenció que el mandatario quiere acercarse a la región, en momentos en que la economía estadounidense presenta buenos resultados, rectificando el abandono de sus promesas durante la Cumbre de las Américas del 2009 en Trinidad y Tobago, cuando estrenaba su primera administración.

La mayoría de los gobiernos latinoamericanos han expresado su rechazo a las sanciones a Venezuela y han anunciado que van a defender al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, ratificando las declaraciones de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que han manifestado su repulsa a ese tipo de sanciones.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, llevó a Panamá los 10 millones de firmas recogidas en su país para pedir el levantamiento de las sanciones antes citadas, una campaña que ha recibido el apoyo amplio internacional.

Por su parte, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se ofreció para servir de "puente" para que mejoren las relaciones EEUU-Venezuela, indicando que esa situación de tensión entre ambas naciones "no le conviene a nadie".

"Si las partes dicen que Colombia podría ser un puente, porque tenemos unas magníficas relaciones con Estados Unidos y también, a pesar de las diferencias, con Venezuela, pues estaremos dispuestos", indicó.

Lo más llamativo que ha ocurrido en las relaciones EEUU-América Latina en las últimas décadas es el anuncio y los pasos que se están dando para normalizar los vínculos con Cuba, con la implementación de un conjunto de medidas que acercan a ambos países, aunque todavía sigue vigente el bloqueo económico contra Cuba implantado hace más 50 años por Washington.

En el marco de la cumbre se produjo la primera reunión bilateral entre el secretario de Estado, John Kerry, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez, que se prolongó durante tres horas y, según una fuente cubana, fue "constructiva" y "respetuosa".

El secretario de Estado y el ministro de Asuntos Exteriores cubano coincidieron en que ha habido "progresos" en las relaciones bilaterales y expresaron que van a trabajar para resolver los "asuntos pendientes", según un breve comunicado enviado por el Departamento de Estado.

Hasta el momento, Cuba no ha facilitado ninguna información sobre la celebración de la reunión y tampoco lo han hecho los medios de la isla.

Ese contacto entre Kerry y Rodríguez fue la reunión bilateral de más alto nivel en décadas de los dos vecinos, en el marco del histórico anuncio para el restablecimiento de las relaciones realizado en diciembre pasado.

Antes de viajar a Jamaica, destino previo a su llegada a Panamá, Obama y el presidente Raúl Castro mantuvieron una conversación telefónica y se espera que, antes que concluya la cumbre, ambos tengan algún tipo de contacto, el cual sería histórico porque la última entrevista entre jefes de Estado de ambos países se produjo hace más de 60 años.

En Jamaica, Obama dijo que ya había recibido de Kerry la recomendación sobre si Cuba debe salir de la lista de países patrocinadores del terrorismo, pero aclaró que no ha tomado una decisión al respecto. No obstante, el senador demócrata Ben Cardin comentó que la recomendación del secretario de Estado es favorable a sacar a Cuba de esa lista.

Esa recomendación de Kerry debe ser revisada ahora por un equipo de la Casa Blanca, que elevará después a Obama sus conclusiones.

El Gobierno cubano insiste en la salida de su país de esa lista, en la que aparece cada año desde 1982, pero no lo considera una "precondición" para seguir el proceso de normalización de relaciones bilaterales con EEUU y reabrir las embajadas en las respectivas capitales.

Para retirar a Cuba de la lista, Washington debe concluir que "durante los últimos seis meses" la isla no se ha implicado "en el apoyo, asistencia o complicidad de actos terroristas internacionales", según explicó recientemente Kerry.

Además, debe haber un compromiso de Cuba de que no tiene intención de involucrarse o apoyar el terrorismo en el futuro, lo cual se da por descontado porque nunca ha estado vinculada a ese tipo de actividades.

Tras la decisión de Obama, ésta debe notificarse de manera formal al Congreso, que cuenta con 45 días para estudiarla y, en caso de desacuerdo, puede presentar un proyecto de ley para tratar de revocar el dictamen presidencial.

Falta todavía el discurso del presidente estadounidense ante los mandatarios presentes en Panamá, pero seguramente reiterará su compromiso de transformar los lazos con el resto de los 34 países de la Cumbre, lo cual le serviría para dejar un legado como mandatario de Estados Unidos, que ojalá sea de paz y cooperación mutua.

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