SANTIAGO, 31 mar (Xinhua) -- La creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), con sede en Beijing, capital china, "abre un espacio para generar una institución multilateral acorde a las necesidades de los países en el siglo XXI".
Así lo afirmó hoy en Santiago el ex presidente chileno Ricardo Lagos, en respuesta a una pregunta de Xinhua, durante un encuentro con corresponsales extranjeros.
"¿En qué medida es posible mantener indefinidamente al dólar como la moneda común de reserva internacional?", se preguntó y seguidamente aseguró que ese banco "es la respuesta a que ya no es posible mantener las instituciones financieras creadas al término de la Segunda Guerra Mundial".
Se refería al Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, creados en una conferencia internacional que se reunió en Bretton Woods, Estados Unidos, en julio de 1944, que adoptó el acuerdo de que el dólar estadounidense fuera la divisa para el intercambio comercial en el mundo.
Su objetivo era crear un marco para la cooperación económica y el desarrollo que permitiera lograr una economía mundial más estable y más próspera: meta que sigue siendo fundamental para ambas instituciones, y aunque su labor evoluciona con los nuevos acontecimientos y desafíos económicos, ambos son criticados por los países en desarrollo.
El ex mandatario, que gobernó entre el 2000 y 2006, apuntó que "durante mucho tiempo se mantuvo la necesidad de agiornar o actualizar o de poner al día esta situación financiera internacional, pero los avances han sido mínimos".
"Habrá que ver la forma cómo evoluciona el Banco, las características que va a tener y, hasta ahora lo que se ha planteado son las objeciones de 'algunos en Occidente' sobre la rigurosidad en materia de sus préstamos y para que también no ocurran actos de corrupción con los fondos de esa institución", agregó Lagos.
Lagos comentó que sólo hay que ver lo que ha ocurrido en el mundo con las potencias económicas mundiales en más de 5 décadas y dónde están la mayor parte de los activos financieros, cuando ha habido un cambio de orientación en las fuerzas internacionales.
En su opinión, el BAII "también plantea un desafío para los países latinoamericanos en el sentido de qué manera éstos, en la medida de las posibilidades de cada uno, puedan emprender la necesidad de participar en esa instancia".
Con un capital inicial de 50.000 millones de dólares, cifra que podría extenderse a 100.000 millones, el BAII ya ha suscitado el interés de numerosos países. Se prevé que el BAII sea establecido formalmente a fines de 2015, después de que los potenciales miembros fundadores hayan firmado y ratificado los Artículos del Acuerdo.
El desarrollo de la infraestructura de los países emergentes en Asia, Africa y América Latina potencia las oportunidades de inversión, por lo que el BAII podría convertirse en una herramienta útil para complementar el orden financiero mundial.