Por Gerardo Laborde

MONTEVIDEO, 27 feb (Xinhua) -- Tabaré Vázquez asumirá el próximo domingo la presidencia de Uruguay, cargo que ya ocupó entre 2005 y 2010, con mayoría en el Parlamento y una economía que continúa creciendo a tasas aceptables.

Sin embargo, este oncólogo de 75 años que encabezará el tercer gobierno consecutivo del izquierdista Frente Amplio (FA) afronta varios desafíos para los próximos cinco años.

Primero, deberá mantener los delicados equilibrios internos en el FA cuidando su relación de respeto con el mandatario saliente, José Mujica, y para evitar que un legislador disidente le arruine la ajustada mayoría.

Otra tarea compleja será cumplir las promesas electorales en un contexto internacional menos favorable y con un abultado déficit fiscal, de 3,5 por ciento, el mayor desde la crisis de 2002.

"No los vamos a defraudar, pondremos al máximo nuestro esfuerzo" para "cumplir hasta el último punto y coma con el programa", aseveró Vázquez apenas se confirmó su triunfo en un balotaje el 30 de noviembre.

Ganó con el 53,6 por ciento de los votos contra el opositor Luis Lacalle Pou (Partido Nacional, PN), que tuvo el 41,1 por ciento.

"Me preocupa todo lo que pueda impactar sobre nosotros. Estamos viviendo una situación de incertidumbre regional e internacional muy marcada. No sé para donde va a encaminarse todo esto", reflexionó durante el periodo de transición.

La economía habría crecido un 3 por ciento el año pasado -una tasa históricamente alta para el país y para la coyuntura regional- mientras los índices de desempleo y pobreza se mantienen en niveles históricamente bajos.

NUEVO GOBIERNO

Vázquez conformó un gabinete caracterizado por la continuidad de ministros de la actual administración del saliente presidente José Mujica y el retorno de jerarcas de su primer mandato.

El nuevo equipo incluye a seis jerarcas que ya encabezaron secretarías de Estado en la primera administración y a cuatro que se desempeñan en el gobierno saliente.

Nombró como canciller a Rodolfo Nin Novoa, quien fue vicepresidente de la República durante su gobierno y como ministro de Economía al actual vicepresidente, Danilo Astori, que ocupó el mismo cargo entre 2005 y 2010.

En la ambiciosa plataforma electoral, aparece un sistema nacional de cuidados que atenderá las necesidades de discapacitados, adultos mayores y la primera infancia.

Y también llevar el presupuesto de la enseñanza de 4,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al 6 por ciento.

Asimismo, plantea promover subsidios y apoyos para utilizar el stock de vivienda vacía, un plan nacional de infraestructura para recuperar el ferrocarril y las rutas, y un plan de Seguridad Pública, reforzando la preparación y tecnología policial.

El saliente ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, advirtió que "el nivel del gasto social comprometido" por el nuevo gobierno con "la actual relación entre gasto y producto, porque el producto va a aumentar, no alcanza".

Por eso, propuso elevar la carga impositiva a las clases pudientes.

No obstante, durante la campaña electoral Vázquez repitió hasta el hartazgo que no aumentaría la carga fiscal.

Recientemente, anunció que conformará una comisión de Verdad y Justicia que investigará la represión del gobierno militar (1973-1985).

"Queremos ver cómo se puede avanzar más de lo que se pudo avanzar hasta ahora", comentó sobre la represión de la dictadura que dejó unos 200 desaparecidos y miles de presos políticos durante más de una década.

El primer proyecto de ley que enviará al Parlamento busca que se "castigue menos a los trabajadores" y apunta a excluir del aporte mensual del impuesto a la renta al aguinaldo y el salario vacacional.

EQUILIBRIOS

Vázquez, a diferencia de su primer gobierno, convivirá con la sombra de un ex mandatario frenteamplista, Mujica, cuya participación no será nominal ya que fue electo senador.

El nuevo presidente no gobernará en el mismo escenario de hace nueve años cuando era el "líder absoluto del FA" y Mujica "una figura de segundo nivel", opinó el politólogo y director de Factum, Oscar Bottinelli.

Como ex presidente, Mujica "queda de igual a igual con Vázquez, tiene un prestigio internacional formidable, muy superior al de Vázquez", recordó Bottinelli meses atrás en una entrevista con Xinhua.

En tanto, para el politólogo Daniel Chasquetti, Vázquez "está un poco más al centro que el mandatario saliente", lo que podría dificultar su relacionamiento con la bancada del FA, más volcada a la izquierda, según escribió en su blog.

"Como Vázquez es más moderado que Mujica (en términos ideológicos) y la bancada legislativa actual es un poco más izquierdista que la anterior, la distancia entre el presidente y la mayoría legislativa será más grande que en el anterior período de gobierno", sostuvo.

"Este factor no puede pasar inadvertido a la hora de imaginarnos cómo será el proceso legislativo porque puede imponerle al presidente restricciones importantes a la hora de intentar alcanzar soluciones legislativas", alertó Chasquetti.