LA PAZ, 17 feb (Xinhua) -- El presidente de Bolivia, Evo Morales, manifestó hoy su solidaridad con su similar de Argentina, Cristina Fernández, y rechazó cualquier intento de "un golpe judicial" en contra de la dignataria para derrocar a su gobierno progresista.

Además, denunció en una emisora local de la población Lauca Ñ, en el departamento central de Cochabamba, que la derecha más reaccionaria de ese país trasandino intenta, con apoyo de potencias foráneas, interrumpir el proceso revolucionario en Argentina.

"La derecha más reaccionaria está movilizada para conseguir la renuncia de la presidenta (Cristina Fernández), imagínense con este golpe judicial (...) imputando (judicialmente) a la compañera Cristina", recriminó el dignatario boliviano que se ha considerado un aliado de la gestión de Fernández.

De esta manera, el mandatario boliviano expresó su apoyo a la presidenta argentina, que atraviesa momentos complejos con la justicia de su país a razón de la muerte del fiscal Alberto Nisman.

El fiscal argentino Gerardo Pollicita, sucesor del fallecido Nisman, imputó a Fernández, al ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman; al diputado Andrés Larroque y al dirigente Luis D'Elía, entre otros, por presunto encubrimiento de los acusados en un atentado terrorista perpetrado a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina, en Buenos Aires, en 1994.

"Nuestro respeto, nuestra admiración, nuestra solidaridad a la compañera Cristina y la Argentina", destacó Morales quien dijo que es obligación de los países de la región defender a los gobiernos democráticamente electos.

Según Morales, la presidenta Fernández no está sola porque los gobiernos de la región están atentos para defenderlos ante las agresiones golpistas internas y externas.

A decir del dignatario boliviano Morales, los ataques contra el gobierno de Fernández son sistemáticos como sucedió con los denominados "fondos buitre" y ahora se gesta el "golpe judicial".

El presidente boliviano comparó el ataque a Fernández con los que sufrieron, Fernando Lugo, depuesto por vía de un expeditivo juicio congresal en Paraguay, en 2012.

También lo comparó con lo sucedido con Salvador Allende en Chile, presa de un complot empresarial que generó escases de alimentos en la población, con que se abonó el sangriento golpe militar de Augusto Pinochet en setiembre de 1973.

Reiteró su apoyo a la gestión de Fernández y llamó a los movimientos sociales estar alerta ante cualquier ataque a los gobiernos progresistas para hacer una defensa común.