SANTIAGO, 27 ene (Xinhua) -- La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, agradeció hoy al Congreso que haya aprobado el proyecto de ley que puso fin al copago de los padres a los colegios, al lucro con el dinero del Estado y a la selección de alumnos en el sistema educacional.

Tras más de tres meses de debates en el Senado y la Cámara de Diputados, este proyecto era el primero de la gran reforma a la educación, que la mandataria incluyó en su programa de gobierno, como una herramienta para reducir la desigualdad en el país, y que ahora quedó listo para convertirse en ley.

"No puedo dejar de decir lo contenta que estoy porque, tras cinco horas intensas ayer (lunes) y ocho meses de intenso debate, el parlamento aprobó lo que podríamos decir la primera parte de la reforma educacional", dijo la mandatria.

Subrayó que "con este proyecto aseguramos que los recursos públicos se inviertan en la educación de nuestros niños y jóvenes, lo que nos parece que es un inicio para avanzar en calidad. También nos va a permitir que nunca más nuestros niños y niñas puedan ser discriminados por sus condiciones familiares y sociales".

El sistema educativo de Chile es uno de los más privatizados del mundo, después que el régimen militar (1973-1990) aplicó políticas públicas neoliberales, incluyendo la privatización de las escuelas, institutos y universidades.

En 2014, el gobierno logró la aprobación de la reforma tributaria, que aumentó los impuestos a las grandes empresas, con el fin de recaudar de forma permanente 8.200 millones de dólares para financiar la educación.

Bachelet aseguró que "avanzaremos en gratuidad dándole alivio a las familias, que van a poder elegir el colegio para sus hijos y no al revés", porque ahora son los directores los que eligen a sus alumnos, aplicando en muchos casos criterios de discriminación por el nivel económico de las familias y otros.

"Estamos contentos porque dimos un primer paso, un paso enorme para que Chile al fin tenga un sistema educativo más moderno, de calidad, gratuito y sin discriminación", precisó.

También llamó a las familias a tener calma frente a los cambios que se implementarán con la reforma, especialmente en los establecimientos particulares subvencionados con dinero del Estado.

"Quisiera hacer un llamado a las familias que tengan calma, que tengan confianza, no se van a cerrar los colegios, al contrario todos los cambios se van a implementar gradualmente justamente para apoyar a los colegios particulares subvencionados y que sigan haciendo así su trabajo educativo", afirmó.

Anunció que el gobierno trabajará para que se aprueben las demás iniciativas vinculadas con la reforma, como la necesidad de poner fin a la municipalización de la educación que decretó el régimen militar en 1986, con el fin de devolver los colegios al Ministerio de Educación.

También dijo que se presentarán proyectos de ley para mejorar las condiciones laborales de los docentes y establecer la gratuidad para estudiar en las universidades. Chile tiene más de 60 universidades y la gran mayoría son privadas.

"Sabemos que para avanzar en calidad necesitamos profesores y profesoras reconocidos socialmente con buenos salarios y condiciones laborales dignas, una carrera docente que permita una formación integral a la altura de la tarea que tienen los maestros en nuestra sociedad", comentó Bachelet.

Agregó que "también necesitamos que los colegios vuelvan al Estado y que podamos efectivamente trabajar también en una nueva institucionalidad".

La presidenta chilena indicó que "nos parece fundamental que nadie quede fuera de la universidad y, por eso, se trabajará en los proyectos de ley sobre la educación superior, partiendo por la gratuidad y siguiendo con todos los que están vinculados a la calidad en la enseñanza".