PARIS, 4 mar (Xinhua) -- Francia y sus socios europeos, acosados por los volátiles mercados financieros, dificultades económicas y amenazas de seguridad, tienen que unirse a los esfuerzos de China para reconstruir la Ruta de la Seda, declaró recientemente un ex primer ministro francés.

En un artículo publicado el domingo por el periódico francés de negocios "Les Echos", Dominique de Villepin dijo que la Ruta de la Seda ofrece a China "un marco flexible para enfrentar los principales desafíos que encara el país", incluida la globalización de la economía doméstica de la potencia asiática y el fortalecimiento del papel global de su moneda en el comercio mundial.

Desarrollar la histórica ruta comercial también beneficiaría al equilibrio del desarrollo de las provincias, así como al consumo familiar, escribió de Villepin.

El nuevo enfoque al desarrollo económico y al impulso diplomático propuesto "llenará el vacío" entre Asia y Europa al crear un enlace entre las industrias de infraestructura, finanzas y de comunicaciones de las naciones, añadió el ex funcionario,

El político derechista añadió que "se trata de una visión económica que adapta la planificación china a la cooperación económica internacional. En un mundo financiero volátil e inestable, es necesario adoptar el enfoque correcto en los proyectos de largo plazo utilizando nuevos instrumentos multilaterales".

De Villepin argumentó que la disposición de los líderes empresariales chinos para cooperar con Europa en los sectores tecnológico, administrativo y comercial ofrece a Francia y a sus vecinos oportunidades para aprovechar acuerdos lucrativos, principalmente en el sector de transporte y de servicios urbanos.

"Se trata de una tarea que debe movilizar a la Unión Europea y a sus países miembros, pero también a las autoridades locales, a las cámaras de comercio y a los negocios, sin dejar de mencionar a las universidades y a los centros de estudios", escribió de Villepin.

A nivel diplomático, la Ruta de la Seda es "una visión política que allana el camino para que los países europeos renueven el diálogo con los socios del continente asiático, lo que puede ayudar a encontrar, por ejemplo, proyectos flexibles entre Europa y Rusia, en particular a hallar los (fondos) necesarios para la estabilización de Ucrania", comentó de Villepin.

"El hilo entre Oriente y Occidente todavía tiene que afianzarse", escribió el ex primer ministro.