BEIJING, 26 feb (Xinhua) -- Durante las últimas dos décadas, las personas fuera de China podían sentir que su vida diaria era mucho más fácil gracias a los productos baratos y de calidad con la etiqueta "Hecho en China".
Tales sentimientos se consolidarán aún más cuando los proyectos ferroviarios "Construidos por China" conviertan el transporte público en una experiencia más cómoda en muchos países.
IMPORTANTES PROYECTOS FERROVIARIOS CHINOS EN EL EXTERIOR
En 2014, el primer proyecto de ferrocarril de alta velocidad construido por compañías chinas fuera del país asiático se completó en Turquía.
Con una longitud de 533 kilómetros y una velocidad diseñada de 250 kilómetros por hora, el ferrocarril enlaza la capital Ankara con Estambul, la ciudad más poblada del país.
Ese mismo año se finalizó y entró en operación una red ferroviaria de 1.344 kilómetros en Angola. La línea, construida por la compañía China Railway Construction Corporation (CRCC), es la de más alta velocidad en el país africano y sirve como un destacado corredor económico.
En mayo del año pasado, China firmó un acuerdo para construir un ferrocarril por valor de 3.800 millones de dólares estadounidenses entre las ciudades kenianas de Mombasa y Nairobi, primera fase de una línea que deberá conectar finalmente a Uganda, Ruanda, Burundi y Sudán del Sur.
Nigeria y Etiopía también experimentaron el progreso estable de los proyectos ferroviarios asignados a compañías chinas. Una vez completados, esos ferrocarriles serán la columna vertebral del sistema de transporte público local y un componente clave del crecimiento.
Además de su importante rol en la construcción de proyectos ferroviarios en diferentes países, la industria ferroviaria china también goza de gran relevancia en el mercado de los trenes.
Trenes fabricados por China recorren la ruta de cercanías Mitre de Buenos Aires, capital argentina, desde hace casi tres meses.
"Estamos muy orgullosos de que los pasajeros sientan una vez más respeto por viajar en Argentina", dijo en noviembre pasado la presidenta argentina, Cristina Fernández, cuando entraron en funcionamiento los primeros 12 del total de 30 trenes suministrados por la compañía CSR, principal fabricante chino del sector.
Una vez completado el proyecto, 709 trenes chinos transitarán en Buenos Aires, transportando a millones de personas en la ciudad y los pueblos cercanos.
Los trenes chinos también recorrerán pronto las líneas de Macedonia, según un acuerdo firmado en junio pasado por el país europeo con China para adquirir seis flotas de trenes de alta velocidad.
DIPLOMACIA DE FERROCARRIL DE ALTA VELOCIDAD
La promoción de la industria ferroviaria china en el exterior se ha convertido en una nueva tarea de la diplomacia china en los últimos tiempos, lo cual ha quedado demostrado con los esfuerzos del primer ministro chino, Li Keqiang, durante diversos viajes al exterior para destacar las tecnologías del país asiático en el ferrocarril de alta velocidad.
Durante su visita a Tailandia en octubre de 2013, Li pronunció un discurso en el Parlamento tailandés, difundido ampliamente por la prensa internacional y con mucho interés en su "propuesta de venta" en nombre de la industria ferroviaria china que aspira a buscar acuerdos de negocio en el exterior.
Un mes después, al intervenir en el foro comercial entre China y los países de Europa Central y Oriental en Bucarest, el premier chino también subrayó la ventaja de los equipos y las tecnologías ferroviarios chinos.
En mayo de 2014, Li apuntó en un discurso en la sede de la Unión Africana en Etiopía que China participará activamente en los proyectos de infraestructura en el continente africano, donde construirá un centro de investigación de ferrocarril de alta velocidad.
En junio, durante su visita a Reino Unido, el premier chino señaló que los dos países deben promover la cooperación en áreas como energía nuclear y proyectos de ferrocarril de alta velocidad.
COOPERACION DE BENEFICIO MUTUO
Observadores opinan que el ferrocarril de alta velocidad se ha convertido en una parte significativa de la diplomacia china, que podría incluso dejar un legado comparable con las diplomacias del ping pong y del panda en décadas pasadas.
Construir ferrocarriles en el exterior y exportar equipos y tecnologías ferroviarios es una situación de beneficio mutuo para China y sus socios extranjeros, ya que dicha cooperación facilitará el empeño chino de actualizar su economía nacional y permitirá a los países socios disfrutar todos los beneficios de estos proyectos con costos más bajos.