LA HABANA, 23 may (Xinhua) -- Con ayuda china, el puerto de Santiago de Cuba, la segunda ciudad en importancia de la isla, vive hoy una profunda transformación para convertirse en una moderna terminal multipropósito.
La rehabilitación y modernización del puerto de Santiago de Cuba, a unos 890 kilómetros al sureste de La Habana corre a cargo de la compañía China Communications Consorcio Company Limited (CCCC), responsabilizada con ese proyecto que tendrá una duración de tres años.
Valorada en 120 millones de dólares, la futura terminal multipropósito facilitará el arribo de buques de hasta 40.000 toneladas y contará con equipamiento portuario de alta tecnología que permitirá un mejor control de los procedimientos.
Reducir los costos operacionales y lograr una mejor organización y administración de los recursos, serán otras de las ventajas que dispondrá el puerto cuando concluyan los trabajos.
"Estoy muy contento y satisfecho con el desempeño de la parte cubana. La primera impresión que me da es que los obreros santiagueros laboran muy duro en esta primera etapa, que es la de investigación ingeniero-geológica para caracterizar los suelos", dijo a la prensa local Chen Tao, uno de los directivos de CCCC.
Chen aseguró que Cuba es un mercado muy importante para la compañía por la relevancia que tiene como punto de entrada a América Latina.
"Estoy muy seguro que tendremos mucho éxito y que habrá más acciones constructivas en el futuro", agregó.
La obra se inició tras oficializarse el otorgamiento de una línea de crédito concesional de 120 millones de dólares para la ejecución del referido proyecto, mediante acuerdo marco entre los gobiernos de Cuba y China, suscrito durante la visita a la isla, en julio del pasado año, del presidente Xi Jinping.
La obra, que dará empleo a unos 500 personas en las fases constructiva y de explotación, tiene como contratista a la constructora CHEC de CCCC, encargada del diseño, adquisición de los equipos y construcción.
El objetivo del proyecto es edificar un embarcadero multifuncional con una moderna tecnología, capaz de procesar los buques en un muelle de más de 231 metros, con tres grúas de pórtico, dos almacenes techados y un área a cielo abierto para contenedores.
De acuerdo con las condiciones del canal de acceso, ahora pueden atracar buques de carga general de 20.000 toneladas, sin embargo, después que se drague la bahía hasta los 13,6 metros podrán entrar embarcaciones de hasta 40.000 toneladas, lo cual permitirá manipular unas 565.000 toneladas de mercancías al año.
El proyecto también incluye una infraestructura social, un ramal ferroviario bifurcado para el traslado de cargas y unos 22 elementos en equipos de carga de última generación.
De manera paralela en la zona se edifica un paseo marítimo con áreas recreativas con vista al Mar Caribe, una de las obras incluidas en el programa por los 500 años de fundación de Santiago de Cuba, que se celebrará en julio próximo.
Los expertos chinos junto a especialistas cubanos realizan las perforaciones en tierra y mar como parte de la caracterización geológica del emplazamiento de la obra en función del diseño para la cimentación, paso en el que se encuentran actualmente con el replanteo de las calas, traslado de los equipos y revisión de los laboratorios.
La ubicación geográfica de ese puerto, en el centro sur del oriente cubano, lo convierten en enclave privilegiado por la cercanía de importantes rutas marítimas vinculadas al comercio internacional, lo que se corrobora con el paso de cientos de buques que navegan cotidianamente por el Caribe desde o hacia el Canal de Panamá y otros prominentes puertos de Centroamérica y Sudamérica.
Dentro de la abrigada bahía santiaguera están ubicadas numerosas industrias de alta trascendencia para la economía cubana, como una fábrica de cemento, una refinería de petróleo, dos astilleros, molinos de trigo, un frigorífico para las capturas de la pesca y otras instalaciones portuarias enlazadas con el nudo ferroviario de transporte intermodal.
La futura terminal multipropósito permitirá, sobre todo a las provincias del oriente cubano, abaratar los costos por concepto de fletes, tanto en importaciones y exportaciones, como en operaciones de cabotaje, a la vez que se crearán puestos de trabajo y se generarán otros beneficios socioeconómicos para el territorio oriental.
El de Santiago de Cuba será el segundo puerto de aguas profundas de la isla, donde se inauguró en enero último el puerto de Mariel, a unos 45 kilómetros al oeste de La Habana y corazón de la primera Zona Especial de Desarrollo que se construye en el país.