COMENTARIO: Las elusiones de Abe sobre la historia bélica avergüenzan a Japón e insultan al mundo

Actualizado 2015-04-30 14:57:28 | Spanish. xinhuanet. com

Por Zhu Dongyang

BEIJING, 30 abr (Xinhua) -- El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha decepcionado al mundo de nuevo, después de que este miércoles repitiese en el Capitolio su vergonzoso juego de elusiones sobre la historia.

En un discurso de alto perfil ante una sesión conjunta del Congreso estadounidense, Abe expresó un "profundo remordimiento" por las "acciones" de Japón que, antes y durante la II Guera Mundial, "llevaron sufrimiento" a otros países asiáticos.

Con la utilización de este tipo de términos rebajados, el líder nacionalista nipón ha fracasado una vez más a la hora de presentar la disculpa inequívoca que el mundo se merece por los atroces y sistemáticos crímenes de guerra cometidos por su país hace siete décadas.

Incrementando la frustración del mundo, la declaración, centrada en un astuto juego de palabras para evadir la responsabilidad de Japón, ha recibido el aplauso del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, cuyo país sufrió enormemente por la falsedad y barbaridad militarista del país asiático.

En cuanto a Abe, que ha estado llorando para que Japón se convierta en un "país normal", es hora de recordarle que su esquivez y su blanqueo de este oscuro capítulo de la historia de la humanidad de ninguna manera ayudará a su nación a ganarse el respecto y la credibilidad que ha añorado y a ser aceptado por la comunidad internacional.

El negacionismo y el revisionismo históricos de Abe también han dejado de nuevo a su nación avergonzada. Cuando se dirigía a pronunciar un discurso en un edificio de la universidad de Harvard solo pudo acceder por la puerta de atrás, dado que la entrada principal estaba abarrotada con manifestantes que exigían una disculpa.

Biden, por su parte, tiene que ser sensible cuando toca temas tan delicados para tantas naciones de Asia, donde su país tiene un gran interés. Su aprobación del discurso de Abe en el Congreso no ha hecho sino arrojar sal a las heridas sin cerrar de aquellas naciones que fueron víctimas del Ejército japonés, incluido el propio Estados Unidos.

Persistente en reforzar el rol y el poder de Tokio en la región Asia-Pacífico en un proyecto más amplio que muchos sospechan que tiene a China como objetivo, Washington debería extraer lecciones de la historia. Espoleando y dando poder a este tipo de engañoso enemigo convertido en aliado acabará disparándose en el pie.

Mientras no reflexione seriamente sobre sus crímenes del pasado contra la paz y la humanidad, el país insular no es digno de confianza. Si se envalentona, sería más probable que retomase su senda autodestructiva y provocase más problemas regionales e, incluso, desastres globales.

En una palabra, nadie se merece un futuro si siempre elude el pasado. Eso es aplicable a todos, incluidos Washington y Tokio.

Es sarcástico que aún habiendo visitado el Monumento a Lincoln antes de su discurso sin remordimientos en el Congreso, Abe no haya sido capaz de apreciar la relevancia especial de un famoso dicho, generalmente atribuido a este expresidente de EEUU: "Puedes engañar a toda la gente por algún tiempo, y a alguna gente todo el tiempo, pero no puedes engañar a todo el mundo durante todo el tiempo".

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