BEIJING, 13 abr (Xinhua) -- Con la desaceleración del crecimiento económico, China está afrontando un equilibrio delicado en su reestructuración y reforma económicas, indicó hoy lunes el Banco Mundial.

"Los esfuerzos por recortar la capacidad excesiva en la industria pesada, reducir los desajustes en el suministro de propiedades residenciales, disminuir el riesgo no productivo ajustando la banca en la sombra y reforzar las restricciones presupuestarias en los gobiernos locales contribuirán a hacer más eficiente la inversión y realinear el crecimiento en un plazo medio", apuntó el organismo internacional en el informe de Actualización Económica de Asia Oriental y el Pacífico.

"No obstante, tales reformas debilitarán la actividad a plazo corto. Es crítico que las medidas de estímulo de compensación diseñadas no socaven los esfuerzos de reestructuración. En particular, cualquier programa de estímulo fiscal necesitará evitar los incrementos insostenibles en la deuda del gobierno local", sugirió el banco con sede en Washington.

La economía de China creció un 7,4 por ciento en 2014, el más débil desde 1990. El objetivo de crecimiento anual establecido por el gobierno bajó a alrededor del 7 por ciento para 2015, pero se centró más en un crecimiento de mejor calidad y orientado a la innovación.

Se estima que el incremento de China se situará en un 7 por ciento en los próximos dos años, lo que refleja los continuos esfuerzos por solucionar la vulnerabilidad financiera y dirigir gradualmente la economía a un camino de crecimiento más sostenible, apuntó el informe bianual.

China está pasando de un modelo de crecimiento orientado por la inversión a uno guiado por el consumo. El principal desafío reside en aplicar las reformas que garantizarán el crecimiento sostenible a un plazo largo.