BEIJING, 8 abr (Xinhua) -- La actual visita a China del secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong, ha resonado como una nota optimista para los lazos bilaterales, con las dos partes enfatizando de nuevo su tradicional amistad y la voluntad de promoverla aún más.
En los últimos 65 años, desde que los dos países establecieron sus lazos diplomáticos, sus relaciones, en general, han estado avanzando por la vía de la amistad y la cooperación, a pesar de diversos contratiempos y visicitudes.
Su interacción ha demostrado de manera elocuente que, mientras se adhieren al principio del respeto mutuo y la consulta amistosa y tienen en mente las consecuencias potenciales de sus acciones, los dos países pueden resolver sus diferencias y seguir siendo buenos vecinos.
Para decepción de aquellos que se regodean con la más ligera discordia entre los dos vecinos asiáticos, las conversaciones del martes entre Trong y su homólogo chino, Xi Jinping, que también es el presidente del país, reafirmaron el compromiso hacia una relación que Beijing y Hanoi han definido como de "buenos vecinos, buenos amigos, buenos camaradas y buenos socios".
También para desaliento de los que se regodean, los dos líderes renovaron su compromiso para realizar esfuerzos conjuntos para controlar las disputas marítimas entre sus países y salvaguardar la paz y la estabilidad en el mar Meridional de China.
Ciertamente, las disputas marítimas son un obstáculo para el desarrollo de los vínculos China-Vietnam. Pero de ningún modo existe un desafío insuperable que pueda destruir la duradera amistad entre ambos países, especialmente dado el potencial para reducir las tensiones que presenta la iniciativa de la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI propuesta por China.
China ha dejado claro que el proyecto, que abarca extensas áreas del Mar Meridional de China, busca promover la prosperidad común y el desarrollo de beneficio recíproco en Asia y el mundo.
La Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, inspirada en su homónima antigua, impulsará el comercio a lo largo de la misma. Además, al igual que otras rutas comerciales similares, reducirá las posibilidades de conflicto pues los intercambios de productos e ideas más frecuentes conducirán a un mejor entendimiento entre los socios comerciales.
China ha invitado a Vietnam a participar en este programa, lo cual no solo demuestra la sinceridad china para compartir las oportunidades de crecimiento con la parte vietnamita, sino que también refleja la aspiración de China de emplear diversas vías para hacer del Mar Meridional de China una zona de cooperación y paz.
Se necesitan dos para bailar el tango. La participación de Vietnam será sumamente bienvenida y valiosa. Con los esfuerzos de ambas partes se escribirán nuevos capítulos de la amistad China-Vietnam.