ESPECIAL: Pintor llena las calles de La Habana con rostros infantiles

Actualizado 2017-11-10 03:35:16 | Spanish. xinhuanet. com

(1)CUBA-HABANA-CULTURA-PINTURA-SERIE

Imagen del 8 de noviembre de 2017 del joven pintor cubano, Máisel López (c), retocando el rostro de una pintura de una niña en el barrio de Buenavista, en el municipio de Playa de La Habana, Cuba. (Xinhua/Joaquín Hernández)

Por Raúl Menchaca

LA HABANA, 9 nov (Xinhua) -- Los rostros gigantes de varios niños se adueñan poco a poco del paisaje urbano de La Habana como resultado del proyecto "Colosos", una singular colección al aire libre realizada por el joven pintor cubano Máisel López.

El artista, de 32 años, era un casi anónimo profesor de Artes Plásticas cuando a inicios de 2015 se le ocurrió pintar el primer rostro de una niña en un lateral de la casa de su amigo y vecino Juan José Chiang.

Ese fue el inicio de un proyecto que dos años después tiene 32 murales de gran formato ubicados principalmente en los lugares más insospechados del barrio de Buenavista, en el municipio de Playa, pero que comienza a saltar los límites de ese municipio.

"Yo venía haciendo rostros en el lienzo a grandes dimensiones y sentí pequeño el lienzo y decidí saltar a la calle, saltar a los muros de la calle", dice López a Xinhua mientras recorre varias de sus obras durante una jornada dedicada a la restauración de las pinturas.

El pintor se sorprendió de la buena acogida del primer rostro y "ver como el público se relacionaba con la obra me incitó a realizar toda esta serie".

"Máisel para mi es un gran pintor. Lo conozco desde hace buen tiempo y he visto muchas de sus obras y para mí es interesante que él haya expuesto esa obra en la portada de mi casa, porque así es un punto de referencia", expresa con orgullo Chiang.

El artista primero toma fotos de las caras infantiles, con previo permiso de los padres, quienes ahora, con la difusión de los murales, muchas veces se le acercan con los hijos para proponerlos como modelos.

Ahora el pintor tiene un banco de imágenes infantiles del que escoge al protagonista de la siguiente obra, de acuerdo con las intenciones estéticas del mural, aunque confiesa que se guía por el apotegma "Los niños son la esperanza del mundo", una conocida frase del héroe nacional cubano José Martí (1853-1898).

"Tiene mucha profundidad el concepto en sí, porque los niños pienso que son importantes en la construcción de cualquier nación. Es por eso que los agiganto marcando la importancia que ellos tienen como ser social", subraya el artista con cierto aire filosófico.

En tiempos en que predomina el arte conceptual, López apuesta por una obra realista, una decisión tomada desde sus años de estudiante en la centenaria Escuela de Artes Plásticas de San Alejandro, de La Habana, donde se graduó en 2007.

"Desde que estudié en San Alejandro siempre me ha interesado mostrar una imagen figurativa bastante realista y lo he desarrollado y es lo que disfruto más", explica.

Para realizar los murales, todos en blanco y negro y con tonos de gris, López utiliza oleos y acrílicos, materiales con los que logra los matices de color deseados y un impresionante realismo que admira a todos.

"Es un proyecto que quedó espectacular y para mí, ver a mi hija ahí que es famosa, que todo el mundo viene a preguntar por ella, es espectacular, es algo novedoso", dice entre risas Yusleydis Fresneda.

La joven, que acaba de terminar la construcción de su nueva casa, preparó una de las paredes exteriores para que el artista pintara el rostro de Daniela, la pequeña hija de Yusleydis, y ahora, la familia presume la imagen de la pequeña.

"Aquí en el barrio todos estamos orgullosos de tener un talento como él, que de verdad está rescatando las imágenes y está haciendo buenos carteles", afirma Michel García, un vecino que ha visto crecer la obra del artista.

El pintor asume el costo de cada una de las obras, sin cobrar nada por la realización, lo que expresa un alto compromiso social y artístico.

"Yo no cobro por hacer esta obra. Es una obra gratuita que yo entrego con mucho cariño", agrega el pintor.

Más allá del aspecto artístico, la singular colección de "Colosos" ha tenido que enfrentar una rara leyenda urbana, pues algunas personas aseguran que López pintaba niños muertos.

La fábula se coló en el imaginario popular cuando ubicó un mural en la céntrica intersección de las avenidas 70 y 19, justo donde había ocurrido un accidente de tránsito sin víctimas mortales, pero en los que una niña resultó contusa.

El hecho de que la niña mire al cielo, mientras insinúa una sonrisa, alimentó la imaginación colectiva, algo que hace reír al pintor, aunque también le obliga a desmentir constantemente un mito que no daña la popularidad de la colección.

"Una obra espectacular. Me encantaría que mi hijo también estuviera en una de esas obras", afirmó Yaneisy Acosta, la joven madre de Angel, un niño de apenas tres meses, a Xinhua.

Alejado de la fama, con una humildad evidente, López sigue su trabajo como profesor de artes plásticas en la Casa de Cultura Mirta Aguirre, donde además forma parte del Proyecto "Cuenta Conmigo".

El proyecto es una iniciativa comunitaria creada para mejorar la calidad de vida de niños, jóvenes y adultos con necesidades educativas especiales.

Sin embargo, los "Colosos" no dejan de perseguirlo y sueña con expandirse por toda La Habana e incluso por otras provincias.

   1 2 3 4 5 6 7 8   

 
Para cualquier sugerencia o consulta puede ponerse en contacto con nosotros a través del siguiente correo
electrónico:spanish@xinhuanet.com
分享

ESPECIAL: Pintor llena las calles de La Habana con rostros infantiles

Spanish.xinhuanet.com 2017-11-10 03:35:16

(1)CUBA-HABANA-CULTURA-PINTURA-SERIE

Imagen del 8 de noviembre de 2017 del joven pintor cubano, Máisel López (c), retocando el rostro de una pintura de una niña en el barrio de Buenavista, en el municipio de Playa de La Habana, Cuba. (Xinhua/Joaquín Hernández)

Por Raúl Menchaca

LA HABANA, 9 nov (Xinhua) -- Los rostros gigantes de varios niños se adueñan poco a poco del paisaje urbano de La Habana como resultado del proyecto "Colosos", una singular colección al aire libre realizada por el joven pintor cubano Máisel López.

El artista, de 32 años, era un casi anónimo profesor de Artes Plásticas cuando a inicios de 2015 se le ocurrió pintar el primer rostro de una niña en un lateral de la casa de su amigo y vecino Juan José Chiang.

Ese fue el inicio de un proyecto que dos años después tiene 32 murales de gran formato ubicados principalmente en los lugares más insospechados del barrio de Buenavista, en el municipio de Playa, pero que comienza a saltar los límites de ese municipio.

"Yo venía haciendo rostros en el lienzo a grandes dimensiones y sentí pequeño el lienzo y decidí saltar a la calle, saltar a los muros de la calle", dice López a Xinhua mientras recorre varias de sus obras durante una jornada dedicada a la restauración de las pinturas.

El pintor se sorprendió de la buena acogida del primer rostro y "ver como el público se relacionaba con la obra me incitó a realizar toda esta serie".

"Máisel para mi es un gran pintor. Lo conozco desde hace buen tiempo y he visto muchas de sus obras y para mí es interesante que él haya expuesto esa obra en la portada de mi casa, porque así es un punto de referencia", expresa con orgullo Chiang.

El artista primero toma fotos de las caras infantiles, con previo permiso de los padres, quienes ahora, con la difusión de los murales, muchas veces se le acercan con los hijos para proponerlos como modelos.

Ahora el pintor tiene un banco de imágenes infantiles del que escoge al protagonista de la siguiente obra, de acuerdo con las intenciones estéticas del mural, aunque confiesa que se guía por el apotegma "Los niños son la esperanza del mundo", una conocida frase del héroe nacional cubano José Martí (1853-1898).

"Tiene mucha profundidad el concepto en sí, porque los niños pienso que son importantes en la construcción de cualquier nación. Es por eso que los agiganto marcando la importancia que ellos tienen como ser social", subraya el artista con cierto aire filosófico.

En tiempos en que predomina el arte conceptual, López apuesta por una obra realista, una decisión tomada desde sus años de estudiante en la centenaria Escuela de Artes Plásticas de San Alejandro, de La Habana, donde se graduó en 2007.

"Desde que estudié en San Alejandro siempre me ha interesado mostrar una imagen figurativa bastante realista y lo he desarrollado y es lo que disfruto más", explica.

Para realizar los murales, todos en blanco y negro y con tonos de gris, López utiliza oleos y acrílicos, materiales con los que logra los matices de color deseados y un impresionante realismo que admira a todos.

"Es un proyecto que quedó espectacular y para mí, ver a mi hija ahí que es famosa, que todo el mundo viene a preguntar por ella, es espectacular, es algo novedoso", dice entre risas Yusleydis Fresneda.

La joven, que acaba de terminar la construcción de su nueva casa, preparó una de las paredes exteriores para que el artista pintara el rostro de Daniela, la pequeña hija de Yusleydis, y ahora, la familia presume la imagen de la pequeña.

"Aquí en el barrio todos estamos orgullosos de tener un talento como él, que de verdad está rescatando las imágenes y está haciendo buenos carteles", afirma Michel García, un vecino que ha visto crecer la obra del artista.

El pintor asume el costo de cada una de las obras, sin cobrar nada por la realización, lo que expresa un alto compromiso social y artístico.

"Yo no cobro por hacer esta obra. Es una obra gratuita que yo entrego con mucho cariño", agrega el pintor.

Más allá del aspecto artístico, la singular colección de "Colosos" ha tenido que enfrentar una rara leyenda urbana, pues algunas personas aseguran que López pintaba niños muertos.

La fábula se coló en el imaginario popular cuando ubicó un mural en la céntrica intersección de las avenidas 70 y 19, justo donde había ocurrido un accidente de tránsito sin víctimas mortales, pero en los que una niña resultó contusa.

El hecho de que la niña mire al cielo, mientras insinúa una sonrisa, alimentó la imaginación colectiva, algo que hace reír al pintor, aunque también le obliga a desmentir constantemente un mito que no daña la popularidad de la colección.

"Una obra espectacular. Me encantaría que mi hijo también estuviera en una de esas obras", afirmó Yaneisy Acosta, la joven madre de Angel, un niño de apenas tres meses, a Xinhua.

Alejado de la fama, con una humildad evidente, López sigue su trabajo como profesor de artes plásticas en la Casa de Cultura Mirta Aguirre, donde además forma parte del Proyecto "Cuenta Conmigo".

El proyecto es una iniciativa comunitaria creada para mejorar la calidad de vida de niños, jóvenes y adultos con necesidades educativas especiales.

Sin embargo, los "Colosos" no dejan de perseguirlo y sueña con expandirse por toda La Habana e incluso por otras provincias.

   1 2 3 4 5 6 7 8 >>  

010020070760000000000000011100001367408721