Por Javier Ureta y Dang Qi
SANTIAGO, 23 oct (Xinhua) -- La creciente importancia que ha tenido China como actor internacional en los últimos años ha brindado una brillante carrera al profesor del Instituto Confucio en Santiago de Chile, Aznous Boisseranc, gracias a los cuatro años que vivió en el gigante asiático.
DE CHINA A CHILE
"A mí me benefició el poder tener la oportunidad de viajar a China y poder realizar un máster en Historia Antigua de China. Me atrevería a decir que ahora, en Chile, soy uno de los pocos con este conocimiento y eso me ha dado una gran ventaja laboral al momento de desarrollarme", dice Aznous en entrevista con Xinhua.
Imagen del 24 de agosto de 2017, de Aznous (c) participando durante una clase de chino en la academia Longhun Wudao, en la ciudad de Santiago, capital de Chile. (Xinhua/Jorge Villegas)
El caso de Aznous atestigua el ascenso de China como uno de los países que más influencia ejerce en los nuevos mercados, ya que conoció la cultura y el idioma en el gigante asiático y esto le ha ayudado de regreso a su país.
Ahora, Aznous da clases en el Instituto Confucio de la capital chilena y posee un gimnasio en el que enseña artes marciales chinas.
"Es mi modo de vida y, como agradecimiento, he creado 'mi pequeña China' en Santiago, porque me aportó tantas cosas a mi ser que es imposible olvidar mi paso por allá", comenta.
Precisamente esa vertiente espiritual que el chileno pudo desarrollar durante su estancia en Shandong, en la ciudad de Jinan, la aplica ahora en su vida diaria, atrayendo la atención de muchos alumnos.
Imagen del 24 de agosto de 2017, de Aznous (c-frente) participando durante una clase de chino en la academia Longhun Wudao, en la ciudad de Santiago, capital de Chile. (Xinhua/Jorge Villegas)
Las artes marciales y todo el rigor que exigen influyeron positivamente en la vida de Aznous, que se convirtió en una persona plenamente dueña de su cuerpo y mente gracias a una beca del gobierno con la que estudió, además, el idioma y un máster.
"Cuando empecé con las artes marciales, solo quería saltar y pegarle a todo lo que se movía. Pero con el tiempo eso fue cambiando y aprendí disciplina y autocontrol. Encontré la armonía", concluye Aznous.
"Llegar a China fue un choque cultural, pero volver a Chile también lo fue. Llegué a una cultura que prima el individualismo y el egoísmo. Esto me sirve para restablecer el vínculo que se creó durante aquellos cuatro años allá", afirma.
Imagen del 24 de agosto de 2017, de Aznous participando en una clase de Kung Fu en la academia Longhun Wudao, en la ciudad de Santiago, capital de Chile. (Xinhua/Jorge Villegas)
La notoria relevancia de China ha provocado unos efectos contradictorios en la población del país, pero también un impulso a la carrera laboral de Aznous.
"Con el desarrollo económico y la difusión cultural que ha tenido en los últimos años, podemos ver que alrededor del mundo existen más de 500 Instituto Confucio, como en el que yo trabajo, con el objetivo de dar a conocer su cultura y su lengua", dice.
Imagen del 24 de agosto de 2017, de Aznous (d) participando en una clase de Kung Fu en la academia Longhun Wudao, en la ciudad de Santiago, capital de Chile. (Xinhua/Jorge Villegas)
DESARROLLO DOMESTICO Y HACIA EL EXTERIOR
Aznous se marchó de China en 2015, por lo que fue protagonista de la vorágine del país, inmerso en un cambio a todos los niveles que lo situaría como potencia destinada a gobernar la economía mundial durante las próximas décadas.
"El desarrollo del país va demasiado rápido y se han implementado nuevos, eficientes y rápidos medios de transporte. La gente común tiene más acceso a seguros y cuentas bancarias. Y comprar cosas por internet ya es muy normal en China", dice.
Pone como ejemplo Aliexpress o Taobao, dos plataformas online que han cambiado no solo la vida de Aznous, sino la de miles de personas en Chile, ya que la primera ya es el principal escaparate para las marcas chinas en el país austral.
Imagen del 24 de agosto de 2017, de personas asistiendo a una clase de Kung Fu en la academia Longhun Wudao, en la ciudad de Santiago, capital de Chile. (Xinhua/Jorge Villegas)
Cabe recordar que el servicio de correos de Chile y Aliexpress suscribieron un acuerdo, y se espera que este año 17 millones de envíos lleguen a Chile desde el extranjero, de los cuales un 70 por cientro provendrán de Asia, y de estos, la mayoría serán procedentes de China.
La apertura comercial es una realidad en China, según Aznous, lo que a él le sirvió para que su adaptación fuera más fácil, ya que algunos jóvenes dominan otros idiomas.
"Ellos tienen sus propios códigos y su propio lenguaje que afecta a todo, pero esto también ha ido cambiando con los años y en la actualidad, ya tienen un dominio mayor de las lenguas extranjeras, lo que ayuda a la integración de los que llegamos desde fuera", opina.