Por Zhao Yan y Pau Ramirez
RIO DE JANEIRO, 24 oct (Xinhua) -- En los últimos cinco años, una gran cantidad de empresas chinas vienen a Brasil a invertir. Para funcionar más rápida y fácilmente en el nuevo mercado, estas compañías contratan cada día más expertos brasileños que conocen el país asiático e incluso hablan bien el idioma chino.
Gabriel de Quadros Santos es un joven del estado de Bahía, en el noroeste de Brasil. Gracias a que tuvo la oportunidad de acompañar a su padre, que consiguió un trabajo en China, vivió cuatro años en el país asiático y estudió el mandarín en varias universidades chinas.
"Mi primer contacto con el chino mandarín fue en la Universidad de Yantai. Desde entonces, no paré de estudiar el idioma, primero allá y luego en la Universidad de Lenguas de Beijing, y después estudié en Tianjin", explicó a Xinhua en una entrevista.
Éste fue el inicio del contacto y la pasión de Gabriel por China y su cultura.
Desde 2013 trabaja para Sinopec, su primer empleo "en una empresa 100% china". "Antes trabajé en la Cámara de Comercio de Brasil, que era una empresa brasileña en Beijing, y pude hacer muchos contactos con las empresas chinas y brasileñas en China", agregó.
Concretamente, trabaja en "la importación y exportación de productos químicos y equipamientos para la industria del petróleo y gas. Somos una empresa comercial", explica.
UN CAMBIO POSITIVO
Recientemente, Gabriel tuvo la oportunidad de volver a China después de casarse con una joven china en 2015. "Después de casi dos años sin volver a China, volví e identifiqué algunos cambios, principalmente en el contacto con las personas en las grandes ciudades, como Beijing y Shanghai. Noté un cambio, en la postura de las personas, un cambio positivo", resalta.
En Brasil, también ha notado un cambio en los últimos años, como es la llegada de empresas chinas al país.
"Antes de ir a China no tenía mucho contacto con este universo de las empresas chinas que hay en Brasil, pero desde que fui a vivir allá y pasé a interesarme sí que vi que desde hace cinco años, el número de empresas chinas en Brasil aumentó mucho y hoy es común si miras las noticias, ver empresas chinas adquiriendo activos en Brasil o comprando empresas brasileñas, esto es visible", destaca.
Gabriel considera que "la relación entre Brasil y China, por una serie de factores, todavía es vista en Brasil como una cosa diferente y exótica. Somos un país que fue colonizado por los europeos y tenemos una relación muy próxima con América Latina y los Estados Unidos, la relación con Oriente, y con China específicamente, todavía es algo distante cultural y geográficamente (...) todavía es visto como una cosa diferente".
Para él, "el chino común conoce poco de Brasil, y creo que los dos países se están aproximando y conociendo mejor el uno al otro".
MERCADOS ESTRATEGICOS Y COMPLEMENTARIOS
Como conocedor de los dos países, Gabriel afirma que "Brasil sigue siendo un mercado muy estratégico para China, que como mayor consumidor de petróleo del mundo, tiene mucho interés en estar presente en el mercado brasileño. Las cuatro empresas estatales chinas están aquí con estrategias propias y diferentes", comenta.
Sobre la presencia de empresas chinas en Brasil, Gabriel destaca el trabajo de "las empresas y del gobierno chino" para cambiar la imagen del país en el exterior.
"China ha hecho un gran esfuerzo para cambiar esta imagen del país de proveedor de productos baratos y de calidad dudable, ha hecho mucho trabajo en este sentido, y creo que el efecto está surgiendo. La llegada de grandes empresas y marcas como Huawei, que hacen productos de calidad con una marca fuerte, es un paso en este sentido, pero los cambios tardan en llegar", dice.
"Una cosa donde es muy evidente que hay mucho espacio para mejorar es en el estilo de gestión que las empresas chinas aplican cuando llegan a Brasil. Muchas veces compran empresas brasileñas o parte de ellas y de repente tienes un jefe chino con un estilo completamente diferente al de nuestra cultura", asegura.
En ese sentido, "hay muchas cosas a mejorar por lo que he visto con amigos que trabajan en empresas chinas aquí. Se debe mantener la estructura brasileña para que la empresa reciba bien a sus inversores y nuevos jefes, es importante que la estructura que ya existía a priori sea mantenida o respetada, es a partir de ahí que surge el diálogo", agrega.
Para Gabriel, uno de los sectores en los que las empresas chinas pueden abrirse espacio en Brasil es el de tecnología.
"Aquí en Brasil es muy incipiente, el uso de las herramientas tecnológicas en el día a día no está tan desarrollado como en China, creo que existe mucho espacio para crecer y no es casualidad que muchas empresas del sector están llegando a Brasil", dice.
Su conocimiento de China y del mandarín hace que sus amigos le pregunten sobre el país asiático. "Mis amigos son muy curiosos, el brasileño común considera una experiencia muy diferente vivir en China y aprender el chino, lo ven como una cosa muy exótica, me preguntan las cosas más diversas, (...) no solo por haber vivido allá sino también por haberme casado con una china, hay un intercambio entre mi círculo personal de amigos y China a través de esto", explicó.