MEXICO, 12 jul (Xinhua) -- El fallo del arbitraje internacional sobre el Mar Meridional de China abierto a solicitud de Filipinas no supondrá consecuencias jurídicas para Beijing porque, desde su comienzo, advirtió a la corte de que no tomaría parte del proceso, dijo a Xinhua un experto mexicano.
El coordinador del Programa de Estudios de Asia Pacífico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Ulises Granados, expuso que el fallo anunciado hoy, martes, por la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya no tiene "mucho peso" en términos jurídicos.
Granados explicó que la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, por sus siglas en inglés) establece que los países deben someterse voluntariamente y aceptar la jurisdicción del tribunal en cuestión para resolver las disputas.
Desde que Manila presentó unilateralmente el reclamo en enero de 2013, China fijó la postura de que no participaría en el arbitraje, argumentando que los asuntos territoriales están sujetos al derecho internacional y no a la UNCLOS.
"En términos de procedimiento, en tanto China no se haya sometido a la jurisdicción de la corte, no procede. No hay ninguna consecuencia jurídica del fallo anunciado hoy", apuntó el experto.
El anterior Gobierno filipino solicitó el arbitraje alegando que un área oceánica que China reclama como suya contraviene la UNCLOS, dentro de una disputa que sostiene con el gigante asiático por una porción del mar donde están las islas Nansha y sus aguas adyacentes.
En su fallo, divulgado públicamente a través de un comunicado de prensa, el tribunal de cinco miembros apoyó los reclamos presentados por Manila durante la administración del expresidente Benigno S. Aquino III.
Granados subrayó que fue innecesario que Filipinas llevara la disputa ante La Haya porque con esa acción violentó los compromisos que el bloque de países del sudeste de Asia adquirió en la Declaración de Conducta de 2002, en la que se acordó resolver las disputas sobre el Mar Meridional de China mediante diálogo y negociaciones.
"No era necesario llegar a este punto, porque de alguna forma violentaba el 'statu quo' existente. Los distintos compromisos adquiridos en la Declaración de Conducta se ven afectados por esta decisión de forzar a la corte a dar un fallo", consideró.
El académico del ITAM consideró que el siguiente paso es que se logre un espacio de diálogo entre China y Filipinas, país que desde junio tiene como nuevo presidente a Rodrigo Duterte.
"Filipinas tiene ahorita una oportunidad con el nuevo presidente para abrir el diálogo con China porque está claramente consciente de que solamente por la vía jurídica y a través de este fallo no va a poder forzar a China a hacer absolutamente nada", agregó.
Granados abundó en que el diálogo tendría que abarcar al resto de países del bloque alrededor del Mar Meridional de China e incluso a Estados Unidos, nación que varias voces expertas en temas internacionales sospechan que estuvo detrás de la reclamación de Manila.
"Es importante que tanto China como Estados Unidos, Filipinas y otros países reconozcan que simplemente la vía jurídica no es suficiente para resolver este problema", explicó.
El experto ejemplificó que las diferencias por el mar que conecta los océanos Pacífico e Indico o por temas de otra índole no han impedido que China sostenga relaciones fuertes y productivas con sus vecinos o con Estados Unidos.
"Creo que China y Filipinas deben intensificar la relación bilateral, dejar este asunto archivado para años posteriores", concluyó.