ENFOQUE: "Mujeres de confort", pesar del mundo y vergüenza de Japón

Spanish.xinhuanet.com   2016-07-09 01:22:00

BEIJING, 8 jul (Xinhua) -- Frente a la embajada de Japón en la República de Corea se encuentra una estatua de bronce de una niña. La figura está sentada en una silla y tiene los pies descalzos, con los dos puños apretados sobre su regazo. La niña simboliza a las cientos de miles de "mujeres de confort" sometidas a esclavitud sexual por los soldados japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.

El asunto de las mujeres de confort es un oscuro capítulo en la historia de Asia del este que aún no ha terminado. El dolor prevalece para cientos de miles de mujeres de los países que estuvieron ocupados y de otras partes, incluida Holanda, forzadas a unirse al ejército japonés y servir como esclavas sexuales durante los tiempos de guerra.

El gobierno de Japón ha adoptado una actitud de rechazo e indiferencia sobre su responsabilidad. Sigue sosteniendo que las mujeres de confort "sirvieron" a los soldados japoneses de forma voluntaria y negaron que hayan sido forzadas a hacerlo.

Este año, grupos civiles de China, la República de Corea, Japón, Taiwan de China, Filipinas, Indonesia, Timor Oriental y Holanda, han impulsado los esfuerzos para incluir documentos relacionados con las mujeres de confort en la lista de la Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco). La acción ha enfrentado la resistencia de algunos grupos en Japón.

DOLOR INTERMINABLE PARA LAS VÍCTIMAS

"El (el primer ministro japonés Shinzo Abe) está esperando que todas nosotras estemos muertas, pero no voy a morir, seguiré viva", declaró Jan Ruff-O'Hern de 93 años de edad a la prensa en febrero de este año.

Younge es una mujer holandesa nacida en Indonesia. En 1944, fue tomada por el ejército japonés y encerrada en una "estación de confort". Allí empezó su pesadilla.

La horrible experiencia en la guarida de los monstruos ha atormentado a las mujeres de confort durante toda su vida. En sus voces aún se puede escuchar su profundo sufrimiento.

El 1 de julio, Ren Lane, quien fue convertida por la fuerza en una mujer de confort cuando tenía apenas 13 años de edad, murió en la provincia de Shanxi en el noroeste de China. Sus últimas palabras fueron: "Japón debe disculparse por lo que ha hecho".

Las historias de esas mujeres son apenas la punta del iceberg. El Centro de Investigación de Mujeres de Confort de China señala que el ejército japonés construyó un gran número de casas de confort desde 1937 y hasta la rendición de Japón en 1945. Por lo menos 400.000 mujeres asiáticas fueron forzadas a convertirse en esclavas sexuales para los soldados japoneses.

El director del centro, Su Zhiliang, dice que el sistema de esclavitud sexual fue maniobrado por el poder del Estado, puesto en marcha por la fuerza militar y estuvo integrado principalmente por mujeres extranjeras. Este tipo de crimen nacional no tiene precedente en la historia de la humanidad.

NEGACIÓN, MAYOR CRIMEN DE JAPÓN

Las mujeres de confort sobrevivientes nunca han recibido una sincera disculpa del gobierno japonés, el cual ha tenido mucho tacto para evitar su responsabilidad.

En documentos presentados a la Convención de la ONU sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación realizada en febrero, Japón comentó que es difícil trazar una línea entre el reclutamiento forzoso de esclavas sexuales y quienes deseaban ser reclutadas.

Se rehúsa tajantemente a indemnizar a las víctimas o a tomar alguna acción legal para presentar a los responsables ante la justicia.

Tokio firmó un acuerdo con la República de Corea a finales del año pasado admitiendo la responsabilidad y estableciendo un fondo para indemnizar a las víctimas que quedan. No obstante, éste no es un ejemplo de resarcimiento nacional.

Parte del pacto acordado entre los dos países incluye una cláusula en virtud de la cual la República de Corea nunca volverá a tratar el asunto de las "mujeres de confort". Japón también impulsa el retiro de la estatua en honor de las mujeres de confort colocada frente a la embajada de Japón en Seúl.

El tema de las mujeres de confort también ha sido eliminado deliberadamente de los libros de texto japoneses. El término "mujeres de confort" apareció en los libros de texto de historia de siete en 1997, pero para el 2012 no había ninguna mención del asunto o contenido relacionado.

Prácticamente no hay ninguna cobertura por parte de los medios de comunicación de los eventos en el Museo Activo de las Mujeres sobre Guerra y Paz en Tokio, un establecimiento dedicado a la violencia sexual del ejército japonés durante la guerra.

Su directora Eriko Ikeda dijo que Abe está tratando de volver a Japón un "país hermoso", que no tolera temas como el de las mujeres de confort. "Los medios de comunicación saben demasiado bien que el tema será sensible", dijo la funcionaria.

Un informe reciente de David Kaye, relator especial de la ONU sobre derechos humanos, muestra que los medios de comunicación japoneses están cada vez más preocupados acerca de la represión del gobierno sobre la opinión pública y de amordazar a la prensa.

Una represión histórica de los medios de comunicación por parte del gobierno de Abe fue el furor causado por el periódico "Asahi Shimbun" en 2014.

Bajo la presión del gobierno, el periódico se vio obligado a admitir que sus informes sobre las mujeres de confort eran "imprecisos". Como resultado, la credibilidad del reconocido periódico de alguna forma se vio afectada y las ventas disminuyeron.

LA LUCHA CONTINÚA

A pesar de todas as veces que el gobierno japonés ha negado el tema de las mujeres de confort, grupos dentro y afuera de Japón jamás han abandonado su lucha por la verdad.

Kang Jian, una abogada china que ha representado a las mujeres de confort en las demandas, ha visitado frecuentemente las áreas rurales remotas en China para registrar a menudo las últimas palabras de los testigos. Ella también ha testificado en nombre de las víctimas en los tribunales japoneses.

La organización de la República de Corea, Consulta sobre la Cuestión de las Mujeres de Confort, jamás ha suspendido su "reunión de los miércoles" de cada semana desde enero de 1992 en sus esfuerzos por presionar por una compensación y una disculpa.

Matsui Yayori ofreció todo lo que poseía para establecer el Museo Activo de las Mujeres sobre Guerra y Paz en Tokio, que muestra las historias de las esclavas sexuales japonesas de tiempos de guerra.

Estas personas dedicaron todas su energías a la causa justa de dar a conocer al mundo la cara real de las atrocidades japonesas durante la Segunda Guerra Mundial. Su intento de poner los documentos relevantes de las "mujeres de confort" en la lista de la Memoria del Mundo de la Unesco ha avanzado.

Un total de 2.744 documentos fueron entregados al programa de la Memoria del Mundo de la Unesco. Cada registro de un testigo es un testimonio de la crueldad del sistema de las "mujeres de confort".

La verdad jamás será enterrada para siempre, y los llamados de las víctimas cada vez han llegado más a la gente de todo el mundo.

En 1996, un informe de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU señaló que el gobierno japonés obligó a las mujeres en los países invadidos a ser esclavas sexuales para su ejército y que Tokio debía ofrecer disculpas.

En 2007, los parlamentos de Estados Unidos, Holanda y Canadá, así como el Parlamento Europeo respaldaron las acciones para condenar el sistema de "mujeres de confort", y pidieron a Japón ofrecer disculpas y asumir su responsabilidad. Estados Unidos pidió también eliminar el uso del concepto de mujeres de confort en todos los documentos del gobierno y recomendó el término "esclavas sexuales forzadas".

En agosto de 2014, el entonces Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, pidió a Japón adoptar "medidas legislativas y administrativas inmediatas y efectivas" para garantizar que todas las acusaciones de esclavitud sexual sean investigadas y los perpetradores sean procesados.

La imagen de la estatua de una niña frente a la embajada japonesa en Seúl se ha vuelto global y recuerda a la gente la historia que Tokio ha estado tratando arduamente de ocultar.

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ENFOQUE: "Mujeres de confort", pesar del mundo y vergüenza de Japón

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BEIJING, 8 jul (Xinhua) -- Frente a la embajada de Japón en la República de Corea se encuentra una estatua de bronce de una niña. La figura está sentada en una silla y tiene los pies descalzos, con los dos puños apretados sobre su regazo. La niña simboliza a las cientos de miles de "mujeres de confort" sometidas a esclavitud sexual por los soldados japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.

El asunto de las mujeres de confort es un oscuro capítulo en la historia de Asia del este que aún no ha terminado. El dolor prevalece para cientos de miles de mujeres de los países que estuvieron ocupados y de otras partes, incluida Holanda, forzadas a unirse al ejército japonés y servir como esclavas sexuales durante los tiempos de guerra.

El gobierno de Japón ha adoptado una actitud de rechazo e indiferencia sobre su responsabilidad. Sigue sosteniendo que las mujeres de confort "sirvieron" a los soldados japoneses de forma voluntaria y negaron que hayan sido forzadas a hacerlo.

Este año, grupos civiles de China, la República de Corea, Japón, Taiwan de China, Filipinas, Indonesia, Timor Oriental y Holanda, han impulsado los esfuerzos para incluir documentos relacionados con las mujeres de confort en la lista de la Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco). La acción ha enfrentado la resistencia de algunos grupos en Japón.

DOLOR INTERMINABLE PARA LAS VÍCTIMAS

"El (el primer ministro japonés Shinzo Abe) está esperando que todas nosotras estemos muertas, pero no voy a morir, seguiré viva", declaró Jan Ruff-O'Hern de 93 años de edad a la prensa en febrero de este año.

Younge es una mujer holandesa nacida en Indonesia. En 1944, fue tomada por el ejército japonés y encerrada en una "estación de confort". Allí empezó su pesadilla.

La horrible experiencia en la guarida de los monstruos ha atormentado a las mujeres de confort durante toda su vida. En sus voces aún se puede escuchar su profundo sufrimiento.

El 1 de julio, Ren Lane, quien fue convertida por la fuerza en una mujer de confort cuando tenía apenas 13 años de edad, murió en la provincia de Shanxi en el noroeste de China. Sus últimas palabras fueron: "Japón debe disculparse por lo que ha hecho".

Las historias de esas mujeres son apenas la punta del iceberg. El Centro de Investigación de Mujeres de Confort de China señala que el ejército japonés construyó un gran número de casas de confort desde 1937 y hasta la rendición de Japón en 1945. Por lo menos 400.000 mujeres asiáticas fueron forzadas a convertirse en esclavas sexuales para los soldados japoneses.

El director del centro, Su Zhiliang, dice que el sistema de esclavitud sexual fue maniobrado por el poder del Estado, puesto en marcha por la fuerza militar y estuvo integrado principalmente por mujeres extranjeras. Este tipo de crimen nacional no tiene precedente en la historia de la humanidad.

NEGACIÓN, MAYOR CRIMEN DE JAPÓN

Las mujeres de confort sobrevivientes nunca han recibido una sincera disculpa del gobierno japonés, el cual ha tenido mucho tacto para evitar su responsabilidad.

En documentos presentados a la Convención de la ONU sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación realizada en febrero, Japón comentó que es difícil trazar una línea entre el reclutamiento forzoso de esclavas sexuales y quienes deseaban ser reclutadas.

Se rehúsa tajantemente a indemnizar a las víctimas o a tomar alguna acción legal para presentar a los responsables ante la justicia.

Tokio firmó un acuerdo con la República de Corea a finales del año pasado admitiendo la responsabilidad y estableciendo un fondo para indemnizar a las víctimas que quedan. No obstante, éste no es un ejemplo de resarcimiento nacional.

Parte del pacto acordado entre los dos países incluye una cláusula en virtud de la cual la República de Corea nunca volverá a tratar el asunto de las "mujeres de confort". Japón también impulsa el retiro de la estatua en honor de las mujeres de confort colocada frente a la embajada de Japón en Seúl.

El tema de las mujeres de confort también ha sido eliminado deliberadamente de los libros de texto japoneses. El término "mujeres de confort" apareció en los libros de texto de historia de siete en 1997, pero para el 2012 no había ninguna mención del asunto o contenido relacionado.

Prácticamente no hay ninguna cobertura por parte de los medios de comunicación de los eventos en el Museo Activo de las Mujeres sobre Guerra y Paz en Tokio, un establecimiento dedicado a la violencia sexual del ejército japonés durante la guerra.

Su directora Eriko Ikeda dijo que Abe está tratando de volver a Japón un "país hermoso", que no tolera temas como el de las mujeres de confort. "Los medios de comunicación saben demasiado bien que el tema será sensible", dijo la funcionaria.

Un informe reciente de David Kaye, relator especial de la ONU sobre derechos humanos, muestra que los medios de comunicación japoneses están cada vez más preocupados acerca de la represión del gobierno sobre la opinión pública y de amordazar a la prensa.

Una represión histórica de los medios de comunicación por parte del gobierno de Abe fue el furor causado por el periódico "Asahi Shimbun" en 2014.

Bajo la presión del gobierno, el periódico se vio obligado a admitir que sus informes sobre las mujeres de confort eran "imprecisos". Como resultado, la credibilidad del reconocido periódico de alguna forma se vio afectada y las ventas disminuyeron.

LA LUCHA CONTINÚA

A pesar de todas as veces que el gobierno japonés ha negado el tema de las mujeres de confort, grupos dentro y afuera de Japón jamás han abandonado su lucha por la verdad.

Kang Jian, una abogada china que ha representado a las mujeres de confort en las demandas, ha visitado frecuentemente las áreas rurales remotas en China para registrar a menudo las últimas palabras de los testigos. Ella también ha testificado en nombre de las víctimas en los tribunales japoneses.

La organización de la República de Corea, Consulta sobre la Cuestión de las Mujeres de Confort, jamás ha suspendido su "reunión de los miércoles" de cada semana desde enero de 1992 en sus esfuerzos por presionar por una compensación y una disculpa.

Matsui Yayori ofreció todo lo que poseía para establecer el Museo Activo de las Mujeres sobre Guerra y Paz en Tokio, que muestra las historias de las esclavas sexuales japonesas de tiempos de guerra.

Estas personas dedicaron todas su energías a la causa justa de dar a conocer al mundo la cara real de las atrocidades japonesas durante la Segunda Guerra Mundial. Su intento de poner los documentos relevantes de las "mujeres de confort" en la lista de la Memoria del Mundo de la Unesco ha avanzado.

Un total de 2.744 documentos fueron entregados al programa de la Memoria del Mundo de la Unesco. Cada registro de un testigo es un testimonio de la crueldad del sistema de las "mujeres de confort".

La verdad jamás será enterrada para siempre, y los llamados de las víctimas cada vez han llegado más a la gente de todo el mundo.

En 1996, un informe de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU señaló que el gobierno japonés obligó a las mujeres en los países invadidos a ser esclavas sexuales para su ejército y que Tokio debía ofrecer disculpas.

En 2007, los parlamentos de Estados Unidos, Holanda y Canadá, así como el Parlamento Europeo respaldaron las acciones para condenar el sistema de "mujeres de confort", y pidieron a Japón ofrecer disculpas y asumir su responsabilidad. Estados Unidos pidió también eliminar el uso del concepto de mujeres de confort en todos los documentos del gobierno y recomendó el término "esclavas sexuales forzadas".

En agosto de 2014, el entonces Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, pidió a Japón adoptar "medidas legislativas y administrativas inmediatas y efectivas" para garantizar que todas las acusaciones de esclavitud sexual sean investigadas y los perpetradores sean procesados.

La imagen de la estatua de una niña frente a la embajada japonesa en Seúl se ha vuelto global y recuerda a la gente la historia que Tokio ha estado tratando arduamente de ocultar.

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