Tribunal de arbitraje sobre Mar Meridional de China es ilegal y ridículo

Spanish.xinhuanet.com   2016-07-08 21:42:27

LA HAYA, 8 jul (Xinhua) -- El tribunal de arbitraje sobre el Mar Meridional de China establecido por la Corte Permanente de Arbitraje con sede en La Haya es ilegal y ridículo por la selección cuestionable de sus miembros y sus hallazgos jurisdiccionales con fallos, opinan expertos.

En enero de 2013, Filipinas inició de manera unilateral los procedimientos de arbitraje obligatorio del Tribunal Internacional para el Derecho del Mar (Itlos, por sus siglas en inglés), lo que generó la formación de un tribunal de arbitraje de cinco miembros.

SELECCIÓN CUESTIONABLE DE MIEMBROS

La selección de los miembros del tribunal es cuestionable porque la mayoría fue elegida por Shunji Yanai, en ese entonces presidente del Itlos y ex embajador japonés en Estados Unidos.

Yanai, un notorio derechista japonés que encabezó un panel de expertos en 2014, presentó un informe al primer ministro japonés, Shinzo Abe, para considerar el levantamiento de una prohibición al derecho de la autodefensa colectiva.

La creación de Yanai del tribunal de arbitraje es considerada parcial porque eligió inicialmente al juez Chris Pinto de Sri Lanka, cuya esposa es filipina y quien renunció en 2013, como uno de los miembros del tribunal.

Pinto fue sustituido posteriormente por el juez Thomas A. Mensah de Ghana, quien realizó durante mucho tiempo estudios en Reino Unido y Estados Unidos. Los otros cuatro miembros son de Francia, Polonia, Holanda y Alemania.

De acuerdo con el embajador chino en Holanda, Wu Ken, el japonés Yanai, a quien se le encargó organizar el tribunal bajo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Unclos, por sus siglas en inglés), ignoró las disposiciones de la convención.

"Reunió a cinco abogados de derecho internacional en un tribunal de arbitraje parcial, que se inclina a favor de Filipinas e ignora qué defiende China", opinó Wu.

El experto en jefe del Instituto de Derecho Internacional de la Universidad de Wuhan, Sienho Yee, dijo que dos de los cinco árbitros nombrados dieron marcha atrás a su posición previa a favor de China sin ninguna explicación. Eso constituye una violación al principio de consistencia, un componente importante en la jurisprudencia internacional que requiere que la gente actúe en concordancia con sus actos y declaraciones previos.

Yee se refería al profesor Alfred H.A. Soons de Holanda y al juez Jean-Pierre Cot de Francia. Ambos sostenían previamente que el estatus legal y el derecho marítimo de elementos marítimos están relacionados estrechamente con la delimitación marítima, una postura contraria a la reclamación filipina.

Filipinas argumentó que su demanda no está relacionada con disputas sobre soberanía o marítimas. Esto dijo cuando solicitó al tribunal que determinara si ciertos elementos del Mar Meridional de China son o no rocas o elevaciones por la marea baja y si como tales son capaces o no de generar derechos a una zona económica exclusiva o a una plataforma continental.

Si el caso se relaciona o no con la soberanía es crucial para la jurisdicción del tribunal. Bajo la Unclos, el tribunal no puede juzgar sobre asuntos de soberanía. Con respecto a las disputas de delimitación, China las ha excluido válidamente de la solución obligatoria por medio de una declaración en 2006.

Como demuestran dos documentos publicados en 1990 y 2011 por Soons, él había sostenido expresa y firmemente a lo largo de 20 años que las disputas referentes al estatus y derecho marítimo de elementos, en la práctica no deben ser abordadas en aislamiento, sino constituir una parte indispensable de la delimitación marítima.

Cot también escribió en 2012 que aunque la definición de derecho de un Estado costero y la delimitación entre reclamaciones contrarias son distintas, las dos están interrelacionadas.

Sin embargo, cuando el tribunal falló sobre la jurisdicción y admisibilidad en octubre pasado, Soons y Cot se unieron a los otros tres árbitros y dijeron que el tribunal tiene el derecho a decidir sobre la solicitud de Filipinas con respecto al estatus legal y derecho marítimo de ciertas islas.

Por esa reversión en sus posiciones, Soons y Cot deben al mundo una explicación creíble, dijo Yee a Xinhua.

HALLAZGOS JURISDICCIONALES CON FALLAS

Los hallazgos del tribunal sobre su jurisdicción y la admisibilidad de los reclamos filipinos "tienen graves fallas y están basados en irregularidades de procedimiento", dijo el director del Instituto de Derecho Internacional Público de la Universidad de Bonn, Stephan Talmon, en un documento escrito el 30 de junio.

En el documento, Talmon examinó los hallazgos del tribunal con respecto a cada una de las 15 reclamaciones filipinas y concluyó que algunos de ellos tienen graves fallas.

Por ejemplo, "el hallazgo del tribunal sobre la verdadera naturaleza de la disputa se basa en un malentendido de las disputas en el Mar Meridional de China", declaró Talmon.

En realidad, un año después de que Filipinas iniciara unilateralmente el arbitraje en 2013, Talmon publicó un documento en el que argumentó que no tenía caso responder. Él analizó las solicitudes filipinas una por una y concluyó que la solicitud de Manila del arbitraje internacional es un acto de "guerra jurídica" en lugar de un ejercicio en el régimen de la ley.

"Filipinas intentó presentar sus disputas con China como una batalla entre David y Goliat", pero habría que cuestionar "si el acto realmente contribuirá a lograr la paz, seguridad y estabilidad regional".

En un nuevo ensayo sobre el fallo jurisdiccional del tribunal, Talmon lamentó que el tribunal fracasara claramente en probar las afirmaciones del solicitante.

Para Talmon, el tribunal aceptó la existencia de una disputa basada en la "suposición" táctica de Filipinas, que entra en contradicción con la propia conducta de Filipinas afuera de la sala del tribunal. Tampoco prestó una consideración suficiente a las declaraciones oficiales de China, incluido su documento de posición sobre la jurisdicción en el arbitraje en el Mar Meridional de China ni a la literatura académica.

El tribunal demostró una impresionante falta de conocimiento sobre asuntos de procedimiento, agregó Talmon. El experto se refirió entre otras a la aceptación de nuevas reclamaciones inadecuadas de Filipinas, al pronunciamiento sobre disputas puramente hipotéticas y a la emisión de un fallo previo, en octubre de 2015, menos de cuatro meses después de que el tribunal concluyera las audiencias, a la velocidad de un relámpago judicial.

"No se trata sólo de tecnicismos sino que afectan al núcleo mismo de la buena administración de la justicia", dijo Talmon.

El experto en Derecho del Mar dijo que el tribunal debió haber desechado todas y cada una de las demandas filipinas, pero por el contrario, emitió un fallo jurisdiccional, lo que es contraproducente.

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Tribunal de arbitraje sobre Mar Meridional de China es ilegal y ridículo

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LA HAYA, 8 jul (Xinhua) -- El tribunal de arbitraje sobre el Mar Meridional de China establecido por la Corte Permanente de Arbitraje con sede en La Haya es ilegal y ridículo por la selección cuestionable de sus miembros y sus hallazgos jurisdiccionales con fallos, opinan expertos.

En enero de 2013, Filipinas inició de manera unilateral los procedimientos de arbitraje obligatorio del Tribunal Internacional para el Derecho del Mar (Itlos, por sus siglas en inglés), lo que generó la formación de un tribunal de arbitraje de cinco miembros.

SELECCIÓN CUESTIONABLE DE MIEMBROS

La selección de los miembros del tribunal es cuestionable porque la mayoría fue elegida por Shunji Yanai, en ese entonces presidente del Itlos y ex embajador japonés en Estados Unidos.

Yanai, un notorio derechista japonés que encabezó un panel de expertos en 2014, presentó un informe al primer ministro japonés, Shinzo Abe, para considerar el levantamiento de una prohibición al derecho de la autodefensa colectiva.

La creación de Yanai del tribunal de arbitraje es considerada parcial porque eligió inicialmente al juez Chris Pinto de Sri Lanka, cuya esposa es filipina y quien renunció en 2013, como uno de los miembros del tribunal.

Pinto fue sustituido posteriormente por el juez Thomas A. Mensah de Ghana, quien realizó durante mucho tiempo estudios en Reino Unido y Estados Unidos. Los otros cuatro miembros son de Francia, Polonia, Holanda y Alemania.

De acuerdo con el embajador chino en Holanda, Wu Ken, el japonés Yanai, a quien se le encargó organizar el tribunal bajo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Unclos, por sus siglas en inglés), ignoró las disposiciones de la convención.

"Reunió a cinco abogados de derecho internacional en un tribunal de arbitraje parcial, que se inclina a favor de Filipinas e ignora qué defiende China", opinó Wu.

El experto en jefe del Instituto de Derecho Internacional de la Universidad de Wuhan, Sienho Yee, dijo que dos de los cinco árbitros nombrados dieron marcha atrás a su posición previa a favor de China sin ninguna explicación. Eso constituye una violación al principio de consistencia, un componente importante en la jurisprudencia internacional que requiere que la gente actúe en concordancia con sus actos y declaraciones previos.

Yee se refería al profesor Alfred H.A. Soons de Holanda y al juez Jean-Pierre Cot de Francia. Ambos sostenían previamente que el estatus legal y el derecho marítimo de elementos marítimos están relacionados estrechamente con la delimitación marítima, una postura contraria a la reclamación filipina.

Filipinas argumentó que su demanda no está relacionada con disputas sobre soberanía o marítimas. Esto dijo cuando solicitó al tribunal que determinara si ciertos elementos del Mar Meridional de China son o no rocas o elevaciones por la marea baja y si como tales son capaces o no de generar derechos a una zona económica exclusiva o a una plataforma continental.

Si el caso se relaciona o no con la soberanía es crucial para la jurisdicción del tribunal. Bajo la Unclos, el tribunal no puede juzgar sobre asuntos de soberanía. Con respecto a las disputas de delimitación, China las ha excluido válidamente de la solución obligatoria por medio de una declaración en 2006.

Como demuestran dos documentos publicados en 1990 y 2011 por Soons, él había sostenido expresa y firmemente a lo largo de 20 años que las disputas referentes al estatus y derecho marítimo de elementos, en la práctica no deben ser abordadas en aislamiento, sino constituir una parte indispensable de la delimitación marítima.

Cot también escribió en 2012 que aunque la definición de derecho de un Estado costero y la delimitación entre reclamaciones contrarias son distintas, las dos están interrelacionadas.

Sin embargo, cuando el tribunal falló sobre la jurisdicción y admisibilidad en octubre pasado, Soons y Cot se unieron a los otros tres árbitros y dijeron que el tribunal tiene el derecho a decidir sobre la solicitud de Filipinas con respecto al estatus legal y derecho marítimo de ciertas islas.

Por esa reversión en sus posiciones, Soons y Cot deben al mundo una explicación creíble, dijo Yee a Xinhua.

HALLAZGOS JURISDICCIONALES CON FALLAS

Los hallazgos del tribunal sobre su jurisdicción y la admisibilidad de los reclamos filipinos "tienen graves fallas y están basados en irregularidades de procedimiento", dijo el director del Instituto de Derecho Internacional Público de la Universidad de Bonn, Stephan Talmon, en un documento escrito el 30 de junio.

En el documento, Talmon examinó los hallazgos del tribunal con respecto a cada una de las 15 reclamaciones filipinas y concluyó que algunos de ellos tienen graves fallas.

Por ejemplo, "el hallazgo del tribunal sobre la verdadera naturaleza de la disputa se basa en un malentendido de las disputas en el Mar Meridional de China", declaró Talmon.

En realidad, un año después de que Filipinas iniciara unilateralmente el arbitraje en 2013, Talmon publicó un documento en el que argumentó que no tenía caso responder. Él analizó las solicitudes filipinas una por una y concluyó que la solicitud de Manila del arbitraje internacional es un acto de "guerra jurídica" en lugar de un ejercicio en el régimen de la ley.

"Filipinas intentó presentar sus disputas con China como una batalla entre David y Goliat", pero habría que cuestionar "si el acto realmente contribuirá a lograr la paz, seguridad y estabilidad regional".

En un nuevo ensayo sobre el fallo jurisdiccional del tribunal, Talmon lamentó que el tribunal fracasara claramente en probar las afirmaciones del solicitante.

Para Talmon, el tribunal aceptó la existencia de una disputa basada en la "suposición" táctica de Filipinas, que entra en contradicción con la propia conducta de Filipinas afuera de la sala del tribunal. Tampoco prestó una consideración suficiente a las declaraciones oficiales de China, incluido su documento de posición sobre la jurisdicción en el arbitraje en el Mar Meridional de China ni a la literatura académica.

El tribunal demostró una impresionante falta de conocimiento sobre asuntos de procedimiento, agregó Talmon. El experto se refirió entre otras a la aceptación de nuevas reclamaciones inadecuadas de Filipinas, al pronunciamiento sobre disputas puramente hipotéticas y a la emisión de un fallo previo, en octubre de 2015, menos de cuatro meses después de que el tribunal concluyera las audiencias, a la velocidad de un relámpago judicial.

"No se trata sólo de tecnicismos sino que afectan al núcleo mismo de la buena administración de la justicia", dijo Talmon.

El experto en Derecho del Mar dijo que el tribunal debió haber desechado todas y cada una de las demandas filipinas, pero por el contrario, emitió un fallo jurisdiccional, lo que es contraproducente.

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