China reafirma su adhesión a solución pacífica de disputas en el Mar Meridional de China.
BEIJING, 5 jul (Xinhua) -- China reafirmó hoy martes su adhesión al diálogo y la consulta en la solución del asunto del Mar Meridional de China. |
BEIJING, 5 jul (Xinhua) -- El Mar Meridional de China era una región pacífica hasta que Estados Unidos metió la nariz. En vez de "reequilibrar" su política exterior en Asia-Pacífico como es su estrategia, lo que realmente necesita Washington es "reequilibrar" su actitud hacia el asunto.
Las pequeñas fricciones en el Mar Meridional de China se remontan a finales de la década de 1960, cuando científicos norteamericanos anunciaron el hallazgo de ricos recursos de gas y petróleo en la región. A partir de entonces y debido a este descubrimiento, algunos países costeros comenzaron a ocupar las islas.
Afortunadamente, en los años siguientes China mantuvo la paz general en las aguas a través de negociaciones constantes y amistosas con los países implicados y, en 2002, aprobó la Declaración de Conducta de las Partes sobre el Mar Meridional de China con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
No tomar partido en la disputa era, en el pasado, la posición de Estados Unidos.
Sin embargo, en 2009 la administración del presidente Barack Obama lanzó la estrategia de reequilibrar su política en la región de Asia-Pacífico y comenzó a entrometerse descaradamente en esa zona tan distante de las costas de Estados Unidos.
En 2010, la entonces secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo abiertamente que su país tenía "un interés nacional" en el Mar Meridional de China.
Su sucesor, John Kerry, advirtió el pasado mayo de que las acciones de China podrían crear un "polvorín" en la región, ignorando las provocaciones que otros países han protagonizado desde hace mucho tiempo.
La libertad de navegación, el respeto por el derecho internacional y la seguridad estratégica son los términos usados con más frecuencia por Estados Unidos para enmascarar sus intereses particulares en la región.
En cuanto a la libertad de navegación, no ha sido nunca un problema en el Mar Meridional de China, que acoge la mayor parte del comercio marítimo mundial con cerca de 100.000 buques navegando al año libremente por sus aguas
Sin embargo, desde 2015, barcos de guerra y aviones militares estadounidenses se han acercado reiteradamente a las islas Nansha sin el permiso de China. Esto pone de manifiesto que, detrás de la demanda de libre navegación de Washington, lo que hay es provocación y hegemonía.
Pese a pedir respeto a las leyes internacionales, Estados Unidos no ha ratificado la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, siglas en inglés), el prestigioso tratado internacional sobre el uso de los océanos del mundo.
Al estar fuera de UNCLOS, que es vinculante para sus signatarios, Estados Unidos se asegura la libre circulación de sus fuerzas marítimas a través de acciones unilaterales que, en esencia, violan la soberanía y los intereses de países más pequeños.
La superpotencia afirmó que su presencia militar en el Mar Meridional de China tiene como objetivo proteger a sus aliados como Japón y Filipinas, causando una escalada de la tensión en la región.
Esta tensión, de la que Washington culpa a Beijing, ha sido en realidad creada por el propio Estados Unidos.
Combinando su política de contención de China con su estrategia de "Reequilibrio en Asia y el Pacífico", Estados Unidos ha desplegado un gran número de buque de guerra en la región y ha llevado a cabo ejercicios militares conjuntos cerca del Mar Meridional de China.
La actitud estadounidense de ver a China como su principal contrincante y de impedir su ascenso determina la forma en que ha reaccionado al asunto del Mar Meridional de China, algo de lo que se han percatado los observadores lúcidos.
Lo que Estados Unidos está haciendo en el Mar Meridional de China refleja una peligrosa "psicología del imperio", dijo el reconocido abogado constitucionalista estadounidense Bruce Fein.
Las acciones de Washington en la zona no tendrán, por sí mismas, resultados, salvo generar tensiones y enviar señales equivocadas a algunos países asiáticos, agregó Fein.
El apoyo de Estados Unidos al arbitraje propuesto unilateralmente por Filipinas contradice la posición de Washington de no tomar partido en el asunto del Mar Meridional de China, dijo por su parte William Jones, jefe de la oficina de Washington de la revista estadounidense "Executive Intelligence Review".
Estados Unidos debe entender que no hace más que promover conflictos regionales para encubrir sus intereses políticos con el pretexto de la ley internacional. Para desempeñar un papel constructivo en la región de Asia y el Pacífico, Washington debería reajustar su actitud.