BEIJING, 20 jun (Xinhua) -- La jurisdicción de un tribunal de arbitraje sobre la disputa entre China y Filipinas en relación al Mar Meridional de China supone un abuso de la legislación internacional y una influencia nefasta para todo el mundo, según han explicado varios expertos.
"En su mayor parte, la corte no ha respondido satisfactoriamente a por qué hay una disputa bajo la Convención de la ONU sobre el Derecho en el Mar (Convemar), ni a cómo las reclamaciones no están relacionadas con la soberanía cuando, en mi opinón, sí que lo están", dijo Antonios Tzanakopoulos, profesor de legislación pública internacional en la Universidad de Oxford.
En 2013, Filipinas presentó de forma unilateral, ante la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya (Países Bajos), un caso de arbitraje contra China en relación con la disputa que ambas naciones mantienen sobre el Mar Meridional de China.
A juicio Tzanakopoulos, la corte "en gran medida no ha respondido a por qué las reclamaciones presentadas por Filipinas no entran en el marco de las excepciones chinas a su jurisdicción", cuando Convemar, explicó, "permite a todos los Estados excluir algunas disputas de la jurisdicción de los tribunales pertinentes".
"El sistema de arreglo de las disputas de Convemar no es la mejor manera de proceder si los Estados recurren a él de forma unilateral contra otros Estados", dijo.
Por su parte, Peter Li, profesor asociado de la Universidad de Houston-Downtown, declaró que fue injusto que el tribunal aceptase el caso presentado por Manila.
La oposición de China al procedimiento de arbitraje fue rechazado por la corte de La Haya y la admisión de la petición unilateral de arbitraje por parte filipina es un indicador de la posición parcial del tribunal en favor de Manila, manifestó.
Todas las demandas efectuadas por Filipinas fueron admitidas por la corte, mientras que los argumentos de China fueron rechazados, incluida su petición de exluir la delimitación de los límites marítimos de los procedimientos obligatorios de arbitraje, así como de cumplir con el arreglo pacífico y los principios de consulta acordados por los países del Sudeste Asiático.
Debido a la injusticia de las acciones del tribunal, China no tiene obligación legal de participar en su veredicto ni de aceptarlo, apuntó Li.
Greg Austin, profesor de la Universidad de Nueva Gales del Sur Canberra, afirmó a Xinhua que el asunto del Mar Meridional de China implica claramente dos cuestiones separadas: la disputa sobre la soberanía de las islas Nansha y la disputa sobre los derechos marítimos que está cubierta por Convemar, de la que China es firmante.
Los dos asuntos son una "combinación muy peligrosa", anotó el profesor.
"No hay soluciones fáciles en la legislación internacional cuando se da la combinación de estas dos disputas. Aunque Filipinas está en su derecho a utilizar Convemar, esto no responderá a ninguna pregunta sobre la soberanía territorial y la Corte Permanente no emitirá ni puede emitir ningún juicio sobre la soberanía territorial", subrayó.
El director del Centro de Investigación Chino-Egipcio de la Universidad de Helwan, Yasser Gadallah, apuntó por su parte que el recurso de Filipinas al arbitraje requiere la aprobación china.
"El procedimiento de arbitraje exige el consentimiento de las dos partes implicadas, que juntas recurren a un comité de arbitraje internacional cuyas decisiones serán vinculantes para ambas", afirmó a Xinhua el experto.
La Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional de China, firmada en 2002 por China y los diez miembros de la Asociación de naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), entre ellos Filipinas, declara que todas las partes deben resolver sus disputas de forma pacífica y evitar cualquier medida que complique la situación o eleve la tensión.
"Creo que el pacto entre China y los países de ASEAN representa un marco adecuado para resolver la disputa territorial chino-filipina", dijo Mahmoud Allam, exembajador de Egipto en China.