ENTREVISTA: El arbitraje no es la solución a la disputa del Mar Meridional de China

Spanish.xinhuanet.com   2016-06-13 19:49:11

MADRID, 13 jun (Xinhua) -- El director del Observatorio español de Política China, Xulio Ríos, dijo hoy en una entrevista con Xinhua que la clave de la solución a la disputa del Mar Meridional de China es el consenso y "no el arbitraje unilateral".

"El primero acerca posiciones, (y) el segundo agrava las disputas", subrayó.

Las disputas en el Mar Meridional de China están a punto de entrar en una nueva fase. Se espera que este mes se dé a conocer el fallo de la demanda de arbitraje interpuesta por Filipinas ante el Tribunal de La Haya.

No obstante, cualquiera que sea el resultado, su valor legal y efectivo será nulo por cuanto China se ha adherido a la cláusula de reserva de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, según sus siglas en inglés), explicó Ríos.

Conforme a los artículos 297 y 298, dijo, China está autorizada a no aceptar el arbitraje del tribunal en dominios en los que ha declinado toda competencia al tratado, especialmente cuando afecta a cuestiones de soberanía. China lo hizo a través de una nota verbal en agosto de 2006, dirigiéndose al secretario general de las Naciones Unidas.

En derecho, la base de cualquier arbitraje es la aceptación previa por las partes en cuestión de la mediación y son ellas, con la ayuda del tribunal, las que deben acompañar la definición de la solución que ponga fin al conflicto con observación de los principios de igualdad y contradicción, evitando que se produzca indefensión y preservando la capacidad de las partes para poder manifestar lo que entiendan oportuno.

Si el Tribunal de La Haya no suscita consenso entre las partes, el arbitraje carece de utilidad por lo que desde el punto de vista estrictamente legal y operativo no aportará solución alguna al contencioso.

Esto quiere decir que la motivación última del fallo solicitado al tribunal no es de naturaleza jurídica, sino política. La intervención del tribunal en estas disputas forma parte de una estrategia de presión sobre China, inseparable de la creciente implicación de Estados Unidos en estos litigios.

La cada vez mayor presencia de la flota naval y aérea estadounidense en la zona, en nombre de la defensa de la libertad de navegación, conculca la previsión del artículo 58.3 de la referida Convención que estipula que los usos por terceros deben ser conformes a las leyes y reglamentos del país costero, manifestó Ríos.

Esta obligación se reitera en el artículo 301. El incremento de la frecuencia de las actividades hostiles por parte de EEUU aumenta exponencialmente los riesgos de accidentes militares, abundó.

Destacó que sea como fuere, lejos de resolver el problema, el fallo puede dar lugar a una larga y complicada batalla jurídica, pero también a una exacerbación de las tensiones en la zona, como ya se ha podido constatar a través de la reiteración de incidentes militares que involucran a tropas chinas, rusas, japonesas y estadounidenses.

Es a partir de las negociaciones bilaterales que debe hallarse una solución. Sólo de común acuerdo esta puede pasar por una corte de justicia internacional o por la atribución de un papel mediador a entidades como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, siglas en inglés), concluyó Ríos.

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ENTREVISTA: El arbitraje no es la solución a la disputa del Mar Meridional de China

Spanish.xinhuanet.com 2016-06-13 19:49:11

MADRID, 13 jun (Xinhua) -- El director del Observatorio español de Política China, Xulio Ríos, dijo hoy en una entrevista con Xinhua que la clave de la solución a la disputa del Mar Meridional de China es el consenso y "no el arbitraje unilateral".

"El primero acerca posiciones, (y) el segundo agrava las disputas", subrayó.

Las disputas en el Mar Meridional de China están a punto de entrar en una nueva fase. Se espera que este mes se dé a conocer el fallo de la demanda de arbitraje interpuesta por Filipinas ante el Tribunal de La Haya.

No obstante, cualquiera que sea el resultado, su valor legal y efectivo será nulo por cuanto China se ha adherido a la cláusula de reserva de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, según sus siglas en inglés), explicó Ríos.

Conforme a los artículos 297 y 298, dijo, China está autorizada a no aceptar el arbitraje del tribunal en dominios en los que ha declinado toda competencia al tratado, especialmente cuando afecta a cuestiones de soberanía. China lo hizo a través de una nota verbal en agosto de 2006, dirigiéndose al secretario general de las Naciones Unidas.

En derecho, la base de cualquier arbitraje es la aceptación previa por las partes en cuestión de la mediación y son ellas, con la ayuda del tribunal, las que deben acompañar la definición de la solución que ponga fin al conflicto con observación de los principios de igualdad y contradicción, evitando que se produzca indefensión y preservando la capacidad de las partes para poder manifestar lo que entiendan oportuno.

Si el Tribunal de La Haya no suscita consenso entre las partes, el arbitraje carece de utilidad por lo que desde el punto de vista estrictamente legal y operativo no aportará solución alguna al contencioso.

Esto quiere decir que la motivación última del fallo solicitado al tribunal no es de naturaleza jurídica, sino política. La intervención del tribunal en estas disputas forma parte de una estrategia de presión sobre China, inseparable de la creciente implicación de Estados Unidos en estos litigios.

La cada vez mayor presencia de la flota naval y aérea estadounidense en la zona, en nombre de la defensa de la libertad de navegación, conculca la previsión del artículo 58.3 de la referida Convención que estipula que los usos por terceros deben ser conformes a las leyes y reglamentos del país costero, manifestó Ríos.

Esta obligación se reitera en el artículo 301. El incremento de la frecuencia de las actividades hostiles por parte de EEUU aumenta exponencialmente los riesgos de accidentes militares, abundó.

Destacó que sea como fuere, lejos de resolver el problema, el fallo puede dar lugar a una larga y complicada batalla jurídica, pero también a una exacerbación de las tensiones en la zona, como ya se ha podido constatar a través de la reiteración de incidentes militares que involucran a tropas chinas, rusas, japonesas y estadounidenses.

Es a partir de las negociaciones bilaterales que debe hallarse una solución. Sólo de común acuerdo esta puede pasar por una corte de justicia internacional o por la atribución de un papel mediador a entidades como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, siglas en inglés), concluyó Ríos.

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