BRASILIA, 7 abr (Xinhua) -- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, llamó hoy a un gran pacto nacional para superar la crisis política y económica que enfrenta el país.
En un acto en el Palacio de Planalto, donde organizaciones de mujeres le expresaron su respaldo ante las presiones para acortar su mandato, Rousseff puso como condición del pacto, el respeto a la legalidad democrática y que la dejen terminar su administración.
Mujeres de movimientos campesinos, sindicales, mujeres negras y feministas corearon repetidamente que "no va a haber golpe" y "somos todas Dilma".
"Brasil hoy precisa de un gran pacto. Brasil ya superó momentos difíciles haciendo pactos, pero ningún pacto o entendimiento prosperará si no tiene como premisa el respeto a la legalidad y a la democracia", afirmó.
Rousseff enfrenta un proceso de "impeachment" (juicio político) en la Cámara de Diputados por presuntas irregularidades administrativas, en lo que el gobierno califica como una tentativa de "golpe" legislativo.
La presidenta dijo que además del respeto al resultado de las urnas, es condición para un pacto nacional el fin de "propuestas bomba" en el Congreso que sólo aumentan los gastos públicos.
Rousseff también puso como condición la unidad para la aprobación de reformas, para la recuperación económica, para la preservación de derechos laborales y para una "imprescindible reforma política".
"Quiero un acuerdo nacional porque gobierno para los 204 millones de ciudadanas y ciudadanos. La intolerancia y el odio no sirven a un gobierno responsable. Desde que asumí el segundo mandato busqué, busco y buscaré consensos para superar cualquier crisis", dijo.
La mandataria afirmó que el acuerdo tendría como objetivos trabajar en conjunto para superar la crisis, volver a crecer y "entregar a mi sucesor un Brasil mucho mejor el día 1 de enero de 2019".
Rousseff también se refirió a la divulgación de la delación premiada del ejecutivo Otavio Marques Azevedo, ex presidente de la constructora "Andrade Gutiérrez", en la que dijo haber hecho "donaciones legales" a las campañas de la presidenta en 2010 y 2014.
Marques Azevedo declaró que los fondos entregados a las campañas provenían de obras sobrefacturadas en la estatal Petróleo Brasileño Sociedad Anónima (Petrobras) y en el sector eléctrico.
El empresario agregó que los recursos favorecieron al Partido de los Trabajadores (PT), de Rousseff, y al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del vicepresidente Michel Temer.
En respuesta, la presidenta afirmó que las "filtraciones selectivas" de la operación Lava Jato (Lavadero) que investiga desvíos en Petrobras, son "parte de una trama golpista".
De acuerdo con el gobierno y sus aliados, "Andrade Gutiérrez" realizó también importantes donaciones a la campaña del candidato opositor Aecio Neves, del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), pero ese hecho no fue incluido en las filtraciones.
La declaración de Marques Azevedo fue homologada este jueves por el ministro Teori Zavascki, del Supremo Tribunal Federal (STF).
