WASHINGTON, 15 nov (Xinhua) -- China cuenta con una gran oportunidad para ayudar a allanar el camino hacia una robusta agenda del Grupo de los 20 (G20) que podría generar más resultados concretos, ya que el país se está preparando para ser sede de la cumbre del G20 el próximo año, coincidieron expertos estadounidenses.
Como un foro principal para temas económicos y financieros mundiales, el G20 fue muy efectivo en reaccionar a la crisis financiera mundial en 2008 y 2009, pero se ha hecho muy difícil para el grupo generar grandes resultados tras la remisión de la crisis en 2010, dijo Matthew Goodman, un destacado asesor para la economía asiática y que sostiene la Presidencia William E. Simon en Economía Política del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) de Estados Unidos.
"Creo que el principal tema de la agenda será cómo generamos más crecimiento, pero francamente, no tengo grandes expectativas sobre mayores logros para mejorar el crecimiento", manifestó Goodman en una entrevista reciente con Xinhua, refiriéndose a la cumbre de G20 prevista para el domingo y el lunes en la ciudad turca de Antalya.
La X cumbre de G20 tiene lugar en un momento en el que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido de que la economía global se enfrenta al riesgo de un persistente crecimiento lento y por debajo del promedio, pidiendo a los miembros del grupo que realicen reformas estructurales y pongan en marcha medidas efectivas orientadas a la demanda con el objetivo de promover un mayor crecimiento.
En la cumbre de G20 celebrada el año pasado en Brisbane, Australia, los líderes del grupo acordaron implementar políticas que elevarían su PIB colectivo en un 2 por ciento antes de 2018. "El actual pronóstico consiste en que están 2 puntos porcentuales por debajo de lo que se pronosticó entonces. Así que tendrán que conseguir un 4 por ciento", apuntó Edwin Truman, destacado miembro del Instituto Peterson para la Economía Internacional.
"El problema es que el crecimiento es lento en los países desarrollados así como en los mercados emergentes y en los países en vías de desarrollo ... no hay mucho consenso sobre cómo abordar este asunto", dijo Truman a Xinhua.
Goodman, quien sirvió como coordinador de la Casa Blanca para el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y los foros de la Cumbre de Asia Oriental, durante el primer mandato del presidente Barack Obama, dijo que los líderes del G20 deberían separarse de los "grandes planes de acción" y centrarse en cosas muy específicas, y en lo que él llama "ladrillos en el camino" que llevarían hacia el objetivo del G20 de conseguir un crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado.
Como miembro fundador del G20 y país anfitrión de la cumbre del G20 en 2016, China podría adoptar este enfoque realista de avanzar la agenda del G20 con trabajo tangible en las áreas de inversión en infraestructura, comercio y reforma de la regulación financiera, dijo.
La inversión en infraestructura ha estado en la agenda del G20 durante varios años, pero no existen muchos problemas subyacentes para la inversión práctica, incluyendo la adquisición de derechos inmobiliarios, la regulación, los estándares de préstamo, los estándares medioambientales y sociales, y las prácticas de contratación, dijo Goodman.
China podría ayudar a actualizar el Centro de Infraestructura Global, establecido durante la cumbre del G20 el año pasado de Brisbane, a un foro más institucionalizado para estudiar y acordar nuevos enfoques sobre la inversión en infraestructura, sugirió.
"China tiene mucho capital, y mucha experiencia en inversión en infraestructura, y China tiene interés en buenos estándares a la hora de tratar algunas fricciones subyacentes u obstáculos de la inversión en infraestructura", dijo, anotando que el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), propuesto por China, podría ser otra herramienta para apoyar la agenda de infraestructura del G20.
Con un capital autorizado de 100.000 millones de dólares, el BAII promocionará el desarrollo sostenible de la economía asiática y la inversión en sectores que incluyen energía, transporte, construcción y logística urbana, así como educación y sanidad.
Esta iniciativa es "muy constructiva" en términos de promover la cooperación dentro de Asia, dijo Truman. "Hay menos organizaciones multilaterales orientadas hacia Asia, que hacia otras partes del mundo. Por esto Asia está de alguna manera subrepresentada", explicó.
En términos de comercio, Goodman apuntó que los líderes del G20 han acordado no imponer nuevas medidas proteccionistas y apoyarán la agenda comercial multilateral.
Mientras China tiene fuertes intereses en un buen régimen comercial multilateral, Goodman está convencido de que esto podrá ayudar a impulsar las negociaciones en algunos sectores bajo la Organización Mundial del Comercio, tal como la expansión del Acuerdo de Tecnología Informática y el acuerdo sobre productos medioambientales.
"Si China avanza en varios de los otros acuerdos comerciales multilaterales que se están negociando, sería bueno", señaló Truman, quien se hizo eco del punto de vista de Goodman. Agregó que China podrá utilizar el comercio como el enfoque principal de la agenda del G20 el próximo año.
En cuanto a la reforma reguladora financiera, Goodman indicó que el G20 ha hecho muy buen trabajo en fortalecer la base del capital bancario y asegurar que ningún banco es "demasiado grande para quebrar", pero esa conversación ha ocurrido mayoritariamente entre reguladores estadounidenses y europeos.
"Creo que podría haber una oportunidad, especialmente para China cuando sea anfitriona del G20, de no abandonar el trabajo en la regulación bancaria, continuar con el buen trabajo, pero cambiar un poco el enfoque hacia los asuntos del mercado de capital, lo que respaldaría los objetivos de China y de otros mercados emergentes", señaló.
Funcionarios de la Casa Blanca también tienen muchas expectativas sobre el papel de China como anfitrión del próximo G20.
"Tenemos la emocionante perspectiva de un G20 acogido por China. Los chinos han estado pensado mucho sobre cómo cumplir mejor con este trabajo", indicó Caroline Atkinson, asesora adjunta de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, en un evento celebrado en el Instituto Peterson para la Economía Internacional este mismo mes.
Atkinson afirmó que no le cabe duda de que los funcionarios chinos desarrollarán una agenda sólida y ambiciosa.