ROMA, 10 nov (Xinhua) -- La policía italiana anunció esta semana que arrestó a un tunecino vinculado con organizaciones terroristas luego de que el hombre entró a Italia como parte de un grupo de migrantes, pero expertos afirman que sería un error que este caso generara temor a que terroristas peligrosos puedan estar entrando a Europa entre los refugiados.
La policía de Sicilia dijo esta semana que en octubre arrestó a Mehdi Ben Nasr, quien había sido sentenciado a siete años de cárcel en 2008 en relación con la planificación de ataques terroristas de grupos que se cree que tenían vínculos con Al-Qaeda. Ben Nasr fue expulsado de Italia tras ser liberado de la prisión de alta seguridad de Benevento.
Pero funcionarios italianos señalaron que hace un mes, Ben Nasr intentó entrar de nuevo a Italia de manera clandestina con el nombre falso de Mohamed Ben Sar y afirmó ser un solicitante de asilo que intentaba llegar al norte de Europa para reunirse con sus familiares.
El hombre fue fácilmente identificado al tomar sus huellas dactilares a su llegada a la isla italiana sureña de Lampedusa.
Angelino Alfano, ministro del Interior de Italia, ha señalado en repetidas ocasiones que no hay evidencia de que extremistas islámicos estén entrando clandestinamente a Europa en medio de los migrantes y que los funcionarios fronterizos italianos están constantemente atentos a llegadas sospechosas.
Marco Amuso, oficial de policía siciliano involucrado en el procesamiento de migrantes al momento de su llegada, dijo que el arresto de Ben Nasr demuestra que las medidas fronterizas italianas funcionan.
"Trató de entrar sin ser descubierto, pero fue identificado y arrestado", dijo Amuso a Xinhua. "Esto demuestra que el sistema funciona. No hay razones para que esto preocupe a la gente".
Sabrina Magris, experta en seguridad y presidenta a la Escuela Universitaria Internacional y del Instituto para la Paz y la Seguridad, dijo que tiene mucho más sentido para un posible terrorista tratar de entrar a Europa por tierra o a través del transporte comercial y no entre los refugiados que seguramente serán vigilados muy de cerca.
Magris sí admitió, sin embargo, que para un extremista desconocido sería más fácil entrar a Italia y a Europa entre la oleada de refugiados y solicitantes de asilo aunque la estrategia estaría, de todos modos, plagada de riesgos. Pero para alguien conocido como Ben Nasr, la estrategia no tuvo mucho sentido.
"Creo que lo ocurrido puede ilustrar el nivel al que Mehdi Ben Nasr ha sido reducido", dijo. "Ben Nasr fue una figura importante y buscada en 2007 y 2008, pero la naturaleza del terrorismo ha cambiado mucho desde entonces", dijo Magris en una entrevista.