Olyanovska consiguió remontar casi al final, pero nunca supuso una amenaza verdadera para Liu y Lü.
Fue otra abrasadora mañana, pero decenas de miles de aficionados locales abarrotaron el Nido de Pájaros para dar la bienvenida a las marchistas y animarlas en su primera victoria, cuando el campeonato se adentra en su fin de semana final.
La pareja china se abrazó después de acabar primera y segunda y recibió la ovación del público con las banderas chinas colgando de sus hombros.
"Ha sido difícil porque hoy ha sido un día muy caluroso y la presión crecía después de que los atletas masculinos perdieran el oro en la carrera de marcha de hace unos días. Pero creo en mí misma y opino que merezco ganar esta competición después de lo que mucho que dediqué", explicó Liu, quien en junio rompió el récord del mundo en 26 segundos hasta 1:24:38, en la ciudad española de La Coruña.
"Son mis quintos campeonatos del mundo y finalmente alcanzó mi sueño. La persistencia es lo que ha continuado impulsándome. Creo que la única rival en la carrera fui yo misma".