Quiero rendir tributo al pueblo cubano, a la comunidad cubano-americana, y considero que todo lo que divide a los pueblos es un pecado contra la humanidad, destacó.
Por otro lado, destacó el simbolismo que constituyó la presencia en el acto de los tres soldados norteamericanos que el 4 de enero de 1961 arriaron su enseña nacional de la Embajada, como señal de ruptura, y que ahora presenciaban el izamiento otra vez de la bandera estadounidense, como señal de restauración de las relaciones.
"Ellos tres prometieron que volverían, para izarla otra vez...nadie pudo adivinar cuánto habría que esperar para ello", expresó John Kerry.