Caminando en Beijing por las calles del moderno barrio de Sanlitun, llama la atención un local de puertas de madera con un enorme cartel que dice "Caribe". Aunque por fuera parece solo un bar más, al entrar el visitante se transporta en un abrir y cerrar de ojos a cualquier ciudad latinoamericana de Cuba, Colombia o Costa Rica.
La industria gastronómica se ha posicionado como un negocio con hambre de éxito en China y los restaurantes que ofrecen comida latinoamericana sonríen al ver el crecimiento de sus emprendimientos en el país asiático.
Al ecuatoriano Leonardo Cevallos sus padres le pusieron el nombre del gran artista del Renacimiento. Como si fuera un presagio, un día optó por la pintura, y hoy se gana la vida con sus obras.
Amor a primera vista, así describe la empresaria china Huang Zhaohui, su primer contacto con el Perú y su forma de tratar la alpaca, un tierno camélido que vive en los Andes, cuya apreciada fibra de más de 24 tonos naturales, cada vez tiene más acogida en el consumidor que busca productos exclusivos y de alta calidad en China.
Ana Navas busca en Beijing un tipo de arroz que está acostumbrada a cocinar y comer en México.
"Se cree que los chinos son más distantes o más fríos, pero en realidad tienen personalidades más introvertidas. Si no entiende al otro con el idioma, les cuesta abrirse. Pero una vez que se cae esa barrera, se encuentra con personas muy amables y hospitalarias", confiesa el autor argentino Néstor Restivo.
Hace cuarenta años, cuando inició la política de reforma y apertura, China era un misterio para Colombia y otras naciones latinoamericanas. Gracias a la contribución de una televisiva familia colombiana, los Mora, el velo se ha corrido y el país asiático presenta ahora una cara más moderna, abierta y confiada.