YICHENG, 22 noviembre, 2019 (Xinhua) -- Imagen del 2 de julio de 2019 de un aldeano recolectando agua almacenada en un pozo de barro en la aldea de Nanling del distrito de Yicheng, provincia de Shanxi, en el norte de China. Cuando fue oprimido el interruptor, el agua brotó desde una profundidad de 403 metros. El primer pozo de aguas profundas de la aldea de Nanling entró en servicio una madrugada de invierno. En el pasado, la aldea, que se extiende por barrancos de las montañas Zhongtiao, en el norte de China, se había basado únicamente en el suministro de agua con pozos de barro para almacenar el preciado líquido potable durante siglos. Atormentadas por el miedo a la sequía, generaciones habían soñado con el acceso directo al agua potable, pero sólo terminaron cavando pozos en terrenos secos, ansiando lluvia y nieve. Incluso hubo un dicho sobre la escasez de agua potable "En Nanling el agua es tan querida como el aceite de cocina". Con el nuevo pozo, los 786 residentes de la aldea ya no tienen que vivir a merced de la naturaleza, como lo habían hecho sus antepasados. El valor del agua en Nanling se destaca por la fragilidad de la seguridad del agua local. Hubo un tiempo en que grandes recipientes de almacenamiento eran una necesidad para todos los hogares de la aldea. Cada vez que llovía o nevaba, los aldeanos recolectaban el agua que goteaba de las cornisas en cada contenedor que podían conseguir, y luego transferían el agua acumulada a los recipientes o pozos. En momentos de sequía, desafortunadamente la única forma de obtener agua era viajando una gran distancia a los arroyos de las montañas. En las décadas de 1960 y 1970, los expertos habían afirmado que apenas existía suficiente agua subterránea en Nanling, dada la geología de la aldea. A pesar de esto, la lucha por el agua continuó. En 2017, la grave escasez de agua en el lugar provocó una discusión sobre la perforación de un pozo de aguas profundas. Todo el pueblo respondió con apoyo activo y donaciones, esperando que el pozo pudiera resolver sus problemas de agua de una vez por todas. A finales de 2018, la aldea había recaudado 350.000 yuanes (alrededor de 50.000 dólares) para financiar el pozo tan esperado. Una vez que los documentos estuvieron listos, la perforación comenzó en mayo de 2019. Sin embargo, la perforación no se realizó sin problemas. A 100 metros bajo tierra el agua sólo brotó por unos minutos. A los 300, el agua desapareció en una docena de minutos. El equipo de perforación se enfrentó a un dilema: ¿cavar o no cavar? El proyecto se encontró en un callejón sin salida. Finalmente, el equipo de perforación decidió no darse por vencido. A mediados de octubre, cuando taladraron a 403 metros de profundidad, ocurrió un milagro: el agua subterránea brotó a diez metros cúbicos por hora y durante 170 horas consecutivas. Los aldeanos se conmovieron hasta las lágrimas de alegría al ver el agua que fluía. Pronto siguió el informe de calidad del agua: cristalina y de buena calidad. En una ceremonia de finalización de la perforación del pozo, los aldeanos trajeron contenedores de agua con ellos y se pusieron en fila frente a la tubería de agua. Algunos no pudieron evitar beber directamente de la tubería. La era de los "esclavos del agua" terminó. Se espera que en el futuro cercano una red extendida de tuberías de agua beneficie a todos los hogares de la aldea. (Xinhua/Zhan Yan)
YICHENG, 22 noviembre, 2019 (Xinhua) -- Imagen del 20 de noviembre de 2019 de aldeanos haciendo fila para obtener agua después de que un pozo de aguas profundas comenzó a bombear agua subterránea en la aldea de Nanling del distrito de Yicheng, provincia de Shanxi, en el norte de China. Cuando fue oprimido el interruptor, el agua brotó desde una profundidad de 403 metros. El primer pozo de aguas profundas de la aldea de Nanling entró en servicio una madrugada de invierno. En el pasado, la aldea, que se extiende por barrancos de las montañas Zhongtiao, en el norte de China, se había basado únicamente en el suministro de agua con pozos de barro para almacenar el preciado líquido potable durante siglos. Atormentadas por el miedo a la sequía, generaciones habían soñado con el acceso directo al agua potable, pero sólo terminaron cavando pozos en terrenos secos, ansiando lluvia y nieve. Incluso hubo un dicho sobre la escasez de agua potable "En Nanling el agua es tan querida como el aceite de cocina". Con el nuevo pozo, los 786 residentes de la aldea ya no tienen que vivir a merced de la naturaleza, como lo habían hecho sus antepasados. El valor del agua en Nanling se destaca por la fragilidad de la seguridad del agua local. Hubo un tiempo en que grandes recipientes de almacenamiento eran una necesidad para todos los hogares de la aldea. Cada vez que llovía o nevaba, los aldeanos recolectaban el agua que goteaba de las cornisas en cada contenedor que podían conseguir, y luego transferían el agua acumulada a los recipientes o pozos. En momentos de sequía, desafortunadamente la única forma de obtener agua era viajando una gran distancia a los arroyos de las montañas. En las décadas de 1960 y 1970, los expertos habían afirmado que apenas existía suficiente agua subterránea en Nanling, dada la geología de la aldea. A pesar de esto, la lucha por el agua continuó. En 2017, la grave escasez de agua en el lugar provocó una discusión sobre la perforación de un pozo de aguas profundas. Todo el pueblo respondió con apoyo activo y donaciones, esperando que el pozo pudiera resolver sus problemas de agua de una vez por todas. A finales de 2018, la aldea había recaudado 350.000 yuanes (alrededor de 50.000 dólares) para financiar el pozo tan esperado. Una vez que los documentos estuvieron listos, la perforación comenzó en mayo de 2019. Sin embargo, la perforación no se realizó sin problemas. A 100 metros bajo tierra el agua sólo brotó por unos minutos. A los 300, el agua desapareció en una docena de minutos. El equipo de perforación se enfrentó a un dilema: ¿cavar o no cavar? El proyecto se encontró en un callejón sin salida. Finalmente, el equipo de perforación decidió no darse por vencido. A mediados de octubre, cuando taladraron a 403 metros de profundidad, ocurrió un milagro: el agua subterránea brotó a diez metros cúbicos por hora y durante 170 horas consecutivas. Los aldeanos se conmovieron hasta las lágrimas de alegría al ver el agua que fluía. Pronto siguió el informe de calidad del agua: cristalina y de buena calidad. En una ceremonia de finalización de la perforación del pozo, los aldeanos trajeron contenedores de agua con ellos y se pusieron en fila frente a la tubería de agua. Algunos no pudieron evitar beber directamente de la tubería. La era de los "esclavos del agua" terminó. Se espera que en el futuro cercano una red extendida de tuberías de agua beneficie a todos los hogares de la aldea. (Xinhua/Zhan Yan)
YICHENG, 22 noviembre, 2019 (Xinhua) -- Imagen del 3 de julio de 2019 de un funcionario de la aldea ayudando a suministrar agua a una aldeana mayor en su vivienda en la aldea de Nanling del distrito de Yicheng, provincia de Shanxi, en el norte de China. Cuando fue oprimido el interruptor, el agua brotó desde una profundidad de 403 metros. El primer pozo de aguas profundas de la aldea de Nanling entró en servicio una madrugada de invierno. En el pasado, la aldea, que se extiende por barrancos de las montañas Zhongtiao, en el norte de China, se había basado únicamente en el suministro de agua con pozos de barro para almacenar el preciado líquido potable durante siglos. Atormentadas por el miedo a la sequía, generaciones habían soñado con el acceso directo al agua potable, pero sólo terminaron cavando pozos en terrenos secos, ansiando lluvia y nieve. Incluso hubo un dicho sobre la escasez de agua potable "En Nanling el agua es tan querida como el aceite de cocina". Con el nuevo pozo, los 786 residentes de la aldea ya no tienen que vivir a merced de la naturaleza, como lo habían hecho sus antepasados. El valor del agua en Nanling se destaca por la fragilidad de la seguridad del agua local. Hubo un tiempo en que grandes recipientes de almacenamiento eran una necesidad para todos los hogares de la aldea. Cada vez que llovía o nevaba, los aldeanos recolectaban el agua que goteaba de las cornisas en cada contenedor que podían conseguir, y luego transferían el agua acumulada a los recipientes o pozos. En momentos de sequía, desafortunadamente la única forma de obtener agua era viajando una gran distancia a los arroyos de las montañas. En las décadas de 1960 y 1970, los expertos habían afirmado que apenas existía suficiente agua subterránea en Nanling, dada la geología de la aldea. A pesar de esto, la lucha por el agua continuó. En 2017, la grave escasez de agua en el lugar provocó una discusión sobre la perforación de un pozo de aguas profundas. Todo el pueblo respondió con apoyo activo y donaciones, esperando que el pozo pudiera resolver sus problemas de agua de una vez por todas. A finales de 2018, la aldea había recaudado 350.000 yuanes (alrededor de 50.000 dólares) para financiar el pozo tan esperado. Una vez que los documentos estuvieron listos, la perforación comenzó en mayo de 2019. Sin embargo, la perforación no se realizó sin problemas. A 100 metros bajo tierra el agua sólo brotó por unos minutos. A los 300, el agua desapareció en una docena de minutos. El equipo de perforación se enfrentó a un dilema: ¿cavar o no cavar? El proyecto se encontró en un callejón sin salida. Finalmente, el equipo de perforación decidió no darse por vencido. A mediados de octubre, cuando taladraron a 403 metros de profundidad, ocurrió un milagro: el agua subterránea brotó a diez metros cúbicos por hora y durante 170 horas consecutivas. Los aldeanos se conmovieron hasta las lágrimas de alegría al ver el agua que fluía. Pronto siguió el informe de calidad del agua: cristalina y de buena calidad. En una ceremonia de finalización de la perforación del pozo, los aldeanos trajeron contenedores de agua con ellos y se pusieron en fila frente a la tubería de agua. Algunos no pudieron evitar beber directamente de la tubería. La era de los "esclavos del agua" terminó. Se espera que en el futur cercano una red extendida de tuberías de agua beneficie a todos los hogares de la aldea. (Xinhua/Zhan Yan)
YICHENG, 22 noviembre, 2019 (Xinhua) -- Imagen del 2 de julio de 2019 de una aldeana arreglando un colector de agua de lluvia debajo de la cornisa en la aldea de Nanling del distrito de Yicheng, provincia de Shanxi, en el norte de China. Cuando fue oprimido el interruptor, el agua brotó desde una profundidad de 403 metros. El primer pozo de aguas profundas de la aldea de Nanling entró en servicio una madrugada de invierno. En el pasado, la aldea, que se extiende por barrancos de las montañas Zhongtiao, en el norte de China, se había basado únicamente en el suministro de agua con pozos de barro para almacenar el preciado líquido potable durante siglos. Atormentadas por el miedo a la sequía, generaciones habían soñado con el acceso directo al agua potable, pero sólo terminaron cavando pozos en terrenos secos, ansiando lluvia y nieve. Incluso hubo un dicho sobre la escasez de agua potable "En Nanling el agua es tan querida como el aceite de cocina". Con el nuevo pozo, los 786 residentes de la aldea ya no tienen que vivir a merced de la naturaleza, como lo habían hecho sus antepasados. El valor del agua en Nanling se destaca por la fragilidad de la seguridad del agua local. Hubo un tiempo en que grandes recipientes de almacenamiento eran una necesidad para todos los hogares de la aldea. Cada vez que llovía o nevaba, los aldeanos recolectaban el agua que goteaba de las cornisas en cada contenedor que podían conseguir, y luego transferían el agua acumulada a los recipientes o pozos. En momentos de sequía, desafortunadamente la única forma de obtener agua era viajando una gran distancia a los arroyos de las montañas. En las décadas de 1960 y 1970, los expertos habían afirmado que apenas existía suficiente agua subterránea en Nanling, dada la geología de la aldea. A pesar de esto, la lucha por el agua continuó. En 2017, la grave escasez de agua en el lugar provocó una discusión sobre la perforación de un pozo de aguas profundas. Todo el pueblo respondió con apoyo activo y donaciones, esperando que el pozo pudiera resolver sus problemas de agua de una vez por todas. A finales de 2018, la aldea había recaudado 350.000 yuanes (alrededor de 50.000 dólares) para financiar el pozo tan esperado. Una vez que los documentos estuvieron listos, la perforación comenzó en mayo de 2019. Sin embargo, la perforación no se realizó sin problemas. A 100 metros bajo tierra el agua sólo brotó por unos minutos. A los 300, el agua desapareció en una docena de minutos. El equipo de perforación se enfrentó a un dilema: ¿cavar o no cavar? El proyecto se encontró en un callejón sin salida. Finalmente, el equipo de perforación decidió no darse por vencido. A mediados de octubre, cuando taladraron a 403 metros de profundidad, ocurrió un milagro: el agua subterránea brotó a diez metros cúbicos por hora y durante 170 horas consecutivas. Los aldeanos se conmovieron hasta las lágrimas de alegría al ver el agua que fluía. Pronto siguió el informe de calidad del agua: cristalina y de buena calidad. En una ceremonia de finalización de la perforación del pozo, los aldeanos trajeron contenedores de agua con ellos y se pusieron en fila frente a la tubería de agua. Algunos no pudieron evitar beber directamente de la tubería. La era de los "esclavos del agua" terminó. Se espera que en el futuro cercano una red extendida de tuberías de agua beneficie a todos los hogares de la aldea. (Xinhua/Zhan Yan)
YICHENG, 22 noviembre, 2019 (Xinhua) -- Imagen del 3 de julio de 2019 de funcionarios de la aldea usando un triciclo para distribuir agua a los residentes en la aldea de Nanling del distrito de Yicheng, provincia de Shanxi, en el norte de China. Cuando fue oprimido el interruptor, el agua brotó desde una profundidad de 403 metros. El primer pozo de aguas profundas de la aldea de Nanling entró en servicio una madrugada de invierno. En el pasado, la aldea, que se extiende por barrancos de las montañas Zhongtiao, en el norte de China, se había basado únicamente en el suministro de agua con pozos de barro para almacenar el preciado líquido potable durante siglos. Atormentadas por el miedo a la sequía, generaciones habían soñado con el acceso directo al agua potable, pero sólo terminaron cavando pozos en terrenos secos, ansiando lluvia y nieve. Incluso hubo un dicho sobre la escasez de agua potable "En Nanling el agua es tan querida como el aceite de cocina". Con el nuevo pozo, los 786 residentes de la aldea ya no tienen que vivir a merced de la naturaleza, como lo habían hecho sus antepasados. El valor del agua en Nanling se destaca por la fragilidad de la seguridad del agua local. Hubo un tiempo en que grandes recipientes de almacenamiento eran una necesidad para todos los hogares de la aldea. Cada vez que llovía o nevaba, los aldeanos recolectaban el agua que goteaba de las cornisas en cada contenedor que podían conseguir, y luego transferían el agua acumulada a los recipientes o pozos. En momentos de sequía, desafortunadamente la única forma de obtener agua era viajando una gran distancia a los arroyos de las montañas. En las décadas de 1960 y 1970, los expertos habían afirmado que apenas existía suficiente agua subterránea en Nanling, dada la geología de la aldea. A pesar de esto, la lucha por el agua continuó. En 2017, la grave escasez de agua en el lugar provocó una discusión sobre la perforación de un pozo de aguas profundas. Todo el pueblo respondió con apoyo activo y donaciones, esperando que el pozo pudiera resolver sus problemas de agua de una vez por todas. A finales de 2018, la aldea había recaudado 350.000 yuanes (alrededor de 50.000 dólares) para financiar el pozo tan esperado. Una vez que los documentos estuvieron listos, la perforación comenzó en mayo de 2019. Sin embargo, la perforación no se realizó sin problemas. A 100 metros bajo tierra el agua sólo brotó por unos minutos. A los 300, el agua desapareció en una docena de minutos. El equipo de perforación se enfrentó a un dilema: ¿cavar o no cavar? El proyecto se encontró en un callejón sin salida. Finalmente, el equipo de perforación decidió no darse por vencido. A mediados de octubre, cuando taladraron a 403 metros de profundidad, ocurrió un milagro: el agua subterránea brotó a diez metros cúbicos por hora y durante 170 horas consecutivas. Los aldeanos se conmovieron hasta las lágrimas de alegría al ver el agua que fluía. Pronto siguió el informe de calidad del agua: cristalina y de buena calidad. En una ceremonia de finalización de la perforación del pozo, los aldeanos trajeron contenedores de agua con ellos y se pusieron en fila frente a la tubería de agua. Algunos no pudieron evitar beber directamente de la tubería. La era de los "esclavos del agua" terminó. Se espera que en el futuro cercano una red extendida de tuberías de agua beneficie a todos los hogares de la aldea. (Xinhua/Zhan Yan)
YICHENG, 22 noviembre, 2019 (Xinhua) -- Imagen del 4 de julio de 2019 de las instalaciones de recolección de agua de lluvia en la aldea de Nanling del distrito de Yicheng, provincia de Shanxi, en el norte de China. Cuando fue oprimido el interruptor, el agua brotó desde una profundidad de 403 metros. El primer pozo de aguas profundas de la aldea de Nanling entró en servicio una madrugada de invierno. En el pasado, la aldea, que se extiende por barrancos de las montañas Zhongtiao, en el norte de China, se había basado únicamente en el suministro de agua con pozos de barro para almacenar el preciado líquido potable durante siglos. Atormentadas por el miedo a la sequía, generaciones habían soñado con el acceso directo al agua potable, pero sólo terminaron cavando pozos en terrenos secos, ansiando lluvia y nieve. Incluso hubo un dicho sobre la escasez de agua potable "En Nanling el agua es tan querida como el aceite de cocina". Con el nuevo pozo, los 786 residentes de la aldea ya no tienen que vivir a merced de la naturaleza, como lo habían hecho sus antepasados. El valor del agua en Nanling se destaca por la fragilidad de la seguridad del agua local. Hubo un tiempo en que grandes recipientes de almacenamiento eran una necesidad para todos los hogares de la aldea. Cada vez que llovía o nevaba, los aldeanos recolectaban el agua que goteaba de las cornisas en cada contenedor que podían conseguir, y luego transferían el agua acumulada a los recipientes o pozos. En momentos de sequía, desafortunadamente la única forma de obtener agua era viajando una gran distancia a los arroyos de las montañas. En las décadas de 1960 y 1970, los expertos habían afirmado que apenas existía suficiente agua subterránea en Nanling, dada la geología de la aldea. A pesar de esto, la lucha por el agua continuó. En 2017, la grave escasez de agua en el lugar provocó una discusión sobre la perforación de un pozo de aguas profundas. Todo el pueblo respondió con apoyo activo y donaciones, esperando que el pozo pudiera resolver sus problemas de agua de una vez por todas. A finales de 2018, la aldea había recaudado 350.000 yuanes (alrededor de 50.000 dólares) para financiar el pozo tan esperado. Una vez que los documentos estuvieron listos, la perforación comenzó en mayo de 2019. Sin embargo, la perforación no se realizó sin problemas. A 100 metros bajo tierra el agua sólo brotó por unos minutos. A los 300, el agua desapareció en una docena de minutos. El equipo de perforación se enfrentó a un dilema: ¿cavar o no cavar? El proyecto se encontró en un callejón sin salida. Finalmente, el equipo de perforación decidió no darse por vencido. A mediados de octubre, cuando taladraron a 403 metros de profundidad, ocurrió un milagro: el agua subterránea brotó a diez metros cúbicos por hora y durante 170 horas consecutivas. Los aldeanos se conmovieron hasta las lágrimas de alegría al ver el agua que fluía. Pronto siguió el informe de calidad del agua: cristalina y de buena calidad. En una ceremonia de finalización de la perforación del pozo, los aldeanos trajeron contenedores de agua con ellos y se pusieron en fila frente a la tubería de agua. Algunos no pudieron evitar beber directamente de la tubería. La era de los "esclavos del agua" terminó. Se espera que en el futuro cercano una red extendida de tuberías de agua beneficie a todos los hogares de la aldea. (Xinhua/Zhan Yan)
YICHENG, 22 noviembre, 2019 (Xinhua) -- Imagen del 30 de julio de 2019 de un aldeano llevando agua con un palo de acarreo en una cueva de montaña en la aldea de Nanling del distrito de Yicheng, provincia de Shanxi, en el norte de China. Cuando fue oprimido el interruptor, el agua brotó desde una profundidad de 403 metros. El primer pozo de aguas profundas de la aldea de Nanling entró en servicio una madrugada de invierno. En el pasado, la aldea, que se extiende por barrancos de las montañas Zhongtiao, en el norte de China, se había basado únicamente en el suministro de agua con pozos de barro para almacenar el preciado líquido potable durante siglos. Atormentadas por el miedo a la sequía, generaciones habían soñado con el acceso directo al agua potable, pero sólo terminaron cavando pozos en terrenos secos, ansiando lluvia y nieve. Incluso hubo un dicho sobre la escasez de agua potable "En Nanling el agua es tan querida como el aceite de cocina". Con el nuevo pozo, los 786 residentes de la aldea ya no tienen que vivir a merced de la naturaleza, como lo habían hecho sus antepasados. El valor del agua en Nanling se destaca por la fragilidad de la seguridad del agua local. Hubo un tiempo en que grandes recipientes de almacenamiento eran una necesidad para todos los hogares de la aldea. Cada vez que llovía o nevaba, los aldeanos recolectaban el agua que goteaba de las cornisas en cada contenedor que podían conseguir, y luego transferían el agua acumulada a los recipientes o pozos. En momentos de sequía, desafortunadamente la única forma de obtener agua era viajando una gran distancia a los arroyos de las montañas. En las décadas de 1960 y 1970, los expertos habían afirmado que apenas existía suficiente agua subterránea en Nanling, dada la geología de la aldea. A pesar de esto, la lucha por el agua continuó. En 2017, la grave escasez de agua en el lugar provocó una discusión sobre la perforación de un pozo de aguas profundas. Todo el pueblo respondió con apoyo activo y donaciones, esperando que el pozo pudiera resolver sus problemas de agua de una vez por todas. A finales de 2018, la aldea había recaudado 350.000 yuanes (alrededor de 50.000 dólares) para financiar el pozo tan esperado. Una vez que los documentos estuvieron listos, la perforación comenzó en mayo de 2019. Sin embargo, la perforación no se realizó sin problemas. A 100 metros bajo tierra el agua sólo brotó por unos minutos. A los 300, el agua desapareció en una docena de minutos. El equipo de perforación se enfrentó a un dilema: ¿cavar o no cavar? El proyecto se encontró en un callejón sin salida. Finalmente, el equipo de perforación decidió no darse por vencido. A mediados de octubre, cuando taladraron a 403 metros de profundidad, ocurrió un milagro: el agua subterránea brotó a diez metros cúbicos por hora y durante 170 horas consecutivas. Los aldeanos se conmovieron hasta las lágrimas de alegría al ver el agua que fluía. Pronto siguió el informe de calidad del agua: cristalina y de buena calidad. En una ceremonia de finalización de la perforación del pozo, los aldeanos trajeron contenedores de agua con ellos y se pusieron en fila frente a la tubería de agua. Algunos no pudieron evitar beber directamente de la tubería. La era de los "esclavos del agua" terminó. Se espera que en el futuro cercano una red extendida de tuberías de agua beneficie a todos los hogares de la aldea. (Xinhua/Zhan Yan)
YICHENG, 22 noviembre, 2019 (Xinhua) -- Imagen del 4 de julio de 2019 de un aldeano revisando el agua que fluye de un grifo conectado con un pequeño manantial de montaña en la aldea de Nanling del distrito de Yicheng, provincia de Shanxi, en el norte de China. Cuando fue oprimido el interruptor, el agua brotó desde una profundidad de 403 metros. El primer pozo de aguas profundas de la aldea de Nanling entró en servicio una madrugada de invierno. En el pasado, la aldea, que se extiende por barrancos de las montañas Zhongtiao, en el norte de China, se había basado únicamente en el suministro de agua con pozos de barro para almacenar el preciado líquido potable durante siglos. Atormentadas por el miedo a la sequía, generaciones habían soñado con el acceso directo al agua potable, pero sólo terminaron cavando pozos en terrenos secos, ansiando lluvia y nieve. Incluso hubo un dicho sobre la escasez de agua potable "En Nanling el agua es tan querida como el aceite de cocina". Con el nuevo pozo, los 786 residentes de la aldea ya no tienen que vivir a merced de la naturaleza, como lo habían hecho sus antepasados. El valor del agua en Nanling se destaca por la fragilidad de la seguridad del agua local. Hubo un tiempo en que grandes recipientes de almacenamiento eran una necesidad para todos los hogares de la aldea. Cada vez que llovía o nevaba, los aldeanos recolectaban el agua que goteaba de las cornisas en cada contenedor que podían conseguir, y luego transferían el agua acumulada a los recipientes o pozos. En momentos de sequía, desafortunadamente la única forma de obtener agua era viajando una gran distancia a los arroyos de las montañas. En las décadas de 1960 y 1970, los expertos habían afirmado que apenas existía suficiente agua subterránea en Nanling, dada la geología de la aldea. A pesar de esto, la lucha por el agua continuó. En 2017, la grave escasez de agua en el lugar provocó una discusión sobre la perforación de un pozo de aguas profundas. Todo el pueblo respondió con apoyo activo y donaciones, esperando que el pozo pudiera resolver sus problemas de agua de una vez por todas. A finales de 2018, la aldea había recaudado 350.000 yuanes (alrededor de 50.000 dólares) para financiar el pozo tan esperado. Una vez que los documentos estuvieron listos, la perforación comenzó en mayo de 2019. Sin embargo, la perforación no se realizó sin problemas. A 100 metros bajo tierra el agua sólo brotó por unos minutos. A los 300, el agua desapareció en una docena de minutos. El equipo de perforación se enfrentó a un dilema: ¿cavar o no cavar? El proyecto se encontró en un callejón sin salida. Finalmente, el equipo de perforación decidió no darse por vencido. A mediados de octubre, cuando taladraron a 403 metros de profundidad, ocurrió un milagro: el agua subterránea brotó a diez metros cúbicos por hora y durante 170 horas consecutivas. Los aldeanos se conmovieron hasta las lágrimas de alegría al ver el agua que fluía. Pronto siguió el informe de calidad /*el agua: cristalina y de buena calidad. En una ceremonia de finalización de la perforación del pozo, los aldeanos trajeron contenedores de agua con ellos y se pusieron en fila frente a la tubería de agua. Algunos no pudieron evitar beber directamente de la tubería. La era de los "esclavos del agua" terminó. Se espera que en el futuro cercano una red extendida de tuberías de agua beneficie a todos los hogares de la aldea. (Xinhua/Zhan Yan)