El 10 de octubre de 2015, presuntos militantes del Estado Islámico (EI) detonaron un explosivo durante una manifestación pacífica cerca de la estación de trenes de Ankara, lo que dejó al menos 103 muertos.
El 17 de febrero, un auto suicida fue detonado contra vehículos de traslado militar en la capital, lo que dejó al menos 29 muertos y 81 heridos.