Recientemente en la ciudad de Chendu, en la provincia suroccidental china de Sichuan, un Lamborghini de color verde claro que cargaba un peluche de oso de más de dos metros de largo fue detenido por un policía.
El chofer explicó que el peluche era un regalo comprado para su novia y había tratado de meterlo en su coche pero no podía.