Por su parte, Uruguay, campeona en 2011, notó en exceso la baja de su estrella Luis Suárez, el mejor jugador del combinado celeste, y que cumple aún la sanción que la FIFA le impuso en el pasado Mundial por su mordisco al italiano Giorgio Chiellini.
Sin Suárez y con un Edinson Cavani sin estrenarse de cara a portería, Uruguay se basó en una sólida defensa y un rocoso y peleón centro del campo para lograr acceder a los cuartos de final, marcando dos goles en tres partidos y los dos a pelota parada.
Una imagen semejante es la que dejó Paraguay, que logró arrancar en el debut un empate a uno a Argentina, y ahora se verá las caras en cuartos con Brasil, repitiendo el duelo que en 2011 enfrentó también a ambos equipos en cuartos y que ganaron los guaraníes en la tanda de tiros penales.