La otra gran polémica en la primera fase fue la que hubo con el brasileño Neymar, tras la tangana que protagonizó al finalizar el partido contra Colombia y que le supuso una sanción de cuatro partidos, lo que le imposibilitó volver a jugar en el resto del torneo.
Si ya fue triste el espectáculo que protagonizó el jugador del Barcelona chutando la pelota a un rival, dando un cabezazo a otro y esperando al árbitro en su vestidor para increparlo, más lo fue la reacción de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
Tras anunciar que presentaría un recurso para intentar rebajar la sanción a su máxima estrella, finalmente la CBF no lo hizo, al saber que difícilmente Neymar tendría el castigo reducido.