A siete minutos del final del partido un fallo defensivo permitió a los alemanes establecer el definitivo 4-3 por conducto de Klass-Jan Huntelaar, sin embargo necesitaban un tanto para avanzar a la siguientes fase.
Miedo y rabia en el aficionado, pero sobre todo gritos de "fuera, fuera", los blancos pasaron un auténtico calvario en los últimos siete minutos, con nervios y tensión por la posibilidad de caer eliminados en octavos.
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